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TEORIAS DEL ESTADO


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2014  •  7.343 Palabras (30 Páginas)  •  260 Visitas

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El Estado

¿Qué es el Estado? Autor: Celso Escobar Salinas.

 

El Estado es una institución de control social que ha fungido como mecanismo para hacer efectiva la violencia legítima, administrando dosis de libertad en los individuos, haciendo posible una organización social. En la posmodernidad es imperativo analizar la génesis y evolución del Estado, ya que estamos ante diversos contextos de crisis: no solo se trata del aspecto político y jurídico, sino también del económico, ambiental, axiológico y otros, que nos cuestionarían si este modelo es el más adecuado a las demandas que se presentan en nuestro tiempo (siglo XXI). Es necesario referirse a los avances logrados para el bienestar de la comunidad, a través del Estado y reflexionar seriamente sobre los pendientes y las nuevas agendas.  Diversos teóricos han expuesto sobre el origen de la sociedad, por ende del Estado como regulador de la libertad individual, así como de la seguridad necesaria para la coexistencia pacífica de la comunidad, sin embargo, es necesario señalar que la tesis tradicional sobre contrato social es excluyente, toda vez que en la configuración de dicho pacto sólo participaron unos cuantos hombres, libres, blancos, exceptuando a esclavos, mujeres, y personas carentes de poder económico, de manera tal que discutiríamos el verdadero fundamento del supuesto contrato incluyente.

Durante la vigencia del Estado, su estructura ha permitido mantener el control entre dominantes y dominados. Primeramente el poder se sustentó en principios divinos[1], que sostuvieron la estructura vertical de reyes, papas, emperadores y otros. Posteriormente con el avance social, las mayorías (hombres, mujeres y demás personas que tenían su papel minimizado por diferentes circunstancias) reclamaron su inclusión, fue así que se dio paso a las democracias representativas (estados modernos), al nuevo concepto de autoridad basado en la crítica como lo proponía Kant: “…una revolución ilustrada donde el concepto de ‘autoridad’ surja y funcione a partir de una batalla de argumentos. Para gobernar hay que convencer y para eso las reglas las proporciona el correcto entendimiento de las estructuras racionales; en otras palabras, la nueva autoridad depende de la crítica”[2] Este mío autor añade: “…todos los seres humanos están sujetos a la ley de que uno de ellos debe tratarse a sí mismo y tratar a todos los demás, nunca como simple medio, sino siempre al mismo tiempo como fin en sí mismo”[3].

Veíamos en el capítulo primero de esta obra que la lucha por el poder, entre unos cuantos y las mayorías ha variado a lo largo del tiempo. Esta balanza entre democracia (poder del pueblo) y oligarquía (sólo de unos cuantos) se inclina en cierto sentido, dependiendo del contexto histórico. Vale la pena preguntarse: ¿Hasta qué punto el gobierno de élites regirá el destino de las mayorías? ¿Acaso las experiencias históricas no nos evalúan y constriñen a no caer en el mismos errores evitando la manipulación de una conciencia sobre las mayorías? Si hemos pasado por múltiples luchas armadas conquistando la libertad y la justicia, ¿por qué se olvidan los derechos humanos por los gobiernos y se pretende retroceder a etapas superadas[4]?

La realidad de muchos países en la posmodernidad se caracteriza por una diferencia entre los pocos que tienen cada vez más y los muchos que viven en pobreza, entre los “exentos del sistema de justicia” y los supuestos “delincuentes” que son juzgados con rigor y visión positivista al extremo. Las leyes actuales, son manipuladas, su génesis y práctica se ven inmersas en una ideología del poderoso, ajustándolas a control social, subsumiendo las posibilidades de desarrollo social a la nada[5].  La justicia no llega, se vive en una ficción reiterada y consciente, pero jamás cuestionada. Por ello es necesario romper el Estado liberal-burgués, para que la “razón del Estado” no esté encima  del garantismo[6]. No debería existir una sola “verdad”, porque si no se da el reconocimiento a la otredad (Kant), viviremos alejados de la igualdad.

 

Los problemas básicos de la teoría moderna del Estado.

Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, España, refiere que propiamente la Teoría del Estado moderna fue desarrollada en primer nivel por Hobbes, y posteriormente por Hegel. Ambos con una trascendencia notoria, ya que desarrollaron ampliamente esta disciplina. Menciona el autor que:

“La problemática de la teoría política pre estatal aparece centrada en torno a las tres siguientes cuestiones: 1. Carácter natural de la comunidad y del poder político  dentro de la misma. 2. Identificación de la comunidad civil y la comunidad política. 3. Ausencia  de cualquier planteamiento sobre la reproducción del poder político. Por el contrario, la problemática de la teoría política estatal aparece centrada en torno a las tres cuestiones  opuestas: 1. Carácter artificial del Estado. 2. Separación de la sociedad civil y  la sociedad política o Estado. 3. Planteamiento expreso, como problema clave, de la  reproducción del poder político”[7].

 

Como vemos para Pérez Royo la secularización del aspecto privado del público es el hito de una nueva organización, la del Estado, con la que se hace posible la vida en comunidad. El vínculo primario, natural, va ligado al aspecto reverencial de la familia, de la confianza, del aspecto político por naturaleza del hombre y la mujer. Se prescinden los elementos artificiales de reproducción política, que será una de las características de la fase estatal. Dicho ente inventado (Estado), será necesario ante el crecimiento poblacional y por ende sus necesidades derivadas. La legitimación del Estado estriba en el pacto social, (Hobbes y Rousseau) que se presenta como una figura jurídica doble: por un lado como unpactum societatis,  y por otro como un pactum subjectionis (el primero explica la unión de los individuos en sociedad, el segundo la sumisión al soberano). Con Hobbes se firma el contrato como súbditos, con Rousseau como ciudadanos[8].

Por otra parte Hegel discrepa con lo anterior, pues menciona que el Estado no es creación humana, pues si se piensa en la génesis de éste a partir de dicho contrato se confundiría con la sociedad civil o burguesa, y a convertirlo en algo dependiente de la voluntad discrecional de los individuos, por el contrario refiere la objetividad del Estado.

Para Hobbes, el nacimiento de la sociedad civil va aunado al del Estado:

 

“…el estado de naturaleza, no es un estado social, sino un estado asocial y que la constitución de la sociedad civil, coincide con la del Estado. No hay Estado sin sociedad civil,

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