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Triptofanito


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2011  •  3.783 Palabras (16 Páginas)  •  1.062 Visitas

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CAPITULO 1: EL VIAJE CONTINUA

Al reunirse de nuevo y proseguir su viaje, llegaron a un condado que brillaba por todas partes con un color rojizo. El terreno estaba formado por innumerables hilos, largos y delgados. De súbito, todo el condado empezó a moverse agitadamente. Aquello parecía un terremoto. Las fibras se movían unas sobre otras, acortándose primero y extendiéndose después.

Como si esto fuera poco escucharon una voz enojada que decía:

-¿Quién se atreve a pisarme? ¡Quítese de encima de mí, quienquiera que sea!

Triptofanito se acercó a una de las fibras, le pidió disculpas y le comentó del viaje que estaban realizando.

La fibra les dijo que no se preocuparan, y que lo que acababa de pasar no era un terremoto, sino un movimiento. “Lo que ocurrió fue simplemente que al rey del Cuerpo Humano, al granjero, se le ocurrió moverse”. Y les dijo que por el momento en su viaje se encontraban en el condado del Músculo y rápidamente les advirtió que se agarraran fuerte, porque venía otro movimiento.

La fibra continuó: Cuando una persona quiere jugar, caminar o correr, subir o bajar, expresar que está enojada o indicar que se encuentra contenta, hablar o gritar, tiene que moverse. Y para moverse necesita de los Músculos.

Triptofanito preguntó: -¿En qué forma producen ustedes el movimiento? Y la respuesta por parte de la fibra fue esta: Las fibras musculares nos movemos haciéndonos más cortas, lo que se conoce como contracción. Cuando el movimiento cesa, las fibras nos alargamos hasta nuestro tamaño original, a esto se le llama relajación. Todo el Músculo está formado por fibras musculares y de nervios que nos dan la orden de movernos.

Existen tres tipos de músculos, el Músculo Estriado Voluntario, como nosotros que nos movemos cuando el rey del Cuerpo Humano lo desea y para hacerlo estamos unidos a otro condado que es el de los Huesos. Hay otro tipo de Músculo que se mueve lo quiera el granjero o no. Este Músculo se llama Estriado Involuntario y se encuentra en el Corazón. Finalmente el tercer tipo es el Músculo Liso que se encuentra en las vísceras, como el Estómago y el Intestino y su movimiento es totalmente involuntario.

En ese momento el Músculo volvió a contraerse y los aminoácidos salieron volando.

CAPITULO 2

Los aminoácidos cayeron en un nuevo condado. Antes de que pudieran levantarse, una célula fuertemente armada se les aproximó. Y les ordenó que no se movieran. Les dijo que se encontraban en la frontera del Cuerpo Humano. Triptofanito le habló de la aventura de los aminoácidos y de la forma en que habían llegado ahí. Entonces la célula se disculpó por su rudeza, pero agregó que ella está para vigilar que nadie cruce la frontera ya que su condado es la Piel.

Además de aislar la Piel también es un importante órgano de comunicación y un importante medio para conservar la temperatura del Cuerpo Humano. Ya que cuando hace mucho calor o se ha realizado un ejercicio intenso, en la Piel sus Glándulas Sudoríparas producen sudor, el cual se evapora sobre la piel y se evita que el Cuerpo Humano se caliente. La Piel es un órgano en continuo cambio. Las células de la Piel no duran mucho tiempo en su puesto ya que deben estar en contacto con el medio exterior. Entonces nuevas células las sustituyen continuamente.

Después de esta interesante charla con la célula de la Piel los aminoácidos decidieron volver a la sangre y dejar que el destino los condujera a otro sitio.

CAPITULO 3

Los aminoácidos se encontraban nadando ahora en un vaso sanguíneo sin saber que un ejército de bacterias los había visto ya que los aminoácidos no solamente son necesarios para el Cuerpo Humano. También las plantas, los animales y las bacterias requieren de aminoácidos para vivir.

El ejército de bacterias nadó hacia los aminoácidos y los rodeó. Los aminoácidos decidieron hacerles frente aunque las condiciones eran desiguales ya que las bacterias se contaban por miles y su tamaño era el de un rascacielos en comparación con los pequeños aminoácidos. Triptofanito golpeaba a cientos de bacterias a la Vez. Lisina luchaba con valor. Glutamito hacía lo imposible para derrotar a los enemigos y Aspartito se esforzaba por no ser devorado. Pero en un descuido se apoderaron de Triptofanito y a Lisina la hicieron prisionera.

Justo cuando el viaje al Cuerpo Humano estaba a punto de terminar trágicamente un nuevo ejército apareció en escena. Era un ejército de Proteínas y uno de los soldados llevaba un estandarte que decía “Regimiento de Anticuerpos”. Sin perder un instante, los Anticuerpos se lanzaron al ataque contra las bacterias y al cabo de un rato, ya no quedaba una sola bacteria.

Una vez liberados de sus verdugos, los aminoácidos corrieron a abrazar a sus salvadores. Uno de ellos se puso a platicar con Triptofanito y con Lisina. Este Anticuerpo decía llamarse Globulino y Triptofanito le preguntó: -¿Cómo hicieron para derrotar a tantas y tan fuertes bacterias?

Globulino le dijo que ellos ya conocían a esas bacterias ya que habían entrado con anterioridad al Cuerpo Humano y en esa ocasión se produjeron Anticuerpos especializados para destruir precisamente a esas bacterias, ya que los Anticuerpos somos los policías del Cuerpo Humano y nos encargamos de destruir cualquier sustancia extraña que entre al organismo. Estas sustancias extrañas se llaman antígenos. Todos los antígenos pueden hacer daño a nuestro reino y como buenos policías los Anticuerpos destruimos a los criminales. Los Anticuerpos destruimos solamente a un tipo de antígeno, por lo que nos hemos dividido en regimientos especializados encargados solamente de combatir a un antígeno. Para que esto ocurra se necesita que el antígeno entre al Cuerpo Humano una primera vez. Entonces el organismo forma un regimiento de Anticuerpos especializados y cuando el antígeno vuelve a entrar los Anticuerpos ya están en la sangre listos para neutralizar su ataque. De esta manera el Cuerpo Humano se mantiene sano.

Triptofanito le preguntó a Globulino acerca de las vacunas ya que el había escuchado que son muy buenas para evitar las enfermedades.

Globulino le contestó que cuando a una persona se le pone una vacuna lo que se hace es meter gérmenes debilitados o muertos en su organismo y así, sin que causen la enfermedad, el Cuerpo Humano puede producir Anticuerpos contra ellos, por lo que agregó Globulino que las vacunas dolerán a veces, pero son buenísimas para conservar la salud.

Ya que los Anticuerpos viajan por la sangre Globulino se ofreció amablemente para presentarles a los habitantes de la sangre.

CAPITULO 4

La sangre es el río más maravilloso que existe en la naturaleza. Dijo Globulino y continuó; por la sangre se transportan todos

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