Reseña Fragmento Ornamento y Delito de Adolf Loos
Enviado por LukaGiselle • 8 de Septiembre de 2017 • Reseña • 476 Palabras (2 Páginas) • 188 Visitas
ORNAMENTO Y DELITO Adolf Loos
Los objetos desarrollados en un cierto tiempo y lugar son el reflejo de aquellos que lo producen y son aceptables cuando provienen de aquellos que no poseen otros recursos para alcanzar el ser, mientras que los arquitectos, han conseguido suplir al ornamento mediante “su arte”.
Se plantea que el ornamento es la representación de la decadencia cultural, ya que el trabajo del ornamentista ya no es bien remunerado en comparación con el trabajador moderno. Mientras que, por el mismo ingreso, el primero labora más del doble de horas en la producción de un objeto ornamentado que el segundo en un objeto liso, y este último es el mejor gratificado. La falta de ornamento conllevaría un ahorro de tiempo, trabajo y capital que actualmente se malgastan.
El ornamento se ha perdido dentro de la cultura, y, por lo tanto, ya no forma parte de esta de un modo representativo, debido a que la ornamentación moderna no posee antecedentes ni pretende dar pauta a uno nuevo, lo que resulta en la desestimación del objeto y enaltece al resto de las artes a un mayor nivel intelectual.
La producción de ornamento ha ido decreciendo en la actualidad. El que antes se consideraba reflejo de una civilización, se ha perdido en el proceso de esta y por lo tanto ya no forma parte de la cultura moderna que, debería encontrarse en un nivel superior.
Nos expone las diferencias entre un ornamentista que puede ser, en ejemplo, un artesano; y un trabajador moderno, un obrero. Manifestando que un objeto simple se vende a un precio más bajo y se puede producir en menor tiempo, ahorrando así recursos humanos, de salud, económicos, de material y de tiempo, por lo que el ornamentar un objeto es un malgasto de estos mismos recursos.
El ornamento moderno no es la representación humana ni del entorno o de nuestra realidad, no proviene de nada y solo es de agrado a personas ignorantes e incultas, lo que provoca una devaluación del objeto, y por lo tanto de la cultura.
Si bien el ornamento brinda estética y una mayor atracción visual, es cierto que es un elemento sustituible, desechable o innecesario. En nuestros días existen estilos arquitectónicos que tienen como base la falta de ornamento y más bien se caracterizan por su sencillez e integración de formas básicas.
Sin embargo, el ornamento es representación de cultura para aquellas personas que lo siguen produciendo y que forma parte de su estilo de vida, por lo que no significa que sean menos civilizados o retrógrados, sino que es una actividad que si bien esta devaluada y mal pagada, es respetable y tradicionalista, pues cada uno de nosotros a lo largo de toda nuestra vida hemos heredado conocimientos, tradiciones, creencias y formas de vivir que nos han ayudado a conformar culturas muy diferentes y diversas.
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