Sueño en una noche de verano.
Enviado por zharickk16 • 23 de Octubre de 2016 • Apuntes • 2.459 Palabras (10 Páginas) • 239 Visitas
1ra escena
Egeo, Hipólita, Teseo, Hermia, Lisandro, Demetrio, Elena.
Teseo: Bella Hipólita, nuestra hora nupcial se acerca, 4 días gozosos serán (se abrazan)
Entra Egeo, Hermia, Lisandro, Demetrio.
Egeo: Buen día mi señor
Teseo: Buen día Egeo, dime ¿a qué has venido?
Egeo: He venido con una noticia que os inquietara tanto como a mí, mi noble señor. Este muchacho (señalando a Lisandro) ha conquistado a mi hija cegándola de amor por él, pero realmente mi consentimiento para que se despose ha sido con este caballero (Señalando a Demetrio. Si mi hija reúsa a casarse con él, yo pediré que se haga efectiva la ley ateniense por la cual mi hija morirá.
Teseo: Hermia, ¿tú qué opinas?
Hermia: Lisandro, es un digno caballero
Teseo: Pero no es aceptado por tu padre
Hermia: Ojala mi padre viera con mis ojos
Teseo: Tus ojos deberían ver con su juicio
Hermia: ¿Y si me niego a casarme con Demetrio?
Teseo: Tendrás dos opciones, la pena de muerte o renunciar para siempre al trato con los hombres. Piénsalo bien.
Demetrio (hacia Lisandro): Por qué no me permites tener a Hermia? Ella solo está siendo engañada, yo tengo la aceptación de su padre.
Lisandro: Deberías casarte con él, ya que su amor tienes.
Egeo: Cierto, burlón Lisandro, y ya que Hermia es mía puedo dársela a Demetrio
Teseo: Deteneros ya. Venid conmigo. (Lo siguen Egeo y Demetrio)
Lisandro y Hermia
(Hermia con gesto afligido)
Lisandro: Bella Hermia, qué es lo que te aflige, me entristece ver tu bello rostro colmado de melancolía.
Hermia: Ay infierno, que elijan nuestro amor ojos de otros.
Lisandro: Bella Hermia, bien sabes que nuestro amor permanecerá a pesar de las complicaciones (se “retira” y se devuelve muy de repente) venid conmigo, huyamos, escápate esta noche, te esperare en el bosque.
Hermia: Mañana sin falta me veré contigo
Lisandro: Estaré esperando a que cumplas tu juramento, amor mío.
Entra Elena
Elena: Dios te salve bella Hermia
Hermia: ¿Me has llamado bella?
Elena: Enséñame a ser bella y dime ya ¿cómo has enamorado a Demetrio?
Hermia: No he hecho sino darle un mal trato
Elena: Cuanto más lo amo más me odia él
Hermia: Alégrate, mañana en la noche todo tu tormento terminara
Lisandro: Mañana las puertas de Atenas nuestra fuga verá
Voz en of: Mientras tanto Membrillo y Fondón se encontraban preparando la obra que presentaran al duque y su esposa el día de sus nupcias.
Entran Robín el bueno y un Hada
Robín el bueno: qué hay espíritu, ¿hacia dónde te encaminas?
Hada: Ando por estos lados, fiel a las órdenes de mi hada, reina cuyos guardianes son las prímulas. Busco gotas de roció para adornar las orejas de mi ama. Adiós espíritu burdo, pues mi reina ya está cerca.
Robín el bueno: Procura que no se encuentre tu reina con mi señor, no creo que se agraden en este momento ya que en riñan se encuentran. La reina ha robado un niño que ambos deseaban con fervor.
Hada: (pensando) Si no me equivoco, tu eres aquel bribón y travieso, Robín el bueno! ¿No eres tu acaso el que produce tantos infortunios entre la gente?
Robín: Bien informada estas, pequeña hada, adema divierto a Oberón y mis gracias produzco entre los desgraciados causando diversidad entre la multitud. Vete que Oberón que acerca.
Hada: Y también mi ama.
Entran Oberón y Titania con sus sequitos
Titania: (Titania se detiene dice Oberón mirándolo con desprecio y continua caminando)
Oberón: Detente, esposa mía,
Titania: Seré tu esposa pero tú eres un traidor del país de las hadas y eso no tiene perdón, el motivo de tu presencia es tu amada guerrera quien se casara con Teseo.
Oberón: Sabes bien que no estás en condición de pronunciar esas palabras, ¿no sedujiste acaso a Teseo?
Titania: Patrañas, todo lo que osas decirme ahora son producto de tus celos.
Oberón: ¿Por qué te opones a mí? Lo único que deseo es al niño que me has robado.
Titania: Ni por todos el país de las hadas he de dártelo, por su madre, quien era devota mía y quien murió durante el parto es que crio yo a su hijo y no hay posibilidad de que de él me separe.
Oberón: ¿Te quedaras aquí dentro del bosque mucho tiempo?
Titania: Quizás hasta después de la boda de Teseo, si quieres venir y participar en la celebración bienvenido serás de lo contrario permanece alejado que yo también lo hare.
Oberón: Dame el niño e iré contigo
Titania: Ni por todo tu reino. Vámonos hadas, que habrá problemas. (Sale Titania con todas sus sequitas)
Entra Robín el bueno quien se encontraba oculto tras un árbol
Oberón: Muy bien Robín, acércate. ¿Recuerdas que una vez, sentado en un promontorio, oí a una sirena montada en un delfín entonar tan dulces y armoniosas melodías que el rudo mar se volvió amable con su canto y algunas estrellas saltaron locas de su esfera oyendo a la ninfa de los mares?
Robín: Lo recuerdo.
Oberón: Esa vez, vi a cupido, apuntado hacia una virgen que habitaba en occidente, disparo aquella flecha con vigor pero esta se desvió por los rayos de la luna y cayó en unas flores llamadas suspiro, tráeme esa flor. Si se aplica su jugo sobre párpados dormidos, sea hombre o sea mujer se enamoraran locamente del primer ser vivo al que se encuentren. Tráemela y vuelve aquí.
Robín: Recorreré la tierra en menos de 40 minutos (Se retira)
Oberón: Con el jugo efectuare mi artimaña: lo verteré en los parpados de Titania que en cuanto despierte se enamorara del primer ser vivo sea bello o sea feo no importara, ella se enamorara perdidamente y luego la obligare a que me entregue al paje. Alguien viene, escuchare su conversación escondido tras las sombras.
Entra Demetrio y Elena (Bosque)
Demetrio: Aléjate, deja de seguirme, pues es a Elena y Lisandro a quien busco.
Elena: Tú me atraes imán duro y despiadado, no es que yo sea hierro mi alma es fiel como el acero.
Demetrio: ¿Acaso te adulo o te incito?, yo nunca podre quererte, ¿entiendes?!
Elena: Y yo te quiero más por decir eso, yo soy tu perrita Demetrio, entre más me golpees más zalamera seré. ¿Qué peor lugar pediría yo tener en tu afecto que ser tratada como tratas a tu perro?
Demetrio: No fuerces tanto el odio de mi alma, que solo de verte ya me pongo mal.
Elena: Y yo me siento mal sino te veo.
Demetrio: Huiré de
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