Proclama De Miranda
Enviado por GinaLovegood • 26 de Abril de 2015 • 1.156 Palabras (5 Páginas) • 273 Visitas
Proclama fechada en Coro a 2 de agosto de 1806
Proclamación Don Francisco de Miranda, Comandante General
del Ejército Colombiano, a los Pueblos Habitantes del Continente
Américocolombiano
Valerosos compatriotas y amigos:
Obedeciendo a vuestro llamamiento, y a las repetidas instancias y clamores de la Patria, en cuyo servicio
hemos gustosamente consagrado la mejor parte de la vida; somos desembarcados en esta Provincia de
Caracas, la coyuntura y el tiempo nos parecen sumamente favorables para la consecución de vuestros
designios; y cuantas personas componen este Ejército son amigos o compatriotas vuestros; todos resuel-
tos a dar la vida si fuese necesario, por vuestra libertad e independencia, bajo los auspicios y protección
de la marina británica.
Con estos auxilios podemos seguramente decir, que llegó el día, por fin, en que, recobrando nuestra
América su soberana Independencia, podrán sus hijos libremente manifestar al Universo sus ánimos
generosos. El opresivo insensato gobierno, que obscurecía estas bellas cualidades, denigrando con ca-
lumnias nuestra modestia y carácter, consiguió también mantener su abominable sistema de adminis-
tración por tres siglos consecutivos; mas nunca pudo desarraigar de nuestros corazones aquellas virtudes
morales y civiles que una religión santa y un código regular inculcó en nuestras costumbres formando
un honesto índole nacional.
Valgámonos, pues, de estas mismas estimables prendas, para que, expelidos los pocos odiados agentes
del gobierno de Madrid, podamos tranquilamente establecer el orden civil necesario a la consecución
de tan honrosa empresa.-La recuperación de nuestros derechos como ciudadanos y de nuestra gloria
nacional como Americanos Colombianos, serán acaso los menores beneficios que recojamos de ésta tan
justa, como necesaria determinación.
Que los buenos e inocentes indios, así como los bizarros pardos, y morenos libres crean firmemente,
que somos todos conciudadanos, y que los premios pertenecen exclusivamente al mérito y a la virtud,
en cuya suposición obtendrán en adelante infaliblemente, las recompensas militares y civiles, por su
mérito solamente.
Y si los pueblos holandeses y portugueses pudieron en otro tiempo sacudir el yugo de la opresora
España; si los suizos y americanos nuestros vecinos, igualmente consiguieron establecer su Libertad
e Independencia, con aplauso general del mundo, y en beneficio de sus habitantes, cuando cada uno
de estos pueblos separadamente apenas contaba de dos o tres millones de habitantes, ¿por qué, pues,
nosotros, que por lo menos somos 16 millones, no lo ejecutaríamos fácilmente, poseyendo, además de
ello, el Continente más fértil, más inexpugnable, y más rico de la Tierra? El hecho es, que todo pende
de nuestra voluntad solamente y así como el querer constituirá indudablemente nuestra Independen-
cia, la Unión nos asegurará permanencia y felicidad perpetua:
Quiéralo así la Divina Providencia para alivio de nuestros infelices compatriotas: para amparo y ben-
eficio del género humano.
Las personas timoratas, o menos instruidas que quieran imponerse a fondo de las razones de justicia
y de equidad, que necesiten estos procedimientos junto con los hechos históricos que comprueban la
inconcebible ingratitud, inauditas crueldades y persecuciones atroces del gobierno español, desde el
momento casi de su descubrimiento, lean la Epístola adjunta de D. Juan Viscardo, de la Compañía
de Jesús, dirigida a sus compatriotas; y hallarán en ella irrefragables pruebas, y sólidos argumentos en
favor de nuestra causa, dictados por un varón santo, y a tiempo de dejar el mundo, para aparecer ante
el Creador del Universo.
Para llevar este Plan a su debido efecto, con seguridad y eficacia, serán obligados los ciudadanos sin
distinción de clases, estado, ni color (los Eclesiásticos solamente
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