Poliarquia- Robert Dahl
Enviado por tomicuervo • 13 de Noviembre de 2014 • 705 Palabras (3 Páginas) • 525 Visitas
Nos encontramos ante un texto denso, complicado. “La poliarquía”, de Robert Dahl, no es un libro de lectura rápida ni fácil comprensión. Las palabras que Dahl escribe tienen ya treinta años. El mundo ha cambiado mucho desde entonces. La sociedad internacional ha comprobado cómo las crisis económicas y la mundialización la han transformado por completo. El autor se percata de ello y escribe “La democracia, una guía para el ciudadano”, donde redacta un resumen del libro que comentamos en estos momentos. Un libro de lectura menos complicada y de cierta actualidad. A pesar de todo, los argumentos, los recorridos y las conclusiones se alejan bastante de ser aburridos o escasos de interés.
En primer lugar, hagamos una aclaración conceptual, ¿qué son democracia y poliarquía?
Democracia (del griego, demos, `pueblo' y kratein, `gobernar'), sistema político por el que el pueblo de un Estado ejerce su soberanía mediante cualquier forma de gobierno que haya decidido establecer. La esencia del sistema democrático supone la participación de la población en el nombramiento de representantes para el ejercicio de los poderes ejecutivo y legislativo del Estado, independientemente de que éste se rija por un régimen monárquico o republicano.
Aristóteles distinguió, en sus tratados Ética a Nicómaco y Política, tres formas justas de gobierno (monarquía, aristocracia y poliarquía ( del griego, polýs, `mucho' y `arché', gobierno, `gobierno de muchos' —forma atenuada de democracia—) y sus correspondientes formas corruptas (tiranía, oligarquía y demagogia).
El autor, a pesar de sus diferencias conceptuales, identifica poliarquía con democracia, o democracia con poliarquía. A partir de aquí el libro hace un largo recorrido por la democracia, los regímenes democráticos, cómo alcanzarlos, qué conlleva la instauración de una democracia como forma de gobierno en un Estado. Pero, ¿a qué tipo de democracia se refiere Dahl? Suponemos que a la democracia representativa, pues el autor no lo especifica. Es una licencia que se permite Dahl, identificar democracia con democracia representativa, obviando la existencia de diferencias relevantes entre la democracia directa y la representativa, entre la democracia real y la clásica. Un ejemplo cercano es cómo el dictador Francisco Franco afirmaba que el estado español se gobernaba bajo un régimen de democracia, democracia orgánica. Los derechos individuales y colectivos de la ciudadanía no existían, el debate público no se daba, se condenaba y perseguía cualquier tipo de oposición, el derecho a participar, ¿dónde?, no se planteaba. ¡Qué lejos estaba el país de los postulados democráticos al modo francés, inglés o alemán!
El proceso de democratización alcanza su cumbre, según escribe Dahl, cuando existe debate público y derecho a participar. Pero ni define
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