Porfiriato y huelga de rio blanco

Durante los que sería los últimos años del porfiriato en México, se comenzaron a dar numerosas huelgas, manifestaciones y protestas contra el gobierno y las empresas extranjeras que eran las principales opresoras y explotadoras de la clase trabajadora en nuestro país. Estas protestas llevaron al país a una revolución contra el gobierno del presidente Porfirio Días.

Entre las rebeliones más sonadas que encabezó el pueblo mexicano se cuenta la de “Río Blanco” en el estado de Veracruz, esta rebelión fue incitada contra la fábrica americana de textiles que se ubicaba en la población de rio Blanco, Veracruz, ya que dicha fábrica mantenía su producción gracias a las fuertes cargas de trabajo que le daba a cada uno de sus trabajadores y a las deudas que estos adquirían con la misma fábrica.

Los trabajadores de la fábrica se veían obligados a trabajar jornadas de catorce horas de trabajo, con tiempo de recesos muy limitados, exponían a los trabajadores a diferentes riesgos dentro de la fábrica y estos no tenían derecho a ningún tipo de indemnización por parte de la fábrica si algo les ocurría. Dentro de los tipos de trabajadores también se incluían niños, teniendo las mismas jornadas de trabajo y las mismas cargas de trabajo, pero siendo su paga más barata.

La fábrica construyó casas básicas, que contaban con lo más esencial para cualquier vivienda, alrededor de esta misma, para que los trabajadores pudieran estar más cerca; sin embargo, los trabajadores tenían que pagar por su casa a la fábrica y tenían que trabajar en la fábrica si querían alguna de esas casas. Así mismo, la fábrica de textiles conformó una famosa tienda para el abastecimiento de los trabajadores, llamada “Tienda de Raya”, que no era más que una tienda en dónde los trabajadores podían canjear los bales que les daban en la fábrica, estos vales consistían en quitarles de su paga (raya, de ahí su peculiar nombre) para que pudieran cambiarlo en la tienda por productos de esta.

Cansados de las deudas que debían pagar con trabajo mal pagado, sueldos miserables y poco rendibles, demasiado y muy pesado trabajo, los trabajadores de dicha fábrica comenzaron a exigir derechos que ellos creían justos para el trabajo pidiendo ayuda a la máxima autoridad del país, al presidente, el Gral. Porfirio Días. Le pidieron que fuera intermediario, que exigiera por ellos lo pedido a la fábrica y  que valuara su situación; sin embargo, el presidente negó que hubiera algún mal trato hacia los trabajadores y les pidió que regresarán a trabajar como normalmente.

Frustrados y molestos, los trabajadores comenzaron a denotar más su descontento y, por fin, el 7 de enero de 1907 se levantaron en huelga contra la fábrica de textiles. Un día, al llegar al trabajo y encontrar que estaba cerrada, los trabajadores se dirigieron a la tienda de raya de Víctor Garcín donde fueron recibidos a balazos, saquearon la tienda y la quemaron.

El dueño de la tienda pidió ayuda a la tropa de Orizaba y las tropas se dirigieron al lugar de los hechos y mientras esto pasaba también decidieron hacer lo mismo los trabajadores de Nogales y Santa Rosa. La gente comenzó a movilizarse, pero las tropas comenzaron a matar a todos aquellos que se topaban. Las mujeres incitaron a los trabajadores a levantarse en contra de las fábricas. Entre las mujeres más famosas se encuentran Lucrecia Toris.

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