Reforma Al Sistema Binominal, Una Necesidad Para El Progreso De La Democracia

Reforma al Sistema Binominal, una necesidad para el progreso de la democracia

La historia democrática del país cuenta que han existido cuatro tipos de sistemas electorales, siendo el último, el aún vigente Sistema Binominal. Hay antecedentes que muestran que éste fue ideado por el gobierno militar aproximadamente en el 1985 y llevado a la práctica cuatro años después. Debido a su origen, este sistema electoral favorecía a los que tenían el poder en ese entonces (los militares), pero hoy en día se puede observar una serie de deficiencias en este aparato, lo que provoca un estancamiento en las prácticas políticas y por efecto también del progreso del sistema democrático. Políticos de diversas tendencias políticas han expresado su adhesión a una reforma enviando proyectos y propuestas al congreso.

Es por esto que en el siguiente ensayo, se explicará por qué es necesaria una modificación en este sistema electoral, y en que nos influye esto, a nosotros como miembros de la sociedad chilena.

Cada vez que se llaman a elecciones electorales, las personas que son ciudadanos, manifiestan su preferencia a través del escrutinio. En un sistema proporcional, resulta electo el candidato con la mayor cantidad de votos, ya que esto expone la voluntad de la gente. Pero en la realidad chilena esto no funciona así, debido al sistema binominal, el que tiene un funcionamiento distinto. Contextualizando, la ley electoral 18.700, Artículo 109bis, enuncia lo siguiente con respecto al binomalismo, “En el caso de elecciones de Parlamentarios, el Tribunal proclamará elegidos Senadores o Diputados a los dos candidatos de una misma lista, cuando esta alcanzare el mayor número de sufragios y tuviere un total de votos que excediere el doble de los que alcanzare la lista o nómina que la siguiere en número de sufragios. Si ninguna lista obtuviere los dos cargos, elegirá un cargo cada una de las listas o nóminas que obtengan las dos más altas mayorías de votos totales de lista o nómina, debiendo el Tribunal proclamar elegidos Senadores o Diputados a aquellos candidatos que, dentro de cada lista o nómina, hubieren obtenido las más altas mayorías”

Una de las mayores problemáticas de este sistema es que hay una carencia de competitividad en los grupos políticos opositores a la hora de una elección. En el sistema binominal, hay dos fuerzas potentes que son contrarias; debido a esto los partidos políticos deben reagruparse en coaliciones, donde los políticos buscan apoyo para respaldar sus candidaturas. Y si bien esto ha hecho de que los estos cooperen entre si, al mismo tiempo hace que velen más por sus intereses propios que por los bienes de la sociedad. Debido a esto, el sistema binominal ha causado que la incertidumbre sea escaza ya que en la mayoría de los casos, salen electos un candidato oficialista y otro opositor, por lo que el congreso tiene equiparadas ambas fuerzas en el congreso. Esto genera que los pronósticos de las elecciones sean predecibles, lo cual es nefasto porque no hay una verdadera competencia.

Peor aún, como hay una concentración de poder entre dos fuerzas, esto automáticamente produce que se excluya a los partidos pequeños, los cuales a la larga desaparecen por la falta de apoyo, es por esto que también existe un “desincentivo a la proliferación de partidos políticos” . Un ejemplo de la marginación de los grupos políticos pequeños es el Partido Comunista, el cual no había podido ingresar a ningún representante a ninguna de las dos cámaras (En la última elección y tras un pacto con la Concertación, pudieron llevar tres candidatos y resultar electos). Según Auth, la ausencia de competencia se debe a que “Diputados y candidatos fuertes, en un sistema electoral donde la norma es que las dos listas principales se repartan cada una un escaño, desalientan la participación de un buen acompañante”

Por lo demás, como está esta carencia de incertidumbre, muchos partidos han llamado a realizar elecciones primarias en sus respectivos partidos políticos, pero esta no es la verdadera solución al conflicto de la falta de competencia, sino que implementa una reforma a que se incluyan a los partidos que hasta el día de hoy son marginados.

Por otro lado, una razón de la necesidad de una reforma al binominal, es que hay una mala estructuración del diseño de esta, o sea una falla de origen. A la hora de votar, el territorio se divide en distritos y circunscripciones, en las cuales hay un problema con la división de los votantes ya que se trasgrede la igualdad del voto. “Hay siete distritos con más de 100 mil electores por escaño y otros 18 con menos de 100 mil, que sin embargo, eligen dos diputados” , por lo que se genera una mala distribución entre la población y los distritos en los que deberían ser repartidos. Por ejemplo un voto de un campesino sureño (cuyo distrito esta poco poblado) tiene mayor trascendencia que el de un santiaguino de la comuna de Maipú (una de las comunas más pobladas de Chile).

Como ya se mencionó anteriormente, la idea de implantar este sistema fue durante el

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