Revolucion Industrial
Enviado por mairaramos15 • 19 de Diciembre de 2013 • 2.828 Palabras (12 Páginas) • 365 Visitas
2. La, rerJoluciín ind,ustrial
Táles trabajos, a pesar de sus operaciones, causas y consecuencias,
tienen un mérito infinito y acreditan los talentos de este hombre ingenioso
y práctico, clrya voltrntad tiene el mérito, donde quiera que va, de
hacer pensar a los hombres ... Liberadlos de esa indiferencia perezosa,
soñoliénta y estúpida, de esa ociosa negligencia que los encadena a los
senderos trillados de sus antepasados, sin curiosidad, sin imaginación
y sin ambición, y tened la seguridad de hacer el bien. iQué serie de
pensamientos, qué espíriru de lucha, qué masa de energía y esfuerzo
ha brotado en cada aspecto de la vida, de las obras de hombres como
Brindle¡ Watt Priestley, Harrison Arkwright...! ¿En qué campo de la
actividad podríamos encontrar un hornbre que no se sintiera animado
en sus ocupaciones contemplando la máquina de vapor de Watt?
Anrrrun YouNG, Tottrs in England and Whlesl
Desde esta sucia acequia la mayor corriente de industria humana
saldría ptrre fertilizar al mundo entero. Desde esta charca corrompida
brotaríá oro puro. Aquí la humanidad alcanza su rnás completo desarrollo.
Aquí la civilización realiza sus milagros y el hornbre civilizado se
convierte casi en un salvaje.
A. de ToceupvlllE, sobre Manchester, en 18352
I
Vamos a ernpezar con la Revolución industrial,_es_ decir, con .Gran Bretaña. A
primera visra ., ,rn punto de par:tióá-üpti¿ñlo;püés las reperc,-téioñéliié'édtá revolución
no se hicieron sentiide *rn..á inequívoca
-y
menos aún fuera de Inglaterra-
hasta muy avanzado ya el período que escudiamos; seguramente no antes
de 1830, probablemente no antes de 1840. Sólo en 1830la literanrray las artes ernpiezan
"
i..rti.re atraídas por la ascensión de la sociedad capitalista, por-ese rnundo
..,
"l
que todos los lazos sbciales se aflojan salvo los implacables nexos del oro y los
p"g"tér (la frase es de Carlyle). La comedia humana de Balzac, el monumento rnás ¡;
L"á"otdinario dedicado a esa ascensión, pertenece a esta década. Pero hasta cerca '
de 1*g__40-nq ernBieza _a-predusi-rs-p.la gran"^qor¡iente de liteqarula o!9iafy no_ófié-ül
d;G;t;-i"éitig"óió.res esddístñ-a!-":r-t-qÉliiei.a,"et Tnbl'nu de l'état pbysique
,et
nzoral árt oltaV¡tñáéVlGimé, L:;-l;;t;;ión de ln clase obrern en Inglnterra de Engels,
la obra de Drrcpetiaux en Béígica y los informes de observadorés inquieto-lüHó':-
rrorizados ,riájÉiói áé'Alemania a España y a los Estados unidos. S1gq J"9-4-.9, "l
proletariado ese hijo de la Revolución indu5¡¡i¿l- y el comunismo, unido ahora
" ,rrc movimientos sociales
-el
fantasma del Manifiesto conntnista-, no se ponen
en marcha sobre el continente. El mismo nombre de Revolución industrial refleja
1. A¡thur Young, Tot¿rs ir¿ England and Wales, edición de la London School of Economics, p.269'
2.A. deTocqueville,Jornnq,s to En.gland and lreland, edición deJ. P. Mayer, 1958, pp. 107-108'
Lo era. de I,n 7'eaol.zt'clo7't') I {óv-1ó+ó
su impacto relativamente tardío sobre Europa. La cosa existía en Inglaterra antes
qrr.
"i
nombre. Flacia 1820, ios socialistas ingleses y franceses . gue formaban un
g.rrpo sin precedentes- lo inventaron probablemente por analogía con la revolución
política de Francia.l
Ño obstante, conviene cons!der,31!a antlf , por dg lazoQg:.: R:tIttT:.-') porque
en realidad ...r.álló,, ?rnres dé'la-tóma áe la Bariitl"; y !égiind6; poY{ufl'ir ella no
podríarnos coñpretlAéi-A iñip¿isonál subsuelo de la his.'ro:ria en el que nacieron los
'hort
b.es y r. pro.lujeron los iucesos rrás singulares de nuestro período; la desigualt
9j i d ad. {9_p._9 .5j-tpo :
i la
Revolución industriia-l-l-")? SQi--i
"? Significa que un día
comDlelloac oe su rlfll
,*--l - -t-, -..; -"*i i''- 'i'-';
-,.*r*- ¿Q.té éi$nific¿r la frase ..estalló i. ', e^n-*trie- r1 z78q0d v';¡- l;til-Vi-Oic,-,y¡ ip-i;;;;;p;;r#l;;;:i;l-á;¿-lé; i ¿¡'la'históiiá'mmña, se liberó de sus cade-
, nas al poclei p.oclrr.ii*'o dl las sociedades hurnanas, que desde entonces se hicieron
t
',. : capaces de r-rna constante,, raápildoa yy hasta el presente ilimitada multiipplliiccaacciión de
r hombres, bienes y servicios. Esto es Io que ahora se denomina técnicamente por
t--lo,
..onámistas ..el despegue (tnke-ffi hacia el crecirniento autosostenido"- Ninguna
sociedad anterior había sido capaz de romPer los muros que una estructura
íocial preindustrial, una ciencia y ,rl; técnica défecruosas, el paro, el harnbre y la
muert; irnponían periódica*"ni. a la producción. El take-offno fue, desde luego,
uno de esos fenómenos que, corrro loi terremotos y los cometas, sorprenden.al
rnundo no técnico. Su p..^hirao.ia en Europa puede remontarse, según el gusto del
historiador y su clase áe interés, al año 1000, si no antes, y sus primeros intentos
f"r, ,"1a". "l "it" -torpes,
como los prirneros pasos de un patito- ya hubieran
fodido recibir el nombie de .<Revolución industrial' en el siglo xvIII, en el xvr y
e. los últimas décaclas del xvn. Desde mediados del xvItt, el proceso de aceleración
se hace tan parente que los antigrros historiadores tendían a atribuir a la Revolul-€
¿r, -clustrial la fecira inicial ¿á tzoo. Pero un esrudio más detenido ha hecho a
I los experros preferir como clecisiva la década de 1780 a la de 1760, por s-el en ella
j .;;"á'" los índices estadísticos torraron el sírbito, intenso y casi vertical impulso
' "r..nd"nte
que carzrcteriza al trtke-ofr, La econornía emprgndló el vuelo'
"" Llarrr"r É"..olución industrial a-este proceso es algo lógico y conforme a una
tradición sólidarrrente establecida, ,.ltttqrl. algún tiempo hubo una tendencia entre
los historiadores conservadores
-.qwizá
¿é¡i¿a a cierto temor en presencia de
conceptos
...