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REVOLUCIÓN FRANCESA


Enviado por   •  15 de Mayo de 2013  •  1.470 Palabras (6 Páginas)  •  386 Visitas

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La dinámica del capitalismo comercial naciente llevaba de manera obligada a procurar la expansión del mercado. La expansión turca de la segunda mitad del siglo XV y la conquista de Constantinopla, interrumpieron las tradicionales rutas comerciales con el Cercano y Extremo Oriente, estrechando el campo operativo de las ciudades comerciales, particularmente las italianas, y de los nacientes estados nacionales.

La sustitución de las rutas terrestres tradicionales, se constituyó pues en la actividad más importante a partir de la segunda mitad del siglo XV. Portugal, a través de las empresas precursoras de Enrique el Navegante, abre la ruta marítima hacia Oriente en torno al Africa y le siguen luego España, Inglaterra, Francia y Holanda.

El desplazamiento del centro de gravedad del comercio del Mediterráneo Oriental al Océano Atlántico, puso fin a la preponderancia comercial de las ciudades italianas y trasladó el principal teatro de los acontecimientos comerciales a los estados europeos de la cuenca del Atlántico y del Mar del Norte. El descubrimiento de América fue un episodio clave de la expansión comercial europea.

Pero el aprovechamiento económico de las tierras recién descubiertas, planteó problemas totalmente nuevos a las potencias comerciales. Conviene recordar que hasta el descubrimiento de América las relaciones económicas de los europeos con aquellos con quienes trataban en el Cercano y Extremo Oriente y Europa Oriental tenían dos manifestaciones: el comercio y/o el pillaje.

Bajo este tipo de relación económica, el capital comercial europeo no penetró en la organización de los pueblos con quienes mantenía relaciones económicas. Los despojaba por la fuerza de parte de su riqueza o, cuando esto no era posible, comerciaba. Pero no organizaban en la “periferia”, empresas industriales o agrícolas, manejadas por ellos, en las que pudieran cumplir un auténtico papel de empresarios, esto es, combinar los factores productivos en una rama concreta de la producción.

La realidad encontrada en América rompió los moldes operativos tradicionales. En este continente, los europeos se encontraron con civilizaciones indígenas (avanzadas algunas) sometibles por la fuerza o con regiones de vastos recursos naturales inexplorados.

El primer tipo de relación económica establecido, fue, lógicamente, el pillaje. Pero esta relación económica, necesariamente transitoria, implicaba la necesidad de organizar la producción directamente por parte de los colonizadores. En síntesis, por primera vez, en la historia de la expansión comercial europea, se planteaba la necesidad de organizar la producción directamente, esto es, conjugar factores productivos, capital y mano de obra, en el aprovechamiento de los recursos naturales.

Esta nueva realidad planteó problemas concretos, se puede decir que se vinculaban a los siguientes aspectos: a) la mano de obra y la organización de la unidad productora; b) la ocupación territorial en gran escala; c) la organización política e institucional de los nuevos territorios y finalmente, d) la captación de riqueza para los gobiernos metropolitanos.

Se presentó el problema de la mano de obra. El imperio español era el que contaba con más abundancia de fuerza de trabajo indígena aprovechable. Las tradicionales organizaciones de la mita y el yaconazgo, regulaban las relaciones de los trabajadores indígenas con la empresa productiva.

Prácticamente ninguna de las otras naciones coloniales contó con una oferta preexistente de mano de obra como en el caso de España, Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda debieron pues, traer la mano de obra desde otros lugares. Tuvo así lugar la inmigración de población blanca en condiciones serviles.

Inglaterra aplicó sin éxito mayor el sistema de las compañías colonizadoras, como forma de trasladar mano de obra y capitales a sus posesiones americanas. Portugal y Holanda vincularon en empresas conjuntas sus capitales y la experiencia técnica en la producción del azúcar

La ocupación territorial en gran escala constituye el segundo problema de los enumerados anteriormente. Al tener que explotar económicamente los recursos naturales disponibles y/u organizar en gran escala el saqueo, fue necesario ocupar con profundidad los territorios conquistados.

La organización política e institucional operó en dos planos distintos. Por un lado la creación de organismos que fueron la manifestación de la soberanía de la potencia colonial; en general se tendió a trasplantar en las colonias americanas las instituciones vigentes en la madre patria. Por el otro, las medidas tendientes a establecer el equilibrio político buscado entre las fuerzas sociales predominantes en las colonias (clero y oligarquías locales).

Finalmente, las potencias coloniales debieron crear en sus relaciones con sus dominios americanos los cauces adecuados para volcar en las áreas fiscales parte de la riqueza obtenida en el Nuevo Mundo.

En todo el período

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