Polis Griegas Civitas Romanas
Enviado por cytrav • 24 de Enero de 2013 • 3.921 Palabras (16 Páginas) • 800 Visitas
INTRODUCCIÓN
Antes del nacimiento de la democracia, la mayoría de las ciudades-estado estaban gobernadas por aristocracias, que en griego significa “gobierno de los mejores”. El poder era repartido entre un pequeño círculo de hombres provenientes de familias nobles.
Sin embargo, para el 600 a.C., había emergido una clase media. El comercio los había enriquecido y las mejoras militares les habían otorgado fuerza; pero ellos también querían poder. En algunas de las ciudades, incluyendo Corinto, la clase media se levantó y expulsó a la aristocracia en favor de dictadores que fueron conocidos como los Tiranos. En otras partes, se dieron cambios más pacíficos a medida de que las aristocracias admitieron a la clase media dentro de la asamblea de gobierno. Estas se dieron a conocer como oligarquías, o “gobierno de unos pocos”. La más ferviente de estas oligarquías fue Esparta.
Sin embargo la gente de Atenas tenía una idea diferente y, a fines del 500 a.C., se instauró la primera democracia o “gobierno de la gente”. Las ondas de esta revolución se hicieron sentir a lo largo de todo el mundo antiguo, y todavía hoy en día sobreviven. Sin un gobernante individual, la asamblea pública conformada por hombres ciudadanos, se reunía 40 veces al año para votar en las decisiones de estado. La agenda era establecida y los decretos eran llevados a cabo por un concejo de 500 personas, escogidas en grupo para servir uno cada año.
POLIS GRIEGA
Era la denominación dada a las ciudades estado de la antigua Grecia, surgidas desde la Edad Oscura hasta la dominación romana.
Polis se denominaba a la ciudad y al territorio que ella reclamaba para sí. Tenían un gran nivel de autocracia, si bien no del todo, lo que les garantizaba libertad, autonomía política y económica. No existía oposición entre lo urbano y lo rural, ni existían relaciones de dependencia; muchos residentes urbanos vivían de las rentas del campo, al igual que la gran mayoría de los aristócratas.
El centro político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, donde se encontraba el templo, la Gerusía, el ágora y los edificios civiles. El ágora era la plaza pública y mercado permanente. Rodeaba a la ciudad un anillo rural, donde se cultivaba lo necesario para la supervivencia de la polis.
El tamaño de la polis era variado pero generalmente son de poca extensión. Como extremos se podían encontrar a Atenas con 2.600 km², y en isla de Ceos de 173 km² había 4 polis.
Tras la desaparición de la civilización micénica los griegos formaron pequeñas comunidades, que evolucionaron en el siglo VIII a. C., y se convirtieron en ciudades. Estas ciudades se conocieron con el nombre de "ciudades estado" o polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios (Mesopotamia, Egipto, Persia), que estaban organizadas alrededor del palacio real y del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora, un espacio abierto donde los ciudadanos acudían para comerciar y para intercambiar ideas.
El aspecto orográfico de Grecia hizo que las polis se situaran en su gran mayoría en territorios costeros de difícil acceso y en valles que estaban rodeados por montañas.
Las polis se constituyeron como una unidad política, social y económica de Grecia, pero si bien compartían una lengua, religión común, lazos culturales y una identidad étnica e intelectual que exhibían con orgullo, los habitantes de estas ciudades no pudieron fundar un estado unificado. Existía una gran rivalidad entre las diferentes polis, ya que consideraban que el reducido tamaño de cada una era lo más idóneo para practicar una adecuada política.
En el siglo VIII a. C., Jonia se encontraba al frente de la cultura y filosofías griegas y ciudades como Mileto y Éfeso siguieron floreciendo como centros de importancia durante el Imperio romano.
La Polis fue un elemento esencial de un período de experimentación política que tuvo gran influencia en las formas de gobierno que se adoptaron desde ese entonces alrededor del mundo.
En sus inicios, las polis estuvieron dominadas por caudillos militares, los basileus βασιλευς (plural basileis βασιλεις). En muchos casos ejercían el poder religioso y judicial. A mediados del siglo VII a. C., el gobierno de tipo oligárquico, fue cobrando impulso sobre el monárquico. De esta manera el poder político pasó a manos de asambleas formadas por representantes de las familias locales más influyentes y ricas, los eupátridas.
Estas asambleas cada año elegían de entre los eupátridas a un número determinado de magistrados. Los magistrados se encargaban de dirigir el ejército y llevar los asuntos religiosos, entre otras tareas.
Los miembros de la clase dirigente, denominados "de los mejores" ejercían el poder económico y político, monopolizaban además las tierras. Estos miembros eran los únicos que podían intervenir en las guerras, debido al alto coste que suponía la compra de armas y armaduras de metal. El pueblo gobernado, el demos, solamente participaba en la vida pública cuando así era requerido por la asamblea aristocrática.
Este sistema aristocrático o gobierno de los mejores revela la existencia de círculos de parentesco hereditarios. Desde su nacimiento una persona, ya sea un terrateniente o un campesino, quedaba integrada en diferentes tribus o phylai (griego φυλαι). Las tribus estaban divididas en comunidades que se formaban con los descendientes de un héroe o de algún dios ancestral (fratías). La rígida estructura social justificó el predominio y capacidad de liderazgo de la aristocracia griega durante mucho tiempo.
Hubo diferentes factores que hicieron que con el tiempo, la aristocracia viera desestabilizado el orden político y social que existía. Estos factores fueron:
- La consolidación del comercio y de la artesanía como actividad generadora de riqueza: Ciudadanos que no provenían de las grandes familias prosperaron gradualmente hasta lograr una cierta riqueza pero que carecían de derechos políticos.
- Revueltas sociales: El empobrecimiento de los campesinos hizo que no pudieran pagar sus deudas y se convirtieran en esclavos, provocando una gran tensión social en el campo con el consecuente estallido de revueltas.
- Necesidad de nuevos soldados: La necesidad de tener más cantidad de soldados requería que fueran reclutados entre el pueblo, con lo que se creó la falange hoplita, pero siendo ciudadanos no aristocráticos acabaron pidiendo un reconocimiento de sus derechos políticos.
Con el objetivo de resolver la crisis política y social, en algunas polis se decidió dar una respuesta a las
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