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Resumen De La Eneida,Virgilio


Enviado por   •  25 de Agosto de 2013  •  3.689 Palabras (15 Páginas)  •  596 Visitas

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LA ENEIDA. RESUMEN

Eneas, príncipe de Dardania, huye de Troya tras haber sido quemada ésta por el ejército aqueo, llevándose a su esposa Creúsa, a su padre Anquises y a su hijo Ascanio. En el camino Creúsa se pierde definitivamente y el fantasma del difunto príncipe Héctor le dice a Eneas que no vierta amargas lágrimas por ella, pues le estaba aparejado por el destino una esposa de sangre real.

Juno, rencorosa todavía con toda la estirpe troyana, trata de desviar por todos los medios a la flota de supervivientes de su destino inevitable, Italia. Las peregrinaciones de Eneas duran siete años, hasta que llegado el último es acogido en el reino emergente de Cartago, gobernado por Dido o Elisa de Tiro. Por un ardid de Venus y Cupido, Dido se enamora perdidamente de Eneas y tras la partida de éste por orden de Júpiter, se quita la vida, maldiciendo antes a toda la estirpe venidera de Eneas y clamando el surgimiento de un héroe vengador: de esta forma se crea el cuadro que justifica la eterna enemistad entre dos pueblos hermanos, el de Cartago y el de Roma, lo que devendría en las guerras púnicas.

En su camino hacia Italia se le aparece el alma de su padre Anquises que le pide que vaya a verlo al Averno: Eneas cede y acompañado de la Sibila de Cumas recorre los reinos de Plutón y Anquises le muestra toda la gloria y pompa de su futura estirpe, los romanos.

Llegados por fin los troyanos a Italia contactan con el rey Latino, quien los recibe pacíficamente, y recordando una antigua profecía sobre que su hija Lavinia se casaría con un extranjero, decide aliarse con Eneas y darle a Lavinia por esposa.

Turno, rey de los rútulos, primo y pretendiente de Lavinia, trastornado por las Furias, declara la guerra a Eneas. Los dos ejércitos adquieren aliados y se enfrentan fieramente, ayudados los troyanos por Venus y los rútulos por Juno, sin que Júpiter intervenga. Se producen muertes en ambos bandos y finalmente Eneas mata a Turno.

Libro I

Juno, sabedora del destino de gloria que les viene a los troyanos – quienes fundarían el Imperio Romano-, intenta impedir que lleguen a Italia. Para ello pide a Eolo que con sus vientos, les haga naufragar. A cambio le ofrece una ninfa por esposa. Éste acepta y los troyanos terminan dispersándose en el mar. Neptuno percibe lo que Eolo ha hecho, y se siente injuriado, pues el océano es su imperio. Entonces ayuda a los troyanos a llegar a las playas de Libia, pero no llegan todos juntos, sino en dos grupos.

Mientras tanto Venus, madre de Eneas, interviene presentándose bajo la figura de una virgen espartana y les informa de que las tierras donde están son de la reinaDido. Su esposo Siqueo había sido asesinado por su hermano Pigmalión y entonces ella huyó y formó una ciudad en esas tierras que compró.

Eneas se dirige a la ciudad y cuando llega ve a los compañeros que había perdido que también llegaron a pedir hospitalidad a Dido y que les ayude a buscar a su caudillo Eneas. Entonces éste se presenta y la reina Dido los acoge. Venus, buscando que Dido trate bien a Eneas, pide a su hijo Cupido que reemplace a Ascanio y produzca en Dido amor por Eneas. Éste accede. En la reunión, Dido pide a Eneas que cuente sus desgracias.

Libro II

Los libros II y III son relatos dentro del relato. Eneas, a petición de Dido, cuenta la caída y el saqueo de Troya (libro II) y las tribulaciones por él mismo sufridas desde ese evento (libro III).

El relato de la toma de Troya se abre con el episodio del caballo: Ulises, junto con otros soldados griegos, se oculta en un caballo de madera "alto como un monte" (instar montis equum) mientras que el resto de las tropas griegas se oculta en la isla de Ténedos, frente a Troya. Los troyanos, ignorando el engaño, entienden que los griegos han huido y hacen entrar el caballo en su ciudad. Piensan que se trata de una ofrenda a los dioses, a pesar de las advertencias de Laocoonte, que es asesinado por dos monstruos marinos junto a sus dos hijos. Llegada la noche, Ulises y sus hombres salen del caballo, abren las puertas de la ciudad y someten a Troya al fuego y el terror. En el momento del asalto, Eneas, dormido, ve a Héctor, que en sus sueños le anuncia el fin de Troya y le ordena salvar a los penates y huir.

Los ruidos del combate terminan por despertar a Eneas, que viendo a su ciudad en llamas y librada a manos de los griegos, decide al principio luchar hasta morir, junto con sus compañeros. Visita el palacio de Príamo y contempla la muerte del hijo de éste, Polites, en manos de Pirro, que luego decapita al rey de Troya. En medio del caos ve a Helena y se dispone lleno de ira a castigar a la culpable de la guerra. Venus, su madre, se le aparece y lo conmina a contenerse: los verdaderos culpables son los dioses, no Helena. Lo insta luego a buscar a los dioses Penates y a su familia, para huir de Troya. Eneas busca a su padre Anquises y a su hijo Julo. Anquises se rehúsa inicialmente a partir, hasta que un presagio divino lo convence. Parten entonces de la ciudad en llamas. Habiendo perdido de vista a su mujer, Creúsa, regresa a Troya. Finalmente, tras encontrar a la aparición de Creúsa, vuelve con los suyos a las afueras de Troya, donde prepara lo necesario para la partida.

Libro III

Eneas huye con los suyos primero hacia la ciudad de los Tracios, que eran sus amigos. Sin embargo, el alma de Polidoro les dice que el Rey de Tracia estaba a favor de los griegos. Se dirigen entonces donde el rey Anio. Allí escuchan de los oráculos de Apolo que han de fundar una nueva ciudad donde vivieron sus ascendientes. Anquises piensa que se refiere a Creta, donde nació su ascendiente Jove, y allí se dirigen. Allí fundan la ciudad de Pérgamo.

Sobrevino una peste y Anquises pide a Eneas que escuche nuevamente el oráculo de Apolo. Sin embargo, esto no fue necesario, pues en sueños se le dijo a Eneas que las tierras a las que se refería Apolo eran las de Italia o Lacio. Anquises recuerda que allí nació su ascendiente Dárdano y deciden viajar a esos lugares.

Se dirigen a las islas del mar Jónico. Allí tienen un encuentro con Celeno y otras arpías. Los troyanos comen de sus rebaños y entonces ellas les atacan. Ellos se defienden fieramente y por ello Celeno le vaticina que sufrirá hambre cuando llegue a Roma. Tras unos viajes, Eneas se entera que Heleno, hijo de Príamo, reinaba en una ciudad cercana – pues se había casado con la viuda de Pirro – y hacia allí se dirigen. Ven allí también a Andrómaca. Heleno le predice que llegará a Italia, pero para entrar en ella tendrá que sufrir un poco, pues allí habitaban griegos. Le dice que debe cuidarse también de Caribdis y Escila. Le aconseja que implore el numen de Juno y que escuche los oráculos de la Sibila.

Continuando su viaje, pasaron por el promontorio

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