¿Por qué y cómo (no) cambian nuestras sociedades?
Enviado por PaatyJimenez12 • 10 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.369 Palabras (6 Páginas) • 143 Visitas
¿Por qué y cómo (no) cambian nuestras sociedades? Organizaciones, conformidad y el poder de la inercia.
Howard S. Becker es un sociólogo estadounidense nacido en el siglo XX. Ha desarrollado sus trabajos y su obra en torno a temas como la desviación, la educación, las profesiones y el arte, así como la metodología y la escritura en las ciencias sociales.
Para comenzar este ensayo, primero, me gustaría exponer las lineas principales del pensamiento del autor y que pone de manifiesto en el escrito “El poder de la inercia”.
Becker comienza hablando de dos corrientes sociológicas distintas: por un lado nos encontramos el funcionalismo, el “Mejor Modo” de hacer las cosas, representado por las instituciones. Cuando estas se encuentran en crisis, la sociedad se reconduce hacia la “mejor manera”. Por otro lado, habla de otra corriente, una que piensa que todo es “un cuento de hadas”, en el cual las instituciones están siempre a punto de desaparecer.
En este texto, Becker realiza una comparación entre el mundo de la música clásica y a lo que él llama “paquete” que, tras su lectura y a mi modo de explicarlo, podría decir que se trata de todo aquello que realizamos de manera hegemónica, por inercia; todas aquellas acciones que en cierto modo nos vemos “obligados” a realizar cuando estamos en sociedad y bajo unas condiciones. En mi opinión, este paquete es a lo que antes me he referido como mejor modo, es el camino fácil para hacer las cosas.
En el mundo de la música clásica todo se mantiene igual, nada cambia: mismos instrumentos, mismo repertorio, mismas ubicaciones, etc. e intentar cambiar algo de ese mundo es muy complicado. De entre los ejemplos que escoge, en mi opinión aquel que evidencia con mayor claridad la dificultad para salirse o cambiar el paquete, en este caso, de la música clásica es el del músico Harry Partch, un compositor excéntrico que compuso piezas de música en una escala de cuarenta y dos tonos. Todo lo que encontramos en el paquete esta conectado entre sí, es decir, si quieres cambiar algo de el a su vez deberás cambiar todo lo demás. Debido a esto, el propio Partch fue el que tuvo que inventar y construir instrumentos nuevos con tantos tonos, tuvo que enseñar a gente a tocarlos, tuvo que buscar gente que se interesase por este nueva forma de realizar música clásica,... siendo todos estos esfuerzos prácticamente en vano ya que la forma de hacer música se mantuvo igual. Con todo esto, lo que intenta mostrarnos Becker es que uno realmente puede hacer lo que quiera, puede salirse del paquete, puede escribir música de cuarenta y dos tonos pero debido a todas las relaciones existentes entre los distintos elementos del paquete y a esa inercia que nos lleva a actuar de una forma similar a los individuos de una sociedad, es muy difícil y vamos a encontrar muchos impedimentos al hacerlo. Otra idea que plantea Becker al final de este ensayo argumentado es que quien controla qué elementos están dentro del paquete son aquellos que tienen el poder del mismo, es decir, en el caso de la música clásica, quienes controlan el paquete son aquellos que hacen de ella su negocio.
A pesar de la diferencia espacio-temporal entre ambos autores, he encontrado interesante realizar una comparación entre la teoría del poder inercial que posee el paquete del que habla Becker con la del sociólogo Émile Durkheim cuando habla de los hechos sociales y su poder de coacción en su obra “Las reglas del método sociológico”. “Entonces somos víctimas de una ilusión que nos hace creer que hemos elaborado por nosotros mismos cosas que se nos imponen desde fuera [...]”(Durkheim, Las reglas del método sociológico (1895) capítulo I “Qué es un hecho social”). Durkheim afirma que el poder coactivo de un hecho social se manifiesta cuando se produce una resistencia a realizar dicho hecho social, es decir, podríamos decir que no nos damos cuenta de que algo esta siendo impuesto en nosotros hasta que no tratamos de oponernos. Este poder coercitivo del que habla el autor proviene, además, del exterior. En mi opinión, cuando Becker habla de la fuerza o poder inercial de un paquete se refiere en cierto modo a algo parecido a la coacción de Durkheim, realizamos ciertos actos por la inercia o hegemonía que supone estar dentro del paquete, porque es “más fácil” de ese modo, y nos damos cuenta de lo complicado que es acabar con el dominio de ese poder cuando intentamos salir o cambiar dicho paquete. Ambos afirman que de un modo u otro estamos bajo el poder de algo externo a nosotros, en el caso de Durkheim es la coacción y en el caso de Becker la inercia. Ademas, coinciden también en que hace falta de alguna forma transgredir o contravenir a este poder; realizando resistencia o simplemente desafiándolo, o tratando de modificar o salir de el.
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