Temporada De Zopilotes
Enviado por aleal20 • 11 de Febrero de 2013 • 4.613 Palabras (19 Páginas) • 667 Visitas
Temporada de zopilotes, publicación más recien-
te de Paco Ignacio Taibo II, narra un episodio
que conmovió a la sociedad mexicana en los
primeros suspiros del siglo XX. El autor, sin
proponérselo, identifica que la decena trágica
tiene un antecedente de largo plazo, una dic-
tadura militar. Porfirio Díaz gobernó por trein-
ta y cuatro años, donde una mayoría de los
trabajadores –rurales y obreros– y una oli-
garquía de fuertes rasgos aristocráticos, com-
ponían la estructura poblacional mexicana.
Los derechos políticos de una “república bur-
guesa” no existieron más que en el papel. La dictadura porfirista se
mantuvo por su auto-reelección y esto, junto a otras situaciones; como
el desgaste del gobierno a través de los años y del propio liderazgo de
Díaz, hizo que la situación fuera detonando en un proceso de ruptu-
ra extrema.
A principios del siglo XX, México era un país en el que las reso-
nancias de la revolución industrial no tenían más de medio siglo por
lo cual, como sucedió en muchos otros países, el liberalismo económi-
co se empeñaba en convertir a un México rural, con rasgos muy mar-
cados del feudalismo, hacia un país moderno, bajo el nuevo sistema
capitalista.
La burguesía incipiente y con mayor poder económico empezó
a desplazar a los terratenientes y latifundistas, el Estado mexicano
cumplía la función de salvaguardar los “ideales” del liberalismo eco-
nómico. Porfirio Díaz impulsó una modernización que se reflejó en
sus obras públicas: infraestructuras viales, monumentales avenidas y edificios a la usanza europea le ayudaron a sostener su régimen apo-
yado en la clase dominante y en una estructura visual, sin hacer cam-
bios sustanciales a la situación de miseria del campo y de la ciudad,
en la que fue sumergiéndose el país. Así no fue extraño el surgimiento
de una oposición in crecente, cuyos planes para modificar las condi-
ciones políticas y sociales del país fueron más profundas y dramáti-
cas de la que muchos sospecharon.
Así, llegados los numerosos levantamientos armados alrededor
del país, durante 1906, 1907, 1908, dirigidos por la junta organizado-
ra del Partido Liberal Mexicano, se fortalece el movimiento “demo-
crático” en 1910 liderado por el acaudalado empresario Francisco I.
Madero, que procuró aglutinar a todas las fuerzas políticas, sociales y
económicas para conseguir un orden social nuevo. Su proyecto bus-
caba un sistema más democrático.
Para principios del siglo XX, México presentaba una desigual-
dad social extrema. La mayoría de la población sobrevivía en la mise-
ria, una buena parte de ésta eran asalariados agrícolas y en menor
medida obreros de las pequeñas ciudades. Como contraparte se be-
neficiaban del Estado y sus finanzas públicas una minoría de privile-
giados hacendados, capitalistas extranjeros y nacionales, altos man-
dos del ejército; quienes exhibían el poder económico. Sin embargo, el
poder político estuvo concentrado en una élite burocrática, con Díaz
a la cabeza.
Para Taibo II, una revolución es también la oportunidad para
que proliferen oportunistas, demagogos y populistas –es decir
“zopilotes”–, que haciéndose pasar por amigos de los pobres en rebe-
lión; prometieron vida digna para ellos. Para entender correctamente
el curso de la Revolución Mexicana, señala el autor, es indispensable
tener en cuenta las dos principales opciones políticas que se presenta-
ron para dar rumbo al descontento social que ya alcanzaba su máxi-
ma expresión. A entender, el demócrata burgués Francisco I. Madero
con su postulado reformista de “Sufragio Efectivo, No Reelección” y
antagónicamente el grupo revolucionario de la Junta Organizadora
del PLM con “Tierra y Libertad”, liderado por Ricardo Flores Magón.
Francisco I. Madero fue fundador y candidato opositor. Lo fue
por parte del Partido Antirreeleccionista para los comicios de 1910 en
las cuales Porfirio Díaz se reelegiría una vez más. Representaba la
oposición democrático-burguesa a la dictadura porfirista. Primera-
mente planteaba una transición pacífica por medio de la “contienda
electoral” que la entendía como el deseo de que todos los ciudadanos
concurrieran a los comicios, para que los funcionarios públicos elec-
tos se deban a sus electores. Además, quería que por medio del sufra-
gio, el pueblo obtuviera libertades y se asegurara un régimen consti-
tucional.
La naturaleza del sistema político imperante reaccionó, encarce-
lando a la oposición antes del día de los comicios debido a la popula-
ridad alcanzada por esta última. Al caer Madero en la cárcel quedó
claro que cualquier transformación, incluso la más reformista, al régi-
men dictatorial no se lograría sino era por medio de la violencia. Es
así, cuando la oposición reformista burguesa decide tomar las armas
para destronar a Díaz.
Libre Madero lanza el Plan de San Luis del 5 de octubre de 1910,
desconociendo las elecciones en las cuales se reeligió Díaz. La trans-
formación política que propuso Madero, puntualiza Taibo II, estaba
basada en derechos políticos pertenecientes a una república demo-
crática burguesa que no concordaban con las reales exigencias de un
pueblo sumido en problemas menos políticos.1 En 1909 el Programa
del Partido Antirreeleccionista lo expresaba proponiendo convencio-
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