Un Ensayo De Interpretación Histórica Y Política Entrevista Con Alejandro Horowicz, Autor De "Las Dictaduras Argentinas"
Enviado por beluu8719 • 17 de Octubre de 2014 • 1.107 Palabras (5 Páginas) • 403 Visitas
Un ensayo de interpretación histórica y política
Entrevista con Alejandro Horowicz, autor de "Las dictaduras argentinas"
(Por Pablo Chacón) En "Las dictaduras argentinas. Historia de una frustración nacional", el ensayista Alejandro Horowicz sostiene que hasta el 2003 la biografía política del país es imposible de entender sin estudiar la cultura que las clases dominantes construyeron de acuerdo a los contextos y a los intereses económicos de los grupos que ocuparon el poder. El libro, publicado por Edhasa, acaso sea el trabajo más exhaustivo de este analista político y docente que ya había marcado un hito con la publicación de "Los cuatro peronismos. Historia de una metamorfosis trágica", desde una perspectiva marxista heterodoxa que jamás despreció los aportes de ese movimiento a la política local. Nacido en 1949, Horowicz publicó, junto con el italiano Antonio Negri, "Diálogo sobre la globalización, la multitud y la experiencia argentina", los dos volúmenes de "El país que estalló. Antecedentes para una historia argentina".
- Télam: ¿Por qué decís que las dictaduras son la "historia de una frustración nacional"?
- Horowicz: La sociedad argentina, en una proporción muy significativa, observó con mucha "empatía" los golpes de Estado. En 1930, en 1955, en 1966 y en 1976, los gobiernos militares contaron con un elevadísimo grado de aprobación. Ese capital inicial -de duración variable- comienza a disiparse, y el apoyo -según los casos- muta hasta la oposición encarnizada o el rechazo generalizado (al gobierno del general Bignone en l983). Lo que se inicia entre pitos y matracas termina, en la historia de los golpes militares, en frustración y rencor. Nada de lo que se esperaba termina sucediendo: las Fuerzas Armadas sólo han sido un instrumento eficaz del bloque de clases dominantes para ejecutar las "tareas sucias" que los gobiernos parlamentarios no pueden encarar.
- T: ¿Cómo entender esto cuando aclarás que la responsabilidad política y militar de la masacre que empieza en los 70 no fue compartida por toda la población?
- H: Nunca todos apoyan nada. Ni siquiera en el 76, que contó con el respaldo de todos los partidos parlamentarios, obtuvo ese horizonte inalcanzable. Se trata de una frustración nacional, ya que sólo puede ser la historia donde la mayoría es expropiada por una minoría, en su exclusivo beneficio, esto es, donde los únicos intereses legítimos -los que acceden al debate público en la prensa comercial- son precisamente los de esa minoría calificada, que no sólo usurpa el poder, sino que lo utiliza para que la política no sea otra cosa que la continuación de sus negocios por otros medios.
- T: Quienes se supone no tuvieron responsabilidades directas pero -por decirlo así- dejaron hacer, ¿dejaron hacer por estar dentro de un circuito discursivo que no dejaba otra opción?
- H: Una vez instalado el gobierno dictatorial, la capacidad de los distintos segmentos de la sociedad de influir sobre su curso varía. En el 55 y en el 76, la actividad sindical sufrió severos recortes. Si bien estas limitaciones también afectaban al sindicalismo empresario, a nadie se le escapa que parte de los "sancionados" habían compartido responsabilidades con el ministro
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