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Presidentes De Mexico Siglo XX Y XXI


Enviado por   •  5 de Junio de 2014  •  2.231 Palabras (9 Páginas)  •  893 Visitas

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Los presidentes de México del siglo XX y XXI.

El largo período presidencial de Porfirio Díaz, y las condiciones sociales de la mayoría de la población, dieron como resultado el movimiento revolucionario que obligó su renuncia. Sin embargo, comenzó un siglo de lucha política e ideológica que llevó a los presidentes constitucionales no a un enfrentamiento por el poder, sino a la búsqueda de la conformación de un país a través del reconocimiento de los derechos de la sociedad por los que había luchado la revolución. En este sentido, el siglo XX y sus presidentes en México, se caracterizan por la estructuración del país no sólo en lo político, sino en lo institucional, económico, social y cultural.

Francisco I. Madero, se sublevó con el Plan de San Luís convocando a la Revolución de 1910, triunfó en las elecciones y sin embargo ello no fue suficiente para la estabilización del país, puesto que había gran interés por parte de otros militares y políticos por la representación del gobierno. Así, en 1911 quedó al mando del país Francisco León de la Barra quien en su interinato inició los Tratados de Ciudad Juárez.

En 1913 es asesinado en una conspiración, lo que originará el mandato más breve en la historia del país, el de Pedro Lascauráin que fue de 55 minutos, para que Victoriano Huerta buscara el apoyo de Estados Unidos y de los revolucionarios quienes le dieron la espalda. Cuando éste renuncia Francisco S. Carvajal se hace cargo de la presidencia en 1914, aunque por poco tiempo, tuvo el gran papel de entregar la ciudad de México a los constitucionalistas. Otros Presidentes interinos por las mismas razones, inestabilidad, renuncia, etc., fueron Eulalio Gutiérrez (1914), Roque González Garza, Francisco Lagos Cházaro (1915).

Venustiano Carranza fue la figura que pudo reunir a los revolucionarios, apoyaba a los rebeldes para que desaparecieran a Huerta. El 26 de marzo, el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza lanzó el Plan de Guadalupe desconociendo a Huerta; asumió la Jefatura del Ejército Constitucionalista y, en el curso de una larga campaña militar, logró derrotar a los federales, convocando en septiembre de 1916 al Congreso Constituyente. El 21 de noviembre de ese año, la Asamblea se instaló en Querétaro, el 23 se eligió mesa directiva; el 1o de diciembre Carranza entregó el proyecto de carta reformada. El 31 de enero de 1917 se firmó la Constitución y rindieron la protesta Venustiano Carranza y los diputados del Congreso.

Álvaro Obregón. Cuando Obregón tomó el poder en 1920, la unidad política del país no existía. El presidente se encontraba lejos de tener el control y poder que Díaz había logrado; su situación era difícil. Su dominio sobre los jefes militares locales era bastante limitado. En 1920 Obregón derrotaba a Carranza militarmente, a la persona que antes fuera su aliado. Era necesario que Obregón neutralizara a las fuerzas carrancistas que ahora se oponían a su régimen. Por eso fue desterrando y encarcelando a otros jefes militares que no le eran leales. Impuso una política de lealtad para darle solidez a su gobierno. Obregón quiso disminuir un tanto el poder de los militares reorganizando el ejército. Lo logró parcialmente con la creación de las reservas, dio de baja a un número considerable de generales, jefes, oficiales y tropa; se crearon colonias militares para permitir el retorno a la vida civil de algunos de los cuerpos del ejército. Aniquiló también con el apoyo de Estados Unidos un movimiento de Adolfo de la Huerta que quería rebelarse a su gobierno. Lo más trascendente de su mandato fue el proceso de centralización política, el debilitamiento del poder militar y la pacificación final de la lucha armada.

Plutarco Elías Calles gobernó de 1924 a 1928, período en el que se suscitan conflictos con la iglesia católica y el Estado originando la Guerra Cristera. Emilio Portes Gil fue presidente provisional de 1928 a 1930 y tuvo a bien terminar con la Guerra Cristera. Pascual Ortiz Rubio fue elegido presidente y ejerció como tal sólo de 1930 a 1932 renunciando debido a las discrepancias políticas con Plutarco Elías Calles, siendo sustituido por el interinato de dos años de Abelardo L. Rodríguez.

En 1934 inicia su período presidencial Lázaro Cárdenas, el cual ha sido uno de los más fructíferos que ha conocido la economía nacional, de carácter eminentemente social, logró conducir a las fuerzas internas del país hacia un desarrollo sostenido verdadero, durante su mandato. Cárdenas tuvo la visión de que el campo mexicano era uno de los puntos claves para que un país saliera adelante. De ahí las medidas vigorosas de la reforma agraria, la nacionalización de recursos, que permitieran a México reorientar su productividad en su propio beneficio. Las nacionalizaciones y la creación de empresas estatales, fueron otras acciones, que dinamizaron sectores clave de la economía.

En 1940 Manuel Ávila Camacho, la situación cambió drásticamente, las inversiones monopolistas internacionales, se hicieron presentes en la industria, servicios, comercio y la agricultura, -ahora nuevamente desprotegida-, comenzaron a invadir el país los empréstitos extranjeros, y empezaron a cobrar un ritmo nunca antes visto. Así, el período de Ávila Camacho consistió en estabilizar el sistema social y político resquebrajado por las rápidas reformas cardenistas, eliminar los problemas que la política populista les traía a un partido que no tenía programas verdaderamente radicales como el anterior. Lo que hizo este presidente fue crear las bases para un desarrollo industrial, aprovechando las oportunidades económicas y políticas creadas por la II Guerra Mundial.

En 1946 Miguel Alemán Valdez llegó a la Presidencia, el poder central ya no estaba en el ejército. La institucionalización de los procesos políticos había logrado convertir finalmente a esta institución en un instrumento del gobierno central privándolo de su capacidad de intervenir directamente en las decisiones políticas. La tónica de la administración de Alemán fue la de acelerar de manera espectacular el proceso de industrialización apoyado incondicionalmente la acción de la gran empresa privada. Alemán dejó para la industria nacional una infraestructura turística abierta, con grandes esperanzas. Dio gran impulso a nuevos centros turísticos tales como Acapulco, Puerto Vallarta, en donde la inversión privada encontró grandes logros al paso del tiempo. Procuró dotar a la industria de sistemas carreteros nuevos y de políticas comerciales que permitieran la promoción del turismo como fuente primordial de ingreso en muchas áreas del país.

En 1952 continuó el período industrial con Adolfo Ruiz Cortines. Se inició la promoción sistemática

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