Siguiendo con la historia de SJ

SSIGUIENDO CON LA HISTORIA DE SJ

Las Hermanas de San José de Tarbes vinieron desde Cantaous, Francia; a Venezuela en 1889. Las 18 primeras religiosas dirigidas por la Reverenda Madre Saint Simón, llegaron a La Guaira, Venezuela, el 13 de junio de 1889, con el objeto de desempeñarse en centros hospitalarios y educativos. A petición de las familias de Caracas, el 1 de marzo de 1891, se abrió una casa particular contigua a la Iglesia de San Juan, el "Internado de San José de Tarbes", con una matrícula inicial de 40 alumnas. En 1902 el colegio se traslada a su nueva sede en El Paraíso

La Divina Providencia proporciona a esas almas generosas, sacerdotes de un elevado valor sobrenatural. Tales son: el Padre Laurence, Vicario general y fundador de las Hermanas de San José de Tarbes, quien les da organización jerárquica y un Primer Reglamento y el Padre Peydessus, ambos de Garaison.

Cuando las seis jóvenes regresan de Ozon, una de sus amigas: Juana María Barrere, movida por el mismo ideal, se agrega al grupo. Ya son siete jóvenes que después de 7 u 8 meses de un género de vida distribuido entre la Iglesia, la fábrica de su casa y el hogar, las que podemos llamar Novicias, franquean el umbral de la Casa Parroquial el 14 de agosto de 1843. Como la vida de comunidad se inauguró en las primeras Vísperas del día de la Asunción, ese día es celebrado en la Congregación como día de su fundación. Las huellas de la pobreza iluminan ese día solemne. Cada joven ha llevado de su casa un pan y una cesta de ciruelas. Es toda su comida.

Pero, una comunidad sin Superiora, las novicias lo palpan y sienten la necesidad de un corazón de madre. El Sr. Vicario General está al corriente de todo y pone sus ojos en la joven Francine Gorres. Tiene 33 años. Está en plena madurez de espíritu y criterio y donde ha estado se ha hecho respetar y amar, pues su alma se ha saturado de las más bellas fuentes de vida religiosa al haber entrado primero en el convento de las Hijas de la Cruz. El Padre Laurence le habla de su proyecto y le avisa que cuenta con ella para hacerse cargo de la pequeña comunidad de Cantaous. Ante esta responsabilidad Francine se asusta, pero el Padre Laurence insiste con más energía y le dice: "usted sera la superiora" y le da el hábito en la Capilla del Seminario Mayor de Tarbes. Pasa el timepo y la Madre de los Ángeles ya es la primera Superiora de las Hermanas de San Jóse de Tarbes.

Los habitantes de Cantaous piden a la Madre una escuela para sus hijos y las esperan de las que son sus hermanas. La Madre accede a su petición y abren una escuela. Piden también que las hermanas que asistan a los enfermos, les prodiguen cuidados y consuelos. La Misión definitiva de la Congregación queda establecida: es educadora y hospitalaria.

Monseñor Laurence, Obispo de Tarbes, es el Superior nato de la Congregación. Y para evitar confusiones

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