Proyecto De Nacion
Enviado por michelleYjavier • 7 de Octubre de 2013 • 728 Palabras (3 Páginas) • 226 Visitas
El periodo de la historia que se identifica con el general Porfirio Díaz, y que por lo mismo se llama frecuentemente Porfiriato, va del año de 1876, cuando Díaz triunfa con el Plan de Tuxtepec y se convierte por primera vez en presidente de la república en 1877, hasta el de 1911, cuando el general abandona el país y se exilia en Francia.
Se trata de una época muy interesante y contradictoria. Por un lado, la nación por fin se pacificó y la gente se pudo poner a trabajar. Lo criticable, sin embargo, es que esos y otros muchos progresos se dieron junto con la degradación de la vida política y la burla de la voluntad de los ciudadanos. Don Porfirio y sus hombres se erigieron en los dueños del país y en los únicos intérpretes posibles de su voluntad. La vida democrática perdió su sustancia y se convirtió en una serie de formulismos sin ningún interés para los ciudadanos.
Porfirio Díaz no estaba dispuesto a compartir el poder y, sobre todo, estaba decidido a eliminar a quienes podrían enfrentarse a su mandato. Al principio de su gobierno, el nuevo hombre fuerte siguió una sola estrategia: "pan o palo"; es decir: sus oponentes debían rendirse a cambio del apoyo y el reconocimiento del presidente, quien de manera generosa les entregaría algún puesto público, o sufrir en carne propia toda la represión que podía ejercer el gobierno.
Asimismo, don Porfirio decidía quiénes deberían ocupar los restantes cargos públicos, los puestos de elección popular y, por supuesto, quiénes quedarían al frente de la justicia. La autonomía de los poderes era sólo una pantalla: en realidad, el legislativo y el judicial funcionaban de acuerdo con los dictados del jefe del ejecutivo.
Una vez que el poder de don Porfirio se convirtió en algo casi absoluto, sólo permitió la existencia de algunos grupos políticos que lo apoyaban o no le causaban problemas significativos. El grupo político de mayor importancia durante aquellos años fue el de "los científicos", el cual estaba conformado por una buena parte de los miembros de su gabinete, quienes -bajo el amparo del positivismo y su fe en la ciencia- pretendían llevar al país por los caminos del orden y el progreso. No en vano, el lema de la administración porfirista era "poca política y mucha administración".
Además, el desarrollo económico no resultó benéfico para todos. Al lado de los grandes magnates, que con la ayuda de los políticos creaban fábricas e inundaban los mercados de productos novedosos, estaban los trabajadores, que a cambio de jornadas de 12 o más horas al día recibían salarios miserables, con los que no podían dar a sus familias lo más indispensable ni educar a sus hijos. En el campo, la situación de los peones era tal vez peor. Las grandes haciendas acaparaban las mejores tierras y el agua. El trabajo de los campesinos muchas veces ni
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