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Revolucion Mexicana


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2013  •  1.569 Palabras (7 Páginas)  •  361 Visitas

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La revolución mexicana

Por Juan Rivera

Personajes

Narrador

Porfirio Díaz

Emiliano Zapata

Francisco I. Madero

Francisco Villa (José Doroteo Arango Arámbula)

Venustiano Carranza

Álvaro Obregón

Victoriano Huerta (José Victoriano Huerta Márquez)

Extras (guardias, campesinos)

Prólogo

La revolución mexicana, fue la primera gran revolución del siglo XX en el mundo. Duró de 1910 a 1920, con más de un millón de muertos y exiliados, todos los sectores intervinieron, campesinos, obreros, militares y hacendados. Comienza como una protesta por un cambio político y termina clamando un cambio político, económico y social, que hasta hoy, no se ha cumplido.

Acto primero

Escena primera

Zócalo de la Ciudad de México

Porfirio Díaz, sus guardias y los campesinos.

Narrador: Porfirio Díaz, habiendo gobernado ya durante 28 años, llegaba al Zócalo de la Ciudad de México en donde organizaba un evento popular para repartir mendrugos de pan a la población campesina, que, cansados de trabajar de sol a sol, querían solamente descansar las pocas horas que les quedaban antes de volver a su jornada laboral.

Porfirio Díaz: Esto, -tomando un pedazo de pan- es para ustedes, mi gente. Disfruten de este pan, pues mi gobierno jamás dejará que sufran de hambre. Todos los domingos pueden venir aquí a divertirse y comer.

-Alguien entre la gente, alza la voz-

Campesino: ¡Ya no queremos tu limosna, son miserias que nos ofende, danos las tierras que nos arrebataste, ladrón!

Porfirio Díaz: (Con rabia en sus ojos, se dirige a los soldados que le rodean) ¡Agarren a ese muerto de hambre y háganle lo mismo que a los traidores de la patria!

-Los soldados se lo llevan entre el tumulto y Porfirio Díaz aprovecha para retirarse, todos salen de escena después del alboroto-

Escena segunda

La hacienda de Porfirio

Porfirio Díaz, sus soldados.

Narrador: Días después, el descontento (que no había sido reciente) del pueblo mexicano se acrecentaba. Díaz se reúne con un pequeño grupo de allegados a pensar en una estrategia para mantener al pueblo tranquilo.

Porfirio Díaz: (dando vueltas, deteniéndose de vez en cuando a mirar la ventana) Debe ser la sequía, los campos, el ganado y hasta los indígenas necesitan agua para continuar su desarrollo.

Oficial: Mi general, puede que el aumento en el precio de los alimentos y de las inversiones extranjeras sean motivo del descontento.

Porfirio Díaz: (Se detiene y lo mira) Hay que colgar más gente, si, eso siempre ha funcionado, colgamos a los alborotadores en la calle.

Oficial: Ya hemos hecho eso, mi general…

Porfirio Díaz: Tal vez sea hora de que venga ese americano a entrevistarme, tengo unas palabras que les gustarán a los revoltosos. Con eso seguramente se calmarán.

-Salen de escena-

Escena tercera

En una casa de la Ciudad de México

Francisco I. Madero y dirigentes políticos

Narrador: Porfirio Díaz, después de haberse entrevistado con un estadounidense, declaró que el pueblo estaba listo para elegir a sus propios gobernantes y que se retiraría al finalizar su mandato. Sin embargo esto no sucedió y la alegría del pueblo al saber la noticia, se esfumó tan rápido como llegó. Mientras tanto Francisco I. Madero, empresario y político comienza a movilizarse.

Francisco I. Madero: Hoy 22 de mayo de 1909, después de casi un año de reclamar las injusticias políticas de Díaz en mi libro “La sucesión presidencial”, y sin ver un cambio de ánimos por parte del gobierno, me complazco en informar que seguiremos en la lucha política con el anterior Club Antirreleccionista de México y ahora Partido Nacional Antirreeleccionista, rumbo a la presidencia de México y la no relección de Porfirio Díaz.

-Los asistentes vitorean-

Francisco I. Madero: Nosotros somos la verdadera oposición al gobierno de Díaz, la verdadera democracia frente a la dictadura, vamos a recorrer el país y vamos a ganar legítimamente a través del sufragio, la presidencia y la devolución de lo que le pertenece a todos.

-Más vítores-

-Salen de escena-

Escena cuarta

Palacio de Díaz

Porfirio Díaz, sus oficiales y soldados

Narrador: Madero recorrió el país ganando, por donde pasaba, adeptos a su causa. Durante el tiempo restante a las elecciones de 1910, logró la autonomía de Coahuila, pues no estaba de acuerdo con que los gobernantes fueran elegidos desde la ciudad de México. Mientras tanto, Díaz elaboraba un plan para evitar que Madero lo venciera.

Porfirio Díaz: ¡No me van a quitar de la silla! Esos sucios campesinos no me pueden derribar. –Camina nerviosamente- Tengo que pensar en algo… ¡ah! Nadie puede elegir a Madero si no está presente el día de las elecciones, digamos, en un sucio calabozo.

Oficial: ¿Bajo qué cargos podrían encerrar al hombre? No ha hecho nada malo, salvo querer ser presidente.

Porfirio Díaz: Bajo el cargo que sea, digamos que por rebelde y ultrajar a las autoridades. No puede ir paseándose por todo el país como si nada, hay leyes y deben ser respetadas. ¡Arresten a Madero de inmediato!

Oficial: A sus órdenes.

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