Transición del barroco al clasicismo

CLASE Nº 4 EL ESTILO GALANTE – Dejando atrás el Barroco

El papel que la música desempeña en la sociedad (entretenimiento, adoración a los dioses, etc) ha sido estudiado desde antiguo y los historiadores han registrado con pormenores su función. Tal análisis, que no solo indaga qué tipo de música se interpretaba sino cómo se utilizaba y cómo respondían a ella los oyentes, ha sido posible porque la documentación sobre rituales, tradiciones y actividades, que requerían la participación colectiva, se conserva en fuentes muy variadas.

La interpretación en “privado” de la música, por el contrario, se conserva en diarios de intérpretes, de algunos privilegiados oyentes o ciertas pinturas que recogen tales eventos. También es importante como fuente, la propia música escrita; este legado se atribuye al incremento de la impresión musical y a una circulación más fluída de partituras, en un momento en que la población de las principales ciudades europeas y americanas crecía a pasos agigantados.

STYLE GALANT

A finales del siglo XVII y principios del XVIII había dos estilos musicales nacionales claramente discernibles: el francés y el italiano, en el mundo de la ópera; pero había dejado de ser aplicable en el terreno de la música instrumental que tenía un fuerte impulso alemán.

Al igual que el concepto “buen gusto”, style galant es una expresión francesa convencionalmente aceptada, y que se utilizaba para referirse a lo que era moderno, de actualidad, a la última moda, que se oponía a lo viejo, lo pasado de moda. El término se usó durante el reinado de Luis XIV, pero se generalizó más tarde, empleándose a menudo como sinónimo de “rococó”, vocablo procedente del estilo francés de decoración arquitectónica y de objetos muebles (candelabros, teteras, etc).

El rococó es un estilo que rechaza completamente las líneas rectas, inclinándose por las curvas; la plata y el bronce dejaron de ser metales pesados y se hicieron más ligeros; se copiaban elementos de la naturaleza con total realismo. La mayor parte de los objetos se decoraban con motivos frutales, florales, animales, etc. El resultado era una rica combinación, en un arte que estaba diseñado para vivirse en la intimidad.

El rococó convivió al principio en Francia con el barroco, hasta adquirir un lenguaje propio que habría de difundirse por toda Europa.

El Style galant (estilo galante) en música trataba de ser algo similar. Su principal objetivo era atraer a un amplio público, y por esa razón, la música debía ser sencilla y natural, tanto desde la perspectiva del oyente como del intérprete. Esa simplicidad no puede atribuirse solamente al incremento del público aficionado que deseaba lucir sus habilidades. La ausencia de exigencias técnicas debe entenderse como un objetivo estético deliberado de una música destinada a un público universal.

La música debía expresar ahora sentimientos menos solemnes y dramáticos; más delicados y superficiales. Era de “buen gusto” rechazar las pasiones violentas y la fuerte teatralidad del barroco y la sonoridad delicada del clave lo convirtió en el instrumento preferido para este fin. El clave permitía una profusa ornamentación y llevaba asimismo a la abundancia de frases melódicas breves en lugar del melodismo ininterrumpido de la línea barroca.

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