Repercusiones De Ideales De Libertad

Libertad es una palabra blanca, alada, pura. Es un concepto épico, un derecho fundamental del ser humano. Hoy en día podría afirmarse con satisfacción que es uno de los grandes logros alcanzados en la historia de la humanidad. Así al menos reza en la versión oficial.

Jonathan Franzen es un artesano de la ficción, experto en elaborar caleidoscopios que proyectan los defectos, vergüenzas y carencias de la sociedad norteamericana, y por extensión, del tipo de sociedad que impera en todo el mundo civilizado. "Libertad" es su último artefacto.

Los protagonistas de "Libertad", los componentes de la familia Berglund, luchan por trazar su camino vital de forma coherente: la intachable Patty sufre por no seguir los dictados de su corazón, el ecologista William intenta proteger a una especie de pájaro en peligro de extinción... A través de las vivencias de los Berglund se reflejan las miserias que subyacen bajo la apariencia de una nación orgullosa de sí misma, que se cree superior y que parece encantada de haberse conocido. Franzen descubre la capa superficial de autocomplacencia y deja a la vista los desconchados que no interesa enseñar: la envidia, el rencor, el egoísmo, la competitividad y la infelicidad que genera un mundo en el que los valores son impuestos por las leyes del mercado.

En el mundo civilizado cualquier persona tiene derecho a ser libre. Tiene derecho a vivir como le plazca, siempre que su tipo de vida sea aprobado por los demás. Tiene derecho a hacer lo que quiera, siempre que sus actos coincidan con lo que se espera de ella. Es libre para superarse e intentar alcanzar el éxito con su propio esfuerzo, aunque esto implique aplastar en su camino a los demás. Tiene derecho a pensar contra el sistema, aunque si sus ideales alcanzan repercusión mediática estos mismos se convierten en un bien de consumo, quedando integrados y fortaleciendo al mismo sistema.

La Libertad es un estado inalcanzable, un bello pájaro imposible de atrapar. Forma parte de las utopías, de los sueños, de los mundos perfectos. Pero es una bonita ilusión que al menos sirve para mantenernos en pie hasta que aprendamos a vivir.

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