Tratado De Antropología Y Pedagogia

La doctrina del hombre, como se define la antropología, es una sabiduría en la cual el hombre se pregunta por sí mismo, desarrollando una interpretación acerca de si, viviendo de esta manera una suerte de antropología personal. Por otro lado, la pedagogía es la ciencia de la educación, y se encarga de describir, sistematizar y fundamentar un proceso cultural sumamente esencial como lo es lo educativo. En cuestión hablaremos del documento “tratado de antropología y pedagogía”, veremos algunas ideas respecto a ambos conceptos con el objetivo de ver de qué manera están vinculados.

El desarrollo de la Pedagogía como ciencia significa la sistematización del saber, sus métodos y procedimientos. La Pedagogía es la ciencia que aborda los problemas en el ámbito educativo y por lo tanto, como ciencia prospectiva de la educación “está relacionada por la visión amplia o estrecha que se tenga de educación y, a su vez, por la noción que se tenga del hombre, como ser que crece en sociedad.”

Desde este punto de vista, la pedagogía tiene como objetivo implícito un ideal de la formación humana y es claro que para nosotros como educadores es de vital importancia tener una concepción clara del tipo de ser humano que queremos formar. Para esto, es crucial entender cuál es el papel de la Antropología, como ciencia que estudia al hombre.

“La Antropología -del griego antropos (hombre, ser humano) y logos conocimiento, estudio; conocimiento del ser humano- es la ciencia social que estudia todas las dimensiones del ser humano de forma similar a la sociología, pero holísticamente.” Si partimos de la idea de que la formación es una dimensión constitutiva de la condición humana y que la educación no es posible sin una determinada imagen del hombre, entenderemos porque ésta solo puede contemplarse en función de la persona humana; por otro lado podría decir que los animales no necesitan aprender sobre el deber ser, ni sobre el deber hacer pues en su condición animal vienen con una carga genética que les permite desenvolverse en el medio fácilmente. El ser humano por el contrario necesita de la formación para poder desenvolverse en ese medio y para poder asegurar su existencia.

Educar al hombre implica pues prepararlo desde su niñez para ser humano, porque si bien es cierto que lo humano es inmanente en el hombre desde el momento mismo de su concepción, ésta es una condición que debe ser desarrollada intencionalmente con miras a la humanización del hombre, por redundante que esto suene. Formar personas humanas hace referencia a que no es suficiente haber nacido humano, también es necesario aprender a serlo; Así pues se va entendiendo la razón del por qué la educación solo puede ser en función de la persona humana, ya que no solo es para humanos, sino, que hace parte de su existencia misma.

Por otro lado es de resaltar que la educación debe apuntar a formar seres

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