Porfiriato
Enviado por AL82310 • 24 de Marzo de 2012 • 1.684 Palabras (7 Páginas) • 363 Visitas
Bases Filosóficas del Sistema Educativa
“Reporte del PORFIRIATO”
HISTORIA
Se conoce como régimen porfirista la etapa de la historia de México comprendida entre 1876-1911. Durante esos años gobernó Porfirio Díaz, a excepción del breve periodo (1880-1884) en que fue presidente Manuel González.
Esos años marcaron la consolidación del país como una nación articulada a la cual la derrota de Maximiliano le había servido para reafirmar su identidad nacional. Además, el acelerado desarrollo de los ferrocarriles contribuyo a vincular los mercados locales las economías regionales separadas por grandes distancias y obstáculos geográficos, hasta entonces insalvable.
Porfirio Díaz supo captar las necesidades de la burguesía en ascenso. Su triunfo inicial y su prolongada dictadura se explican por el deseo ferviente de estabilidad política y de paz social después de más de medio siglo de convulsiones internas, golpes de estado, invasiones extranjeras y luchas civiles prolongadas.
Durante el porfiriato, el sistema capitalista se desarrollo con rapidez y estimulo el crecimiento de la economía del país. A ello contribuyeron tres factores:
• La estabilidad política impuesta por el régimen
• La avalancha de inversiones extranjera
• La integración de la economía nacional y su vinculación a los mercados exteriores
Gracias al desarrollo de las comunicaciones especialmente de los ferrocarriles sin embargo, esta transformación capitalista se hizo desde arriba, siguiendo la vía mas reaccionable la cual conserva el poder por parte de los terratenientes feudales que se transforman paulatinamente en capitalistas, la lenta y dolorosa transformación de las formas feudales de producción en formas capitalistas la conservación de la gran propiedad latifundista, la negación de cambios democráticos en el régimen político, la existencia de gobiernos autoritarios expresan la alianza entre terratenientes y la burguesía, y la represión a las masas.
La etapa del capitalismo que inaugura el porfiriato puede ubicarse en los marcos de una transformación lenta de los terratenientes feudales en capitalistas y una apertura indiscriminada al capital extranjero. No se trata de una vida democrática de cambios capitalistas sino de una vía autoritaria y desde arriba. “El estado porfiriano promovía el desarrollo del capitalismo, pero lo hacia por una vía acorde con los intereses conservadores de los terratenientes aburguesados, los grandes comerciantes y los monopolios extranjeros”.
México conoció la estabilidad política, líquido buena parte de las trabas feudales heredadas de la colonia y conoció el triunfo de la burguesía liberal en el último tercio del siglo XIX, cuando los países capitalistas entraban en una etapa superior de su evolución.
En nuestro país las inversiones extranjeras alcanzaron enormes proporciones y controlaron ramas completas de la economía. Eran el factor dominante en la minería, petróleo, ferrocarriles, electricidad, bancos, industria y gran comercio. Con su participación, crecimiento económico fue considerable desequilibrado ya que se desarrollaron mas las actividades orientadas a la exportación, recibiendo un escaso impulso a la producción industrial y agropecuaria destinada al mercado nacional. Además la economía del país quedo subordinada a los intereses de los grandes monopolios.
Podemos decir que el gobierno porfirista fue el primero que aplicó una política económica definida. Impulso el desarrollo del capitalismo privilegiando por todos los medios a su alcance a la inversión extranjera y apoyando a las grandes haciendas para que se convirtieran en latifundios capitalistas.
El modelo de desarrollo seguido durante el porfirismo fue un modelo exportador primario. Ya que lo fundamental era impulsar la producción para exportar las materias primarias agrícolas y mineras.
POLITICA
En el Porfiriato la política se aplicó de tal manera que todo quedaba subordinado al presidente Porfirio Díaz . En su primer período, asesorado por su amigo Justo Benítez, Díaz se acercó al Congreso y llevó una política conciliadora. Promovió la no reelección, principio de sus levantamientos, y en 1880 cedió el poder a su compadre Manuel González.
En sus siguientes mandatos, Díaz se enfocó a pacificar el país y pactar con grupos conservadores y con el clero para poder mantenerse en el poder. Incluyó a viejos lerdistas como Manuel Romero Rubio, su suegro, e incluso a imperialistas como Manuel Dublán, en su gabinete.
Díaz pacificó al país y no tuvo piedad en disolver rebeliones, siendo en todo momento apoyado por los rurales y la policía secreta. Las más conocidas rebeliones fueron las de Trinidad García de la Cadena y Heraclio Bernal en 1886 y la de Ramón Corona en 1889.
Los cuerpos de rurales se encargaban de aplastar violentamente todo rasgo de rebelión que apareciera en el país. Así sucedió con los yaquis de Sonora y con los mayas en Yucatán. La más importante de las rebeliones fue la de Tomóchic, en noviembre de 1891, debido al pésimo estado de los campesinos que vivían miserablemente y no podían defender sus derechos. En los últimos años del régimen, las huelgas eran cada vez más frecuentes.
Díaz se empeñó en permanecer en el poder y para ello logró el crecimiento de la economía y aliarse con los poderosos de la época. Obtuvo prestigio gracias al progreso de la economía y a que respetó los cacicazgos de los pueblos,
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