UNA REFLEXIÓN SOBRE EL LIDERAZGO EN MÉXICO Por: Ángel Díaz Mérigo (02 Mayo 2008)

• Estamos actualmente acostumbrados, en específico generaciones anteriores a la nuestra, a la sumisión y acatamiento de órdenes; así mismo a la resignación de hacer lo que nos corresponde mediante una indicación autoritaria. Debido a dar por hecho que nuestro jefe directo u autoridad a cargo de la dirección o área en la cual laboramos tiene la seguridad creer saber todo y por ende como empleados o delegados del trabajo tienen el derecho de ordenas y de nosotros acatar por no perder el empleo, otorgando un tipo de empoderamiento a dichos superiores.

• De la misma manera que los mexicanos somos y trabajamos de manera egoísta, pensamos únicamente en los intereses propios y beneficios para sí mismos, dando como resultado la falta de integración y de trabajo en equipo, inclusive el “líder” que trabaja en quipo no lidera de acuerdo a su función sino, que con base de su propio fin tornando a una dictadura de trabajo.

• Vinculado con mi punto anterior en cuanto el bien propio, relaciono el tipo de jefe autoritario: “paso por encima y obstaculizo tu crecimiento”; este tipo de jefe es el cual no permite el crecimiento de sus “subordinados” o empleados a cargo, no actualiza, no enseña, no comparte información. Es el jefe que se postula o aspira un puesto superior pero que sin embargo no piensa en el crecimiento de sus trabajadores, de la empresa o de la persona en cargo de su posición; No postula y no prepara. La mentalidad de este jefe es “Yo desarrolle y aprendí en el desarrollo laboral en la empresa, nadie me enseño, ni me dijo como hacer las cosas” Lo cual como empleado mexicano solo piensas en como primera oportunidad a espaldas de tu jefe “Tronarlo”. Considero la mejor manera de ser líder es implementar el respeto pero aun mas importante la admiración de tu trabajo y proyectarlo a los empleados, sientan la confianza de comunicarte dudas y así mismo resolverlas, una admiración que a su vez te da presencia e imagen de ser especialista en la área y que evitara el abuso de los empleados. De esta manera evitaremos menos síntomas de “Soroche”.

• Culturalmente y sí, genéticamente somos “agachados”, sumisos y obedientes por naturaleza, el mexicano no es racionalista, no queremos ver mas allá de lo que nos impone o que percibimos a primera vista, estamos acostumbrados a no indagar y cuestionar el porqué y el origen de las cosas y situaciones. Por ello que no solo en la “historia” mexicana que se nos dio abuso de tierras y expropiación de minerales y territorios, sino que actualmente no queremos entender lo que nos rodea ni a los mismos mexicanos, no hay comunicación, no despertamos y no nos actualizamos. Nos quejamos de una división social entre ricos y pobres y nosotros mismos nos marginamos, cuando tenemos igual de derechos y oportunidades para destacar e inclusive mejorar nuestra calidad de vida. No tenemos hábitos y por tanto no

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