Puntes Sobre Antropologia
Enviado por yulichan • 21 de Junio de 2013 • 2.228 Palabras (9 Páginas) • 297 Visitas
APUNTES:
Históricamente hablando, el proyecto de Antropología general se componía de cuatro ramas: la lingüística, la arqueología, la antropología biológica y la antropología social, referida esta última como antropología cultural o etnología en algunos países. Estas últimas ponen especial énfasis en el análisis comparado de la cultura —término sobre el que no existe consenso entre las corrientes antropológicas—, que se realiza básicamente por un proceso trifásico, que comprende, en primera instancia, una investigación de gabinete; en segundo lugar, una inmersión cultural que se conoce como etnografía o trabajo de campo y, por último, el análisis de los datos obtenidos mediante el trabajo de campo.
Ruth Benedict(1887-1949). Biog (que no biografía, porque no llega a ello).
Primera mujer en la historia de la antropología cultural. De familia de granjeros americana, estudia literatura, enseñó en un colegio y a investigar a mujeres que se habían hecho figuras literarias. Entra en contacto con la antropología en torno a los 30 años, estudiando entre 1919-1921 en la Nueva Escuela de Investigación Social. Conoció a Boas, quien influyó considerablemente en su trabajo. En 1922 hizo su primer trabajo de campo entre los serrano bajo la dirección de Kroeber. En 1937 sucede a Boas en el Departamento de Antropología de la Universidad de Columbia. En 1934 publica Patterns of culture. Poetisa en sus ratos libres, publicó bajo el pseudónimo de Anne Singleton libros de poemas.
2.2.2 Influencias y aportaciones de Ruth Benedict.
Propuso que la descripción de las culturas se integrara en torno a uno o a dos rasgos psicológicos principales. “Desde este punto de vista, las culturas son psicología individual proyectada en pantalla grande”. Considera Harris que Ruth Benedict debía poco o muy poco a Freud en el empleo de lenguaje psicológico, sino que la principal herencia intelectual habría que buscarla en la escuela alemana de Dilthey, en el sentido de que Dilthey había abordado el estudio de la historia agrupando Weltanschauungen filosóficas que expresaban categorías psicológicas. La fuente del específico idioma configuracionalista se encontraría específicamente en el estudio de Nietsche sobre el drama griego (El nacimiento de la tragedia), de donde sacó la idea del contraste entre los “tipos psicológicos” dionisíaco y apolínea.
Con este marco teórico pretende Ruth Benedict explicar la integración de las culturas. Las configuraciones de Benedict subrayan la tendencia de las culturas a la consistencia. De hecho, ésta es la principal pretensión teórica de la obra de Ruth Benedict: la integración y la coherencia funcional que se advierte en la vida cultural cuando se contempla desde una perspectiva configuracionalista. Esto es así porque Ruth Benedict, poetisa, trabajaba “constantemente para encontrar un principio integrador que explicara simultáneamente los orígenes dispares de los elementos de que estaba construida la cultura y la totalidad que ella percibía, sentía en cada cultura.”
Para Harris, su contribución a la explicación de las diferencias y de las semejanzas culturales era minúscula. Como ya había advertido de la obra de Spengler, Ruth Benedict tuvo buen cuidado en insistir que la polaridad apolíneo-dionísico no se podría aplicar útilmente más que a un pequeño número de las culturas del mundo. Más aún, el cuidad que ella puso en disociar sus configuraciones de cualquier posible esquema global, la muestra estrictamente limitada con que trabajó y la ausencia de explicaciones causales sólo pueden explicarse en base a una fuerte conexión con el credo del particularismo histórico.
En este sentido el tema central de Patterns of culture es el de que cada cultura selecciona o escoge entre la infinita variedad de posibilidades de comportamiento un segmento limitado que unas veces se ajusta a una configuración y otras no. Quizás el ejemplo más claro del modelo de explicación de Ruth Benedict sobre las diferencias y las semejanzas culturales es el mito de los indios digger (shoshone): “En un principio, Dios dio a cada pueblo una vasija, una vasija de barro, y en esa vasija bebían su vida (…) Todos bebían de la misma agua, pero sus vasijas eran diferentes”.
Y es que para Harris, Ruth Benedict consideraba la antropología cultural como una disciplina cuya función principal era la de describir artísticamente las variedades de las tradiciones culturales del hombre y no de explicarlas. Función artística que conecta con su vocación literaria de poetisa. Esta vocación artística explica el éxito de su libro en claro contraste con su aportación teórica a la antropología, con graves problemas metodológicos (al menos en Benedict y Mead) en los que se llegan a realizar afirmaciones como “los indios pueblo no tienen ni idea de lo que pueda ser el suicidio: es un acto demasiado violento…”; afirmaciones que no es posible asumir por su escaso rigor científico, por ser, como afirma Harris, “procedimientos impresionistas, científicamente.
El culturalismo sostiene, más o menos abiertamente, el postulado de que el fin del hombre es cultural. Empero, como se puede apreciar, este postulado es ciego en antropología, pues desconoce que el corazón humano busca una felicidad insaciable con productos culturales, por muy sofisticados, abundantes y fantásticos que sean. Otro motivo para no confundir la antropología, y también la ética, con la cultura. Por eso la antropología cultural no describe el ser del hombre, sino, a lo sumo, las manifestaciones humanas a través de los productos culturales. Las culturas han sido muy diversas a lo largo de la historia, pero el hombre es hombre a pesar de las distintas culturas, e incluso más hombre si está al margen de algunas formas culturales. Es el hombre quien forma una cultura u otra, no la cultura quien forma al hombre como hombre. Entonces, ¿la cultura no humaniza al hombre? Es más bien al revés, es el hombre quien debe humanizar la cultura y quién se deja humanizar o deshumanizar por ella; es él quien se humaniza usando de unas formas culturales y rechazando otras. La cultura condiciona, no determina. Si la cultura nos formara o deformara de modo automático y necesario no seríamos ni libres ni responsables. La cultura influye cuando uno le abre las puertas de su corazón a esa influencia, y abrirlas, obviamente, es libre y responsable, antropológico.
El hombre no es un producto. Con ello no se trata de refutar las “opiniones culturales” de nadie, sino de ampliar perspectivas sobre lo humano. Descubrir que el hombre es el origen y el fin de la cultura no es una “opinión cultural”. La base humana de la cultura es la razón, pero no cualquier uso de ella, sino su uso práctico. El hombre hace porque sabe hacer. El saber
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