Sobre El Reconocimiento De La Isla De Chiloe
Enviado por ronald_1410 • 29 de Noviembre de 2012 • 3.572 Palabras (15 Páginas) • 799 Visitas
“CHILOÉ: TIERRA DE MITOS Y LEYENDAS”
Ronald Martínez Pinto – Felipe Lepe Pinto
Resumen
En este ensayo analizaremos dos cartas, una de ellas de fines del siglo XVIII la cual hace referencia sobre el reconocimiento del Archipiélago de Chiloé; la otra es de comienzos del siglo XIX, la esta hace referencia sobre la posesión de cargo de Gobernador de la isla por parte de Don Antonio Álvarez y Jiménez. El objetivo principal del este ensayo es analizar estas unidades documentales de una visión histórica la trascendencia de estos documentos sobre el archipiélago para así lograr entender lo inhóspito y aislado pero a la vez dar una visión que se tenía de Chiloé desde Santiago, Lima y sobretodo La Corona.
Palabras Claves: “Plaza de Valdivia”; “Chiloé”; “Gobernador”; “Administración”; “Chile”.
Introducción: “Chiloé: Tierra de mitos y leyendas”, que mejor forma hemos zanjado como inicio de este ensayo, Chiloé es una tierra de encantos y tradiciones, muy incógnita en su historia, llena de sorpresas y de mitos, Chiloé la palabra es una transmutación del vocablo Chilhue, que a su vez es la adaptación al español de chillwe, palabra que en lengua mapudungun significa "lugar de chelles", éstos también llamados cáhuiles o gaviotines, son aves blancas de cabeza negra, muy frecuentes en las playas y lagunas del archipiélago. En este ensayo intentaremos analizar un período de la vida de este archipiélago, para ello utilizaremos dos unidades documentales (cartas), todo gracias a la extraordinaria riqueza documental del Archivo General de Indias, una de las cuales de fines del siglo XVIII, más precisamente de el 30 de mayo de 1798, esta trata sobre el reconocimiento del Archipiélago de Chiloé, es una carta del Virrey del Perú, el Márquez de Osorno, al príncipe de la Paz dando cuenta de que habiendo regresado el capitán Don Tomás O’Higgins del reconocimiento que le mando hacer del Archipiélago de Chiloé, colonia de Osorno, Plaza de Valdivia e indios fronterizos de Chile, había resuelto mandarlo a España para que diese cuenta verbal de su comisión. La segunda unidad documental, es un documento de comienzos del siglo XIX, más precisamente del 01 de diciembre de 1803, es una carta del gobernador de Chiloé Don Antonio Álvarez y Jiménez a Don Pedro Ceballos, Primer Secretario de Estado, dando cuenta de que el 26 de noviembre 1803 arribó a la provincia de Chiloé e inmediatamente tomo posesión de su cargo.
A partir de estos documentos indagaremos en la historia del Archipiélago y sobre todo la importancia que tenía para el gobierno central como para la Corona, además de su poco conocimiento de Chiloé ya que era una de esas regiones extremas del Imperio, “cuya sociedad presentaba rasgos más arcaicos que otros márgenes continentales por ser provincia ultramarina, distante e incomunicada” . Además analizaremos brevemente el periodo de descubrimiento y de conquista del archipiélago de Chiloé, dando un enfoque a los documentos analizados. Sin lugar a dudas Chiloé esconde muchas interrogantes, será realmente Chiloé: tierra de mitos y leyendas.
Gobierno de Chiloé: El gobierno de Chiloé desde su conquista en septiembre de 1558, de manos Juan Fernández Ladrillero, la cual el Capitán Martín Ruiz de Gamboa, incorporó la Isla de Chiloé, con el nombre de Nueva Galicia, a la Corona de España, la administración territorial perteneciente al Imperio español que fue creada en el año 1567 y que dependía de la Capitanía General de Chile, para el año 1765 la división territorial de Chiloé pasa a depender directamente del virreinato del Perú, la cual nombraba directamente a los gobernadores del Archipiélago. Luego en el año 1768 se realiza la fundación de la ciudad de San Carlos de Ancud que servirá de establecimiento para la residencia de los gobernadores cuando a Chiloé se lo eleva a la categoría de Intendencia (1784), siempre bajo supervisión del virreinato del Perú, periodo en que se enmarcan nuestros documentos, que durara hasta el año 1824, para luego dos años mas tarde pasar a formar parte de la republica de Chile en calidad de provincia (1826) y finalmente llegar a convertirse en una de las intendencias del país en el año 1833 . En conclusión podemos destacar tres periodos del gobierno de Chiloé con sus jurisdicciones: la primera desde 1567 a 1568 con la fundación de la ciudad de Castro, la segunda desde 1601 a 1786 con la desaparición del corregimiento de Chiloé y finalmente 1789 a 1833 con la revocación de la Intendencia de Chiloé.
Para entender el contexto en el cual se realizaban las actividades políticas y sociales en la zona de Chiloé, es conveniente señalar el proceso que transfiere toda la supervisión al virreinato del Perú, a través de la real orden emitida por el rey el día 20 de agosto de 1767, previa petición del Virrey señor Don Manuel Amat y Juniet, la orden planteaba transferir el gobierno de Chiloé a la jurisdicción directa del Virrey del Perú con el fin de que pudiera facilitarse la construcción de defensas. El 28 de marzo de 1768 el Virrey nombró al capitán de dragones Don Carlos de Beranger como gobernador militar en reemplazo de Manuel Fernández de Castelblanco. En la misma disposición, separó provisoriamente a Chiloé de la jurisdicción del Capitán General de Chile y de la Real Audiencia de Santiago . A continuación podemos apreciar el extracto del documento histórico redactado por el Virrey comunicando la decisión del Rey con respecto a su petición:
“(...) separar, al ménos por ahora, i con dependencia de la aprobacion de S. M., la jurisdiccion temporal de aquella isla i sus adyacencias de la capitania jeneral de Chile i real audiencia de Santiago; i sujetarlas a éstas de donde con mas prontitud i facilidad se pueden ministrar auxilios militares i politicos por medio de la frecuente navegacion, como que de esta capital dimanan i han dimanado los recursos del situado i sinodo (...) Como virrei i capitan jeneral de los reinos del Perú i Chile, mando en nombre de S. M. que la espresada provincia, sus castillos, islas, plazas i fortalezas, por ahora i miéntras duraren las operaciones que se van a emprender para su fortificacion, mejor servicio del rei i beneficio de dichos naturales, queden sujetas a esta capitania jeneral i en lo politico a esta real audiencia, adonde podren interponer los recursos que permiten las leyes (...).
De esta forma el Archipiélago de Chiloé paso a manos de la jurisdicción del Virrey, por lo cual en las unidades documentales podemos apreciar como el Virrey es el que toma las decisiones, en el caso del reconocimiento que hace el Capitán Don Tomás O’Higgins, y en el caso de la segunda carta es el Virrey quien nombra como gobernador a Don Antonio
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