Retorica De Aristoteles

Del texto retórica de Aristóteles:

Partamos de la primicia que la retórica es correlativa de la dialéctica, en donde ambas necesitan de la otra para existir, para poder cumplir con su cometido, que es llegar a un espectador y hacer que este se convenza de la postura del locutor.

Se menciona que se han sintetizado tanto los tratados que no se ha transmitido nada, es decir, los argumentos se han tratado de reducir que para explicarlos omiten cosas que se consideran importantes, de aquí la gran injerencia de unas leyes bien claras y definidas para que un gobierno pueda conducirse a través de la retórica con resultados favorables.

Ahora bien, se dice que las leyes deben estar rectamente establecidas, para que éstas determinen por sí mismas todas las cosas y dejen lo menos posible a los que juzgan, porque se dice que es mas fácil escoger a unos pocos que legislen y juzguen bien que elegir a muchos, sin embargo, en la realidad esto es imposible, ya que en la actualidad en nuestro País se ha observado que nuestros legisladores dejan mucho que desear porque son personas que carecen de una especialidad o estudios en la materia, y que por lo regular sólo son designados a capricho y arbitrio de un grupo de personas que se encargan de manejar la política.

Por otra parte, elegir a juzgadores que sean árbitros de las menos cosas posibles, dejando a los jueces el decidir si algo sucedió o no, es imposible, ya que un juez debe estar preparado para solucionar un universo de situaciones que se le presenten y que por lo mismo una ley no debe abarcar, ésta debe ser general y abstracta, por lo que el juzgador debe tener un criterio lo suficientemente preparado para hacer frente a todas las conductas que se le presenten y decidir si existió o no una falta, porque como se menciona en el texto el hombre tiene la potencia de comprender lo verdadero y lo verosímil, pero que se necesita que se haga una correcta especialización de los jueces para que puedan y sepan distinguir entre una realidad y una fantasía y no cometer por consiguiente, arbitrariedades.

Siguiendo con la retórica, observamos que los argumentos que se utilizan en el razonamiento son tres: el carácter del que habla, el estado de ánimo del oyente y la importancia y trascendencia del discurso, que, si observamos, es el triangulo de la comunicación que es necesario para que haya buen entendimiento y en este caso el uso de la retórica sea satisfactorio, ya que si no existe una buena plática y razonamientos del exponente, difícilmente se logrará la atención del oyente que terminara por fastidiarse y abandonar la plática, dejando sus ideas intactas y, por consiguiente, haciendo que la retórica se vea como un medio inútil.

Retomando el tema del contenido de las leyes, muchas veces se dice que las personas que deliberan aconsejan cosas inconvenientes o disuaden de cosas provechosas

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