Teoria De La Arquitectura
Enviado por nicom07 • 17 de Abril de 2013 • 10.243 Palabras (41 Páginas) • 718 Visitas
José Villagrán García
A r q u i t e c t o
Nació en la ciudad de México el 22 de septiembre de 1901. Arquitecto (1923) por la Escuela Nacional de Arquitectura, entonces incorporada a la de Bellas Artes, fue profesor (1924-1977) y director de la Escuela Nacional de Arquitectura (1933-1935), y miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (1953-1970), además de desempeñar otros cargos en la administración pública. Fue miembro fundador y vocal ejecutivo del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE); arquitecto consultor para la América española de la World Health Organization, dependiente de la ONU; presidente de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos (1926-1927), y miembro de otras sociedades de México y del extranjero.
Realizó trabajos para el Departamento de Salud Pública (1924-1935), el Consejo de Arquitectura de la Ciudad de México (1934-1937), el Comité Nacional de Lucha contra la Tuberculosis (1939-1947) y el CAPFCE (1949-1981).
Fue consultor por Iberoamérica, en materia de hospitales, de la Organización Mundial de la Salud (1951). De entre su obra arquitectónica se distinguen, en la ciudad de México, el Instituto de Higiene en Popotla (1925), el Sanatorio para Tuberculosos en Huipulco (1929), el Dispensario de Higiene Infantil (1929), el Instituto Nacional de Cardiología (1937), el Hospital Infantil (1941), Maternidad Mundet (1943), el Centro Universitario México (1944), la Escuela Nacional de Arquitectura en la Ciudad Universitaria (1951), el edificio comercial y cine Las Américas (1952), el edificio para oficinas y cine Reforma (1957), la capilla de La Santa Cruz en San Ángel (1958), los pabellones de Cirugía Experimental y de Médicos Residentes en el Instituto Nacional de Cardiología (1958), la Unidad de Academias y Congresos Médicos del Centro Médico Nacional (1958), el Hotel Alameda (1961), el Hotel María Isabel (en colaboración, 1962) y el edificio Bolivia (en colaboración, 1963).
Publicó artículos en las revistas Arquitectura (1939-1955) y México en el Arte (1950-1959). Se le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el ramo de artes, en 1968.
Ingresó en El Colegio Nacional el 4 de abril de 1960. Su discurso de ingreso fue contestado por el Dr. Manuel Sandoval Vallarta.
El Arq. José Villagrán García murió el 10 de junio de 1982 en la misma ciudad que lo había visto nacer.
Teoría de la Arquitectura
Arquitecto José Villagrán García
El valor respecto al hombre es algo así como la luz del sol en relación al ojo humano. La luz existente independientemente del ojo. El ojo existente independiente de la luz.
Sin embrago, la luz no tiene forma de realidad para la inteligencia humana sino a través del ojo y este no tiene razón de ser sin la luz, pero el hombre puede no ver la luz porque cierra los ojos o porque, abiertos, se encierra en un cuarto oscuro o porque los tiene dañados. La luz sigue existiendo a pesar de estos tres casos de ignorancia voluntaria, accidental o patológica. Así son los valores relativos ontológicamente, solo en el sentido del individuo, no en sentido de su ausencia única. De igual modo que la luz es relativa solo al hombre que no quiere o no puede ignorarse voluntaria o involuntariamente y sin menoscabo del imperialismo y absolutismo del valor.
Así mismo la verdades, dos unidades más dos unidades hacen cuatro unidades. Vale cada uno de nosotros antes de nacer y antes de conocerla. En el tiempo histórico mío, me es relativa esta verdad porque yo tengo a su conocimiento. Yo soy entonces el relativo y ella, la verdad absoluta intemporal e impersonal. La cultura humana no ha tenido otra mira que alcanzar el conocimiento de los valores y la incertidumbre de aprehenderlos.
Recordarán aquel concepto de ciencia: persecución sistemática del conocimiento verdadero y cierto, aprehensión del os valores y debe la certidumbre de serlos.
Otras categorías que debemos recordar, son la jerarquía y la clasificación. Si al clasificar los filósofos contemporáneos difieren entre si, en cambio todos están acordes con que hay esferas de valores se nos dan como superiores o inferiores a otros, pero independientes entre si. Tomamos la clasificación expuesta por Scheler en su obra –El Formalismo En la Etica y la Etica Material de los Valores-, no por considerarla perfecta, definitiva o indiscutible, sino para aclarar lo suficiente las explicaciones en lo arquitectónico. Según esta clasificación la primera es de la constituyen los valores útiles como: conveniente, adecuado, útil, le siguen en sentido ascendente los vitales como: fuerte, débil. A continuación los lógicos como: verdad y falso. Después los estéticos como: bello, feo, sublime, cómico, situando en seguida los Eticos como: justo y bueno y por último los Religiosos como: santo y profano.
Al plantearnos el problema de valorar la forma arquitectónica, cuya estructura morfológica tenemos bien estudiada, necesariamente tenemos que apoyarnos en alguna teoría axiológica que nos sirva de instrumento andamiaje no importa, que al final, la echemos aun lado, como al concluir una construcción nos deshacemos encontrados que cimbraron al ya fraguado concreto armado y los andamiajes que nos permitieron elevar lo que ya estáticamente se ha enhiesto. Nuestras exploraciones anteriores de reunir nos han hecho tropezar paso a paso con lo que ahora trataremos de reunir y organizar armónicamente.
El valor arquitectónico o sea el valor que califica como arquitectónica o no arquitectónica una obra de arte humano, es un valor compuesto por una serie de valores primarios incluidos en algunas de las esferas de clasificación Sheleriana. Significa esto que el valor arquitectónico integra una serie de valores primarios y autónomos entre sí, que no pueden faltar positivamente alguno de ellos en una obra, sin desintegrar lo arquitectónico. Dicho de otro modo: la integración del valor arquitectónico condiciona la concurrencia simultánea de determinadas formas de valores primarios.
Glosando lo estudiado aquí, acerca de la naturaleza de la forma de arte, que nos da como arquitectónica, de sus finalidades y de los medios que esgrime para diferenciarse de otras formas de arte bell o simplemente técnicas y recordando el esquema tantas veces analizado de Programa-Materia Prima-Procedimiento especifico y forma arquitectónica y las diferencias encontradas entre forma arquitectónica, forma escultórica-monumental y forma edificatoria ingenieril, encontramos sin esfuerzos que el valor arquitectónico se integrará con formas de valores:
-Útiles
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