Significado De La Palabra Trabajo
Enviado por AGUIRREOBATA • 6 de Julio de 2013 • 2.024 Palabras (9 Páginas) • 1.024 Visitas
INTRODUCCION
El presente trabajo tiene como finalidad exponer la evolución de la palabra trabajo. El hombre es un ser con obligaciones que debe satisfacer sus necesidades; para saciar esa apetencia necesita realizar una actividad (trabajo) a fin de transformar los recursos que le brinda la naturaleza y que deben ser explotados para lograr sus objetivos y desarrollarse como individuo. Para tratar de comprender los cambios que se han dado sobre la evolución del trabajo analizaremos algunos aspectos de gran importancia.
A la hora de acometer el análisis del sustantivo trabajo, es importante que previamente a determinar su significado realicemos la exposición de su origen etimológico. En concreto este se halla en el latín, y más exactamente en la palabra tripalĭum.
La definición teórica del concepto de trabajo puede ser analizada desde perspectivas distintas. Una aproximación básica presenta a este vocablo como la valoración del esfuerzo realizado por un ser humano. Sin embargo, desde la perspectiva neoclásica de la economía, por citar otro caso a modo de ejemplo, el trabajo consiste en uno de los tres elementos que determinan toda producción, como sucede con la tierra y el dinero.
De esta manera, y aproximándonos a lo que de manera habitual todos los ciudadanos entendemos por trabajo, podemos determinar que dicho concepto se puede utilizar de dos maneras muy frecuentes. Así, por un lado, nos referimos a él como la acción que realiza una persona que se está ocupando de llevar a cabo una serie de tareas o actividades ya sea a nivel físico o bien intelectual.
EVOLUCION DE LA PALABRA TRABAJO
Las palabras castellanas trabajo y trabajar, del castellano antiguo trebejare (esfuerzo, esforzarse), no derivan de la usual latina labor (que da las castellanas labor y laborar), sino de una tortura de la antigua Roma cuyo nombre era “tripalĭum” (tres palos) y del verbo tripaliāre que significa torturar o torturarse.
El "tripalium" era un artilugio de tormentos introducido por los invasores romanos en la península ibérica allá por el 133 después de Jesucristo. Consistía en una armazón, precisamente formada por "tres palos" (tripalium). Dos de estos palos se disponían en forma de X en el que se ataban piernas y brazos. El tercer palo sujetaba verticalmente los otros dos y encarnecían a los íberos que no "estaban ni ahí" con el régimen romano de turno. Una derivación del vocablo latino "tripalium" es, precisamente "trabajo". "La palabra tripalium derivó del latín "tripaliare" y "trebejare", torturar y trabajar, respectivamente en sus acepciones de sacrificio, sufrimiento o esfuerzo. Así, el trabajo vendría a ser una especie de tormento, una posibilidad que, lejos de dignificar al hombre y a la mujer por el hecho de ser quienes mediante su esfuerzo crean, producen y multiplican, humilla y les rebaja a niveles de esclavos torturados.
Teniendo en cuenta la acepción que el Diccionario de la Real Academia Española otorga al término trabajo como “esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza”, puede decirse que el trabajo es el resultado de la actividad humana que tiene por objeto crear satis-factores, y que hace necesaria la intervención del Estado para regular su vinculación y funcionamiento con los demás factores de la producción.
Señalado el alcance genérico del término, es preciso tener en cuenta que existen, además, las vertientes económicas y la jurídica de ese concepto.
Si atendemos la primera de ellas nos encontramos que el trabajo es concebido como un factor de la producción representado por la actividad humana aplicado a la producción de bienes y servicios, y cuya retribución se denomina salario. Por otra parte, el trabajo consiste en el “ejercicio de nuestras facultades aplicado a la consecución de algún fin racional y es condición precisa del desarrollo y progreso humanos en todas las esferas; no es, por tanto, todo trabajo un trabajo de carácter económico, sino únicamente aquel que se propone la satisfacción de las necesidades de este orden”.
En el mismo sentido, el trabajo es considerado como “uno de los factores productivos básicos, junto con la tierra y el capital, que se combina con ellos para la producción de bienes y servicios. El trabajo, por sus propia naturaleza, se negocia en un mercado con características propias, el mercado de trabajo”.
Para identificar la vertiente jurídica del concepto, es necesario señalar que del Derecho Laboral, es establecer que “el trabajo es un derecho y un deber social, y el mismo no es artículo de comercio, exige respeto para las libertades y dignidad de quien los presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud, y un nivel económico decoroso para el trabajador y su familia”; e igualmente se establece que trabajo es “toda actividad humana, intelectual o material, independientemente del grado de preparación técnica requerido por cada profesión u oficio”, señalándose por lo que se refiere al término trabajador que éste “es la persona física que presta a otra, física o moral, un trabajo personal subordinado”.
Si se examina la vertiente económica del concepto se advierte que el trabajo es el principal de los elementos productivos, ya que hace efectiva la utilidad de las cosas, engendra capitales y ordena el proceso de producción. Si esa vertiente del concepto se examina bajo una óptica jurídica, tenemos que el trabajo al tener por finalidad la creación de satis-factores económicos, hace indispensable la función regulatoria del Estado, quien tutela y salvaguarda las actividades humanas que lo efectúan a través de disposiciones normativas e instituciones que protegen los derechos de los trabajadores y al mismo tiempo resguardan la vertiente económica de este factor de la producción.
Desde el punto de vista del derecho laboral se señala la necesidad de proteger al trabajador “ponderando
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