Teoría De La Historia

La historia consiste en la formación del colectivo singular que aglutina en un concepto común la suma de las historias individuales. El segundo, en la fusión de «historia» como conexión de acontecimientos y de “Historia” en el sentido de indagación histórica, ciencia o relato de la historia , esto dentro del contexto que configura el siglo XVIII europeo. A raíz de esto, no podemos afirmar que la “historia” ha sido inventada a partir del siglo de la Revolución Francesa, claro que no, ésta se forja en una tradición griega en donde veremos a Heródoto o Tucídides, incluso Polibio que le otorga un carácter más universal a la misma.

Quizás es injusto afirmar que “la historia” se escribe sólo desde estos contextos, porque podemos ver que la utilidad de la historia dentro de la cultura egipcia del 2000 A.C es toda vez importante, ya que, el relato de esta, y la documentación de la misma, obedece a una continuidad hegemónica de alguna dinastía, de algún reinado, o de la explicación de la creación de las sociedades en torno al Nilo, pero hoy podemos comprobar que el relato exacerbado no obedece a estudios empíricos, sino a relatos como la alegoría de un discurso que debía mantener la sociedad.

Pero iniciémonos dentro del mismo siglo XVIII por el hecho de que “la historia” comienza paulatinamente a trascender como una disciplina propedéutica, es decir, esta comienza a enseñarse, como también, comienza a adaptar métodos de investigación que verán la luz desde el pensamiento de Auguste Comte en el siglo XIX. De a poco ésta disciplina comienza a ser estudiada y elevada para que ésta fuese una ciencia, esto obliga a observar más detalladamente fuentes oficiales (fuentes escritas) y una organización de los archivos en base a esta nueva institucionalización moderna.

Respecto de la modernidad del siglo XIX, Hartog acertadamente expone que dentro del complejo siglo XIX podemos ver un corte entre el pasado y el presente en base a la historia como ciencia, esto se traduce por el paradigma moderno del tiempo, recordemos, pues, que el tiempo es el motor de los engranajes de la Revolución Industrial, y es a partir de esto que también el mismo concepto de tiempo y trabajo configura el pensamiento urbano y social centrando la utilidad de éste dentro de la cotidianeidad del siglo XIX, esto también porque las Revoluciones de este siglo obedecen, como dice Hartog, a cambios territoriales e industriales que alteraron el orden por completo .

Habiendo entonces trazado “la historia de la historia” hasta el siglo XIX, cabe preguntarnos si la historia debe ofrecer lecciones al presente, y para ello debemos rescatar y destacar las palabras que Marx otorga a nuestra disciplina, él dice que “los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a partir de pedazos sueltos, ni en circunstancias que hayan elegido ellos mismos, sino en circunstancias que se han encontrado de modo inmediato, dadas y transmitidas” , entonces podemos ver que los hombres hacen la historia y estos se condicionan a la misma a partir de su contexto (social o histórico), porque como dice Hannah Arendt “los hombres son seres condicionados, ya que todas las cosas con las que entra en contacto se convierten en condición de su existencia” .

Por otra parte, “la historia debía comenzar ahí donde la memoria se detenía: en los archivos escritos” , es decir, la existencia de la memoria que define Hartog obedece a la existencia de una noción

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