Torre Eiffel

La torre Eiffel, en todo su esplendor, su maravillosa estructura y sus vistosas luces, actualmente todo un símbolo parisino, pero no siempre fue así, desde su concepción, fue tema de controversia, ya que tomando en cuenta desde el punto de vista estético, de la época (siglo XIX), era mal visto.

Recordemos que en esta época se retomo el estilo Neoclásico, con los parámetros griegos y romanos, que tenían un estricto sentido con la belleza.

En esta época se marcaron cambios importantes, se puede decir que fue una transición de lo tradicional a la modernidad, y un cambio como tal, no siempre es aceptado por las masas, ya que es difícil que una sociedad acepte algo diferente a lo que esta acostumbrada, simplemente rechaza lo que es diferente.

Gustave Eiffel, desafío a las reglas estéticas de esa época, ya que el creía que la fuerza, estaba secreta dentro de las leyes de la armonía.

Esto me lleva a mencionar las ideas de belleza de Platón, el concebía a la belleza como algo intangible, no depende de lo físico que mas allá de la apariencia y/o imagen visual, por esto no todos podemos percibirla.

Esta belleza idealizada, se complementaria con la geometrización, la proporción de sus partes que componen el todo, una mera composición matemática.

La torre es un ejemplo claro de como a través del tiempo, la percepción de la belleza (estética) puede cambiar, esto va influido también por los acontecimientos políticos y sociales, ya que años después, fue aceptada.

Haciendo una descripción técnica de la torre Eiffel, se puede hacer mención de los siguientes datos

Los ejes de sus cuatro pilares forman un cuadrado de 100 metros, que seria el lado pequeño de un rectángulo áureo. Pues poniendo dos rectángulos conseguimos la altura de esta torre.

100 x Φ x 2 ≈ 323,61 metros que es la altura de la torre.

También se encuentra en las diferentes partes de la torre, vea el dibujo donde el espacio azul seria igual a uno y Phi seria el espacio azul más el dorado.

En cuanto a su forma, los lados curvos no fueron producto de simple apariencia, sino esa forma fue arrojada por numerosos cálculos para resistencia al viento, resistencia de los materiales, el peso, el suelo.

La torre es una construcción sin ninguna otra función que la de hacer visible los elementos de su propia estructura. Es una estructura abierta lo que resalta la función estética de la torre, porque es toda ella la que se recorta en el cielo, no sólo la silueta y el volumen interior; así transmite una sensación de ligereza que no se corresponde con su peso real.

Eiffel afirmaba que la torre, construida de hierro, daría una gran impresión de fuerza y de belleza, puesto que ofrecen a la vista la audacia de la concepción del conjunto.

Pero en su tiempo, podemos ver como las ideas de belleza y estética eran totalmente diferentes, la

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