RUSIA EN LA REGIÓN DE ASIA-PACÍFICO: ENTRE LA INTEGRACIÓN Y LA GEOPOLÍTICA

RUSIA EN LA REGIÓN DE ASIA-PACÍFICO: ENTRE LA INTEGRACIÓN Y LA GEOPOLÍTICA

POR PAUL RICHARDSON

Por primera vez en su historia, Rusia este año asumió el liderazgo de un importante foro de Asia Pacífico-APEC. En septiembre la cumbre anual de la organización se llevará a cabo en Vladivostok y por medio de este congreso Rusia espera demostrar al mundo, y de sus propios ciudadanos, que el país vuelve a ser una potencia en Europa y Asia. Es una visión audaz, que se une a la estrategia nacional de desarrollo de Rusia y Grandes aspiraciones de energía. Como un diplomático ruso dijo a este autor, si Rusia realmente se involucra en Asia podría cambiar el país y también del mundo.

En una visita a Vladivostok en junio pasado el presidente ruso, Dmitri Medvedev, hizo hincapié en que la celebración de la APEC se aseguraría de que Rusia era una parte integral de la región de Asia-Pacífico y actuar como un catalizador para el desarrollo de Vladivostok y el Lejano Oriente ruso. Al seleccionar Vladivostok como anfitrión de APEC 2012, que afirmó categóricamente que "lo que estamos creando se mantendrá, espero, durante décadas y siglos por venir."

Como el analista político ruso eminente Sergei Karaganov ha señalado la necesidad de que el desarrollo de esta región y convertir a Rusia hacia Asia recientemente ha sido reconocido por un coro de los principales expertos de Rusia en los asuntos internacionales que hace apenas cinco años que rara vez, si acaso, mira hacia el este . Expertos como Dmitri Trenin ahora ven las economías dinámicas de Asia una oportunidad para la renovación y la unificación del país y en su libro más reciente, posterior al Imperio, incluso evocó el legado de transformación de Pedro el Grande lo que sugiere que: "Rusia haría así que pensar en Vladivostok como capital del siglo XXI. Es una apertura de respiración puerto".

Sin embargo, al mismo tiempo que la unidad de Rusia para la integración, la inversión y la aceptación en la región Asia-Pacífico, se ha templado por un imperativo para reafirmar el poder geopolítico de Rusia en el Lejano Oriente. Esto se evidencia por la costosa modernización de la Flota del Pacífico, que en los próximos años va a adquirir dos estados de los buques de asalto anfibio Mistral arte francés incorporada. Rusia también ha buscado constantemente para reforzar sus relaciones con Corea del Norte, lo que provocó críticas en Corea del Sur y Japón para apoyar el régimen allí. Rusia propuso recientemente un gasoducto a través de Corea del Norte al Sur. Fue presentado como una forma innovadora de comprometerse con Corea del Norte, pero tiene más que ver con el deseo de Rusia para seguir siendo relevante en la diplomacia regional y la diversificación de sus puntos de venta para los mercados del gas.

En cuanto a Japón, las esperanzas de una asociación más amplia y la inversión han sido eclipsadas por la construcción masiva de fondos federales y las actualizaciones militares en las islas Kuriles del Sur/Territorios del Norte en disputa. Relaciones todavía se están recuperando de una baja dramática en noviembre de 2010, cuando visita teatralizada y provocadora del presidente Medvédev a las islas dio lugar a la retirada temporal y luego sustitución del embajador de Japón en Rusia.

Sin embargo, es la relación con China, que colores visión rusa de Asia más. A primera vista, las relaciones parecen estar progresando bien. En 2004, los dos gobiernos resolvieron una disputa territorial de larga data; relación personal de los líderes parece armoniosa (testigo de la reciente concesión del Premio Confucio al primer ministro ruso, Vladimir Putin); ambos países llevan la Organización de Cooperación de Shanghai; y las oportunidades económicas de China ofrece son evidentes para cualquier visitante del Extremo Oriente ruso.

Sin embargo, algunas fallas subyacentes

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