Sistema Educativo Bolivariano
Enviado por amba • 13 de Octubre de 2012 • 1.041 Palabras (5 Páginas) • 370 Visitas
Antes de abordar lo referente a las posibles soluciones al conflicto político actual en Venezuela, Rodríguez responde sobre las consecuencias sociales de la demagogia política partidista.
Tomando en cuenta que la pregunta alude centralmente lo social, y si se mide el desarrollo integral del cuerpo desde la perspectiva de su capital social, su estabilidad política, la paz y el éxito institucional para aminorar la pobreza y reducir las desigualdades culturales, se tiene que las consecuencias focales derivadas de la demagogia partidista se combinan en: asistencialismo y clientelismo político que afianza la pobreza, aparejado con la fractura de la paz y la cohesión social. La fractura de la paz se refleja en la violencia personal, social, institucional y mediática, expresada en las actuales estadísticas sobre homicidios y hechos de agresión en la sociedad venezolana. La falta de cohesión social se muestra en la estresante polarización inter-partidista, mientras que el asistencialismo partidista estatal se proyecta en la amputación de las capacidades de mucha gente y sus iniciativas para escapar de la pobreza.
El sistema opera siempre por su misma naturaleza funcional y psicología grupal e ideal, como un sistema de choque social; generador de división, polarización, descrédito a personas y su interesado clientelismo político; factores que han terminado por estrangular al sistema, convirtiéndose, además, en los principales obstáculos para el desarrollo integral de la sociedad venezolana. Al analizar las consecuencias de la demagogia y la deficiente praxis partidista, no se puede obviar el fenómeno de los financiamientos ocultos y la galopante corrupción administrativa; esta última presente tanto en el sector público como en el privado. El soborno y la comisión operan notoriamente.
Los partidos han sido elementos fundamentales para la participación política y la calidad del desempeño democrático; pero esto ya no es una constante. La demagogia partidista como uso de la palabra discursiva y la promesa gubernamental sin hechos que la sustenten, al final genera unos niveles de frustración y malestar social retro-alimentadores de un resorte de violencia, reflejada en las diarias y múltiples protestas sociales, y en algunos tramos de la historia venezolana, en revueltas sociales turbulentas y desgarradoras.
A todo esto se suma el carácter anti-plural y avasallador del método electoral mono-grupal de poder (y su tiranía electoral de la mayoría) desde el cual se consiente o permite la excesiva concentración de poder en un minúsculo sector de la sociedad. Tras ello, la democracia se des-democratiza, toda vez que el grupo de turno secuestra los recursos públicos, define e impone a su manera los tipos de leyes al resto de la sociedad y aplica drásticamente un rumbo ético, cultural, educativo y económico según su visión.
Los efectos más devastadores que esta suma de factores negativos provocados por la demagogia partidista genera, vienen a ser, por una parte, la parálisis paradigmática (ingobernabilidad), a la vez que el círculo vicioso de la pobreza, y no sólo material sino política (intolerancia, dependencia partidista, miedo y sumisión), socio-moral-espiritual-cultural («caos de vicios», drogadicción, baja y/o mala educación), todo en medio de una desesperanza ejercitada e intergeneracional. Suma de síntomas espinosos y suficientes como para afirmar que existe una grave crisis moral, junto al vencimiento del «Contrato socio-político» demo-liberal de partidos;
...