REFLEXIONES
Enviado por dilicaro • 14 de Septiembre de 2012 • 1.813 Palabras (8 Páginas) • 345 Visitas
Seminario: Etica y Bioética en la práctica profesional
Autor: Prof. Lic. Sergio Julián Saenz
“Reflexiones sobre la ética del docente. Aspectos y perspectivas generales”
PRESENTACIÓN
La ética en la conceptualización del campo de la Didáctica.
A) -Desde el educador: estas líneas intentan facilitar una aproximación al marco teórico de nuestra reflexión. Intentaremos definir al educador desde la contextualización de la práctica. De un modo genérico el educador es todo ser humano implicado en una práctica histórica transformadora. En segundo lugar, el educador es el profesional que intencionalmente se dedica a la actividad de crear condiciones de desarrollo de conductas deseables desde el punto de vista del individuo y del propio humano. En tercer lugar, el educador es un sujeto que junto a otros sujetos construye por medio de su acción un proyecto educativo de una sociedad.
La acción educativa no se concibe, en este planteamiento, desde una pretendida naturalidad. Es una actividad marcada desde su inicio por el proyecto histórico-social de una comunidad. Esta afirmación se traduce desde un plano general, en donde el educador ejerce su actividad optando por determinadas elecciones teóricas, y en un plano ético específico, en donde el educador opta por los medios de procesar la praxis educativa en coherencia con las conceptualizaciones éticas de su práctica.
El aporte de la ética se concibe a partir de la creación de condiciones para que el docente se prepare intelectual y afectivamente para el tipo de acción que va a emprender. Necesitará aprendizajes cognoscitivos específicos para el desarrollo de una actividad crítica sobre el mundo y su práctica profesional, de un modo tal que lo habilite para actuar junto a otros seres humanos en un proceso educativo.
B) -El papel de la ética: esta disciplina ayuda al educador al facilitar la enseñanza y el aprendizaje de comportamientos deseables desde el punto de vista social. Esto implica el reconocimiento de que en la actividad docente hay una carga inmensa de contenidos de orden ético. El aporte de la ética en el campo de la Didáctica constituye una superación del acento hipertrofiado en los contenidos conceptuales del “saber hacer”. Sin desconocer la importancia de aspectos tales como la programación o la evaluación, la ética ayuda a reforzar el vínculo entre la teoría y la práctica docente por el acento que coloca en una práctica (guiada por la finalidad de desarrollo de hábitos de conviavilidad, tolerancia y responsabilidad) con basamentos teórico-críticos individuales.
La vinculación entre el campo de la Didáctica y los aportes de la ética no se reducen a una enseñanza de medios y mecanismos para el desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje, sino en la transmisión, el reconocimiento y la incorporación de los elementos que favorecen una práctica comprometida cognoscitiva y afectivamente por medio de una constante reflexión sobre la misma práctica. El carácter doble de la ética (teoría más práctica) es el que posibilita el papel específico del docente en la traducción de modos de vida dignos y coherentes.
Estos acercamientos parten de una concepción de la Didáctica como teoría acerca de las prácticas de la enseñanza significadas en contexto socio-histórico. Una buena enseñanza difiere del planteo didáctico de décadas anteriores (que remitía a una enseñanza exitosa). En el contexto de una re-conceptualización del campo didáctico la buena enseñanza equivale a preguntar por los principios éticos que justifican las acciones docentes capaces de provocar comportamientos morales en los alumnos. Esto implica la recuperación de la ética y los valores en la práctica docente en el contexto y en el marco de las complejas relaciones de los actores en el ámbito escolar.
La naturaleza social y cultural del conocimientos y su adquisición requiere del desarrollo de la capacidad de comprender y concretar con la propia coherencia entre acción y pensamiento un marco de efectivización para la orientación de las prácticas con sentido. La búsqueda del consenso, de acuerdos y pactos de conviavilidad no puede reflejar a la Universidad como comunidad de aprendizaje y pensamientos, en donde la ética delimita una práctica significativa. Las formas de pensamiento del propio docente que acepta y se decide por estrategias de contenido ético genera una enseñanza como proceso de construcción cooperativa, pero esa construcción implica la preservación de la autonomía docente frente a la elección de su práctica y diseño. Estas consideraciones se proponen vehiculizar una propuesta real de síntesis de las distintas concepciones curriculares que incorpora el docente. En el curriculum real se articulan los procedimientos y mediaciones por las cuales el conocimiento erudito se transforma en conocimiento aprendido. La cualidad ética de los referentes teóricos-prácticos que apuntan a la transmisión de modos de vida democrática incide discretamente en la cultura pedagógica del docente. Los principios pedagógicos, internalizados por el docente desde su formación y trayectoria institucional, pueden manifestarse e intervenir en un proceso de moldeado y transformación inicialmente subjetivo y posteriormente traducido en el ámbito áulico con una enseñanza significativa.
La ausencia de referentes éticos, como el valor de los ejemplos concretos, el respeto, la tolerancia y el ejercicio coherente de normas, ha colaborado a lo largo de años en el desprestigio de la profesionalidad docente y la reiteración de una racionalidad técnica vaciada de contenido. Lo que proponemos es una recuperación de las prácticas de la enseñanza por medio del propio trabajo reflexivo y crítico con la guía de referentes éticos (lo que no deslinda al docente de aceptar o no tal propuesta).
DESARROLLO.
Ética en acción.
Al tratar el tema de la ética del docente, se recorta como fundamental la cuestión relativa a la relevancia de los contenidos a presentar. Esta cuestión se puede agrupar
...