Paternalismo Un día un hombre encontró un capullo de mariposa y observó que en el había un pequeño orificio

Un día un hombre encontró un capullo de mariposa y observó que en el había un pequeño orificio. Se sentó y se entretuvo en observar mientras la mariposa luchaba durante varias horas para forzar su cuerpo tratando de pasar a través de agujero. Pasó un largo rato observando los esfuerzos de la mariposa por salir al exterior, pero parecía que no hacía ningún progreso, como si hubiera llegado a un punto donde no podía continuar. El hombre decidió ayudar a la mariposa, tomó las tijeras y cortó el resto del capullo. La mariposa salió fácilmente, pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas. El hombre continuó mirando porque esperada que en cualquier momento las alas se extenderían para poder soportar el cuerpo que, a su vez, debería deshincharse. Pero nada de esto ocurrió. Por el contrario, la mariposa pasó el resto de su vida con el cuerpo hinchado y una alas encogidas... ¡nunca pudo volar!. Era el capullo restrictivo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera salir por el diminuto agujero, es la manera que utiliza la Naturaleza para enviar fluido del cuerpo de la mariposa hacia sus alas de modo que estuviera lista para volar tan pronto obtuviera la libertad del capullo. La libertad y el poder volar solamente podrán llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su libertad de volar.

PATERNALISMO

Del latín paternalis que significa paternal.

Es una actitud en la que se aplican normas de autoridad o “protección” propias de un padre en una familia tradicional aplicadas a otros ámbitos de relaciones sociales tales como la política.  

Se puede manejar en el terreno familiar, social y político.

Las personas se comportan como padres, en el lenguaje político se refiere a aquellos gobernantes que le dan el trato de niños a sus gobernados, como si fuesen sus hijos, impidiendo que sea adulto.

Su justificación es la protección a este individuo o grupo frente al posible daño que pudiere causarse a sí mismo en el caso de disponer de mayor autonomía y libertad.

Su aplicación conlleva una reducción de la libertad y autonomía de la persona o grupo.

Hay una línea muy delgada entre las acciones de un Estado que en determinado momento tiene que aplicar políticas de asistencia social, atendiendo a la temporalidad de un evento –como puede ser un ciclón que arrasa con las viviendas de una localidad y hay que resolverles esa situación y también la del alimento–, y otra en la que de por vida entrega material para la construcción, latas de pintura y despensas lo necesiten o no lo necesiten los ciudadanos. Con esto daña porque esa “protección” a ciertos sectores disminuye el incentivo para trabajar, los va volviendo absolutamente dependientes, los “doma” con dádivas –no importan que sean míseras–, le roba la dignidad y los condena a una suerte de encadenamiento voluntario, y dispone de ellos para alcanzar y mantenerse en el poder. El individuo así aletargado termina convencido de que el gobierno sabe mejor qué es lo que le conviene, abdica de su libre albedrío.

El paternalismo inmoviliza a las personas. A estas personas se les olvida que tienen capacidad de pensar, de reflexionar y de decidir por sí mismas, y esto es CONTRA NATURA

El paternalismo es, sin duda, una de las manifestaciones más mezquinas del abuso tolerado.

Mientras más radio de influencia tiene el paternalista, mayor es el daño que produce.

El exceso de protección puede ser un arma mortal ya que por evitar el sufrimiento también estamos evitando el aprendizaje

Emmanuel Kant dijo: “Un gobierno erigido sobre el principio de la benevolencia hacia el pueblo como la de un padre hacia sus hijos, esto es, un gobierno paternal en que los súbditos se ven forzados a comportarse de modo puramente pasivo, como niños incapaces que no pueden distinguir lo que les es verdaderamente provechoso o nocivo… es el mayor despotismo pensable”.

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