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Te Juro Juana Que Tengo Ganas


Enviado por   •  17 de Mayo de 2015  •  3.022 Palabras (13 Páginas)  •  245 Visitas

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Abajo

Acto único

Calle.

Escena I

PROCURADOR, SARMIENTO, y detrás ROLDÁN, en hábito roto con su espada y calcillas.

SARMIENTO.-Tome, señor Procurador; que ahí van los doscientos ducados, y doy palabra a usted que aunque me costara cuatrocientos, holgara que fuera la cuchillada de otros tantos puntos.

PROCURADOR.-Usted ha hecho como caballero en dársela, y como cristiano en pagársela; y yo llevo el dinero, contento de que me descanse y él se remedie.

ROLDÁN.-¡Ah, caballero! ¿Es usted procurador?

PROCURADOR.-Sí soy; ¿qué es lo que manda usted?

ROLDÁN.-¿Qué dinero es ese?

PROCURADOR.-Dámele este caballero para pagar la parte a quien dio una cuchillada de doce puntos.

ROLDÁN.-Y ¿cuánto es el dinero?

PROCURADOR.-Doscientos ducados.

ROLDÁN.-Vaya usted con Dios.

PROCURADOR.-Dios guarde a usted. (Vase.)

Escena II

ROLDÁN, SARMIENTO.

ROLDÁN.-¡Ah caballero!

SARMIENTO.-¿A mí, gentil hombre?

ROLDÁN.-A usted digo.

SARMIENTO.-Y ¿qué es lo que usted manda?

ROLDÁN.-Cúbrase usted; que si no, no hablaré palabra.

SARMIENTO.-Ya estoy cubierto.

ROLDÁN.-Señor mío, yo soy un pobre hidalgo, aunque me he visto en honra; tengo necesidad, y he sabido que usted ha dado doscientos ducados a un hombre a quien había dado una cuchillada; y por si usted tiene deleite en darlas, vengo a que usted me dé una adonde fuera servido; que yo lo haré con cincuenta ducados menos que otro.

SARMIENTO.-Si no estuviera tan mohíno, me obligara a reír usted; ¿dícelo de veras? pues venga acá: ¿piensa que las cuchilladas se dan sino a quien las merece?

ROLDÁN.-Pues ¿quién las merece como la necesidad? ¿No dicen que tiene cara de hereje? pues ¿dónde estará mejor una cuchillada que en la cara de un hereje?

SARMIENTO.-Usted no debe de ser muy leído; que el proverbio latino no dice si no que necessitas caret leye, que quiere decir, que la necesidad carece de ley.

ROLDÁN.-Dice muy bien usted; porque la ley fue inventada para la quietud, y la razón es el alma de la ley, y quien tiene alma tiene potencias: tres son las potencias del alma: memoria, voluntad y entendimiento. Usted tiene muy buen entendimiento, porque el entendimiento se conoce en la fisonomía, y la de usted es perversa, por la concurrencia de Saturno y Júpiter, aunque Venus le mire en cuadrado, en la decanoria del signo ascendente por el horóscopo.

SARMIENTO.-Por el diablo que acá me trujo, esto es lo que yo había menester, después de haber pagado doscientos ducados por la cuchillada.

ROLDÁN.-¿Cuchillada dijo usted? está bien dicho: cuchillada fue la que dio Caín a su hermano Abel, aunque entonces no había cuchillos; cuchillada fue la que dio Alejandro Magno a la reina Pantasilea, sobre quitalle a Zamora la bien cercada, y asimismo Julio César al conde don Pedro Anzures, sobre el jugar a las tablas con don Gaiferos, entre Cabañas y Olías; pero advierta usted que las heridas se dan de dos maneras, porque hay traición y alevosía: la traición se comete al Rey; la alevosía, contra los iguales; por las armas lo han de ser; y si porque dice Carranza, en si yo riñere con ventaja, su Filosofía de la espada, y Terencio en la Conjuración de Catilina...

SARMIENTO.-Váyase con el diablo, que me lleva sin juicio; ¿no echa de ver que me dice bernardinas?

ROLDÁN.-¿Bernardinas dice usted? y dijo muy bien, porque es lucido nombre; y una mujer que se llamase Bernardina estaba obligada a ser monja de San Bernardo; porque si se llamase Francisca, no podía ser; que las Franciscas tienen cuatro efes; la F es una de las letras del A, B, C; las letras del A, B, C, son veinte y tres: la K sirve en castellano cuando somos niños, porque entonces decimos la... que se compone de dos veces esta letra K: dos veces pueden ser de vino; el vino tiene grandes virtudes; no se ha de tomar en ayunas y aguado, porque las partes raras del agua penetran los poros y se suben al cerebro, y entrando puras...

SARMIENTO.-Téngase, que me ha muerto, y pienso que algún demonio tiene revestido en esa lengua.

ROLDÁN.-Dice usted muy bien; porque quien tiene lengua, a Roma va; yo he estado en Roma y en la Mancha, en Trasilvania y en la Puebla de Montalbán: Montalbán era un Castillo, de donde fue señor Reynaldos; Reynaldos era uno de los doce Pares de Francia, y de los que comían con el Emperador Carlomagno en la mesa redonda, porque no era cuadrada ni ochavada. En Valladolid hay una placetilla que llaman el Ochavo; un ochavo es la mitad de un cuarto, un cuarto se compone de cuatro maravedís; el maravedí antiguo valía tanto como agora un escudo; dos maneras hay de escudos; hay escudos de paciencia y hay escudos...

SARMIENTO.-Dios me la dé para sufrille; téngase, que me lleva perdido.

ROLDÁN.-Perdido dijo usted, y dijo muy bien; porque el perder no es ganar; hay siete maneras de perder: perder al juego, perder la hacienda, el trato, perder la honra, perder el juicio, perder por descuido una sortija o un lienzo, perder...

SARMIENTO.-Acabe, con el diablo.

ROLDÁN.-¿Diablo, dijo usted? y dijo muy bien; porque el diablo nos tienta con varias tentaciones: la mayor de todas es la de la carne; la carne no es pescado; el pescado es flemoso; los flemáticos no son coléricos. De cuatro elementos está compuesto el hombre: de cólera, sangre, flema y melancolía; la melancolía no es alegría, porque la alegría consiste en tener dineros; los dineros hacen a los hombres, los hombres no son bestias, las bestias pacen; y finalmente...

SARMIENTO.-Y finalmente me quitará usted el juicio o poco podrá; pero le suplico en cortesía, me escuche una palabra, sin decirme lo que es palabra, que me cairé muerto.

ROLDÁN.-¿Qué manda usted?

SARMIENTO.-Señor mío, yo tengo una mujer, por mis pecados, la mayor habladora que se ha visto desde que hubo mujeres en el mundo; es de suerte lo que habla, que yo me he visto muchas veces resulto a matalla por las palabras, como otros por las obras: remedios he buscado, ninguno ha sido a propósito; a mí me ha parecido que si yo llevase a usted a mi casa, y hablase con ella seis días arreo, me la pondría de la manera que están los que

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