REBELIÓN DE 1899 EN BOLIVIA Y ZÁRATE WILLKA
Enviado por Camila_Sanchez • 25 de Octubre de 2021 • Ensayo • 1.982 Palabras (8 Páginas) • 363 Visitas
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
Facultad de Ciencias Sociales
Carrera de Ciencias de la Comunicación Social
Formación Social
Fecha: 25-10-2021
Escrito por: Emily Camila Sánchez Choque
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REBELIÓN INDÍGENA DE 1899 EN BOLIVIA Y ZÁRATE WILLCA
Introducción
En la época republicana la Ley de Exvinculación dictada por el gobierno de Frías en 1874, establecía la sustitución de la propiedad colectiva del ayllu por la propiedad individual y desató el más importante proceso de expropiación de tierras comunales de la historia republicana, implementado a través de la Revista General de Tierras, del año 1881. Para enfrentar a esta política estatal anti-indígena, alrededor de 1880 se constituye un movimiento indígena denominado los Apoderados Generales, que estaban conformado por autoridades originarias como jilacatas, mama jilacatas, jilanqus, mallkus, mama mallkus, curacas, etc. de los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba.
Es masiva oposición y resistencia indígena logró algunas grandes reivindicaciones, pero también comenzaron a plantear el derecho a la autonomía. Y dentro de algunas situaciones confusas se llegó a la formación del primer gobierno indígena en Peñas – Oruro, alrededor de 1900, encabezado por Juan Lero y sus ministros. Después de la derrota del movimiento de los Apoderados Generales, este movimiento de los Caciques Apoderados, encabezado por Pablo Zárate Willka, Juan Lero y otros, continúa el movimiento indígena en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca, en una larga lucha legal hasta 1952.
Desarrollo
El inicio del enfrentamiento
Las comunidades indígenas del altiplano boliviano a finales de 1898 se encontraban desesperados debido a que en esta década se agravó el problema de la tierra debido a la desintegración continua de los ayllus y por la cantidad de ventas ilegales. Los más favorecidos eran los blancos y mestizos. Fueron varias las revueltas que acontecieron como antecedentes de lo que más adelante vendría.
En el área rural, los comunarios de Calamarca habían incendiado Vilaque, los de Pucarani asaltaron en varias ocasiones la casa del señor Tamayo, los de Yaco que fueron desalojados dos veces por el batallón Murillo no estaban dispuestos a pagar la contribución indigenal. Los colonos del señor Goitia se alzaban muy seguido, los de Desaguadero que demostraba ensañamiento, es así que perduraron ataques a la propiedad en los últimos cien años.
De esa situación desesperada es que Pablo Zárate Willca y su movimiento tenían sus objetivos claros y estaban convencidos que sus demandas podían ser escuchadas a través de una alianza política con los liberales que incluían en sus discursos la promesa de restitución de tierras. Por las experiencias anteriores estaba claro que su propósito era aplicar una estrategia que favorecería al movimiento indígena, ya que no estaban ajenos a ser parte de la actividad política y viceversa. Los liberales necesitaban el apoyo de los indígenas por dos motivos. Una por la imagen que por el apoyo del sector indígena lograron tener como partido populista e incluyeron las reivindicaciones sociales. El otro motivo es porque su ayuda será de gran beneficio en caso de una batalla bélica. La relación que mantenían entre las comunidades y el partido liberal desde los años ochenta fue cercana tanto así que en varias ocasiones actuaron como aliados.
La relación que tenían Willka y Pando a la hora de la revolución puso a prueba una estrategia bélica que hubiera sido imposible que surja sin haber sido antes pensada. Años después, Bautista Saavedra, en el famoso proceso de Mohoza, aseveró que la rebelión indígena fue planeada con anticipación. Esta afirmación parece evidente, pero lo que Bautista Saavedra es cauteloso en decir es que tanto como indígenas y liberales andaban juntos en sus planes conspirativos y actuar en el momento preciso, el que fue provocado por la Ley de Radicatoria de noviembre de 1899. Fue dicha ley que estableció que la ciudad de Sucre es la capital definitiva de la República de Bolivia.
La estrategia de Pablo Zárate Willka y José Manuel Pando se puso en marcha durante los días siguientes a la declaración de la junta de gobierno, los paceños federales se brindaron a organizar la revolución. El mayor problema que afrontaron fue por el aprovisionamiento de armas porque las que tenían no eran suficientes para el combate contra el presidente Alonso quien ya estaba próximo a La Paz dotado del armamento de guerra necesario y conformado por unidades militares preparadas. Ante esto, solo eran viables dos caminos para satisfacer dichos propósitos: adquirir armas de procedencia peruana, con la colaboración de integrantes del partido liberal que se encontraban en ese país y con la ayuda del ejército auxiliar de indígenas, útil para distraer al enemigo hasta que éstas lleguen a destino. Lo evidente es que al esperar los pertrechos, cada vez se hacía necesario más apoyo al sector indígena que apoyaba la revolución. De esta manera, el coronel Pando fue a la localidad de Sica-Sica el 24 de diciembre de 1898 donde estableció su mando momentáneamente con 50 hombres.
Es posible pensar que en este momento crucial es que ambos líderes se encontraron y tomaron las decisiones esperadas. Según Condarco (1982) fue la junta federal de La Paz la que, antes que Pando, recurrió a la idea de sublevar a la indiada basado en declaraciones posteriores que afirman que la junta dio instrucciones para que agentes liberales lleven adelante la campaña india. No debemos olvidar que Pando era parte de la junta de gobierno y que conocía personalmente a Willka. Por esa razón, los más seguro era que Pando a nombre de la junta, se habría reunido con Willka en Sica-Sica y que desde ese momento, ambos líderes ejecutaron todo un plan militar para contener a las fuerzas de la oposición. Sin embargo, esto no olvida que la junta de gobierno dio órdenes a los diferentes clubes liberales en el área rural para hostigar a la población indígena.
La organización del Estado Mayor de Pablo Zárate Willka
En diciembre de 1898, se inició en las provincias del departamento de La Paz movilizaciones indígenas que se extendieron en todo el altiplano de Oruro y el norte de Potosí, es decir donde vivían los apoderados generales. El movimiento fue tomando fuerza en la medida en que las distintas localidades y diferentes apoderados lograron integrarse a las órdenes de Willka para actuar en sus respectivas regiones.
Después que Willka fue concedido con el doble grado de general de una división del ejército federal y comandante en jefe del ejército indígena por Pando, él y sus seguidores desarrollaron su propia estrategia militar establecida por separaciones territoriales que, en una suerte de relación confederativa, nos recuerdan al área geográfica de varios antiguos señoríos étnicos y las reparticiones coloniales. Al mando de la cabeza del Estado Mayor indígena se encontraba Pablo Zárate, como máxima autoridad máxima que lideró a todo el movimiento, se concentró en la provincia de Sica-Sica por tener mayor influencia y facilidad para controlar las actividades del ejército unitario. Esta región era Pacajes, un señorío prehispánico.
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