Un Llamado A Las Cruzadas

Un llamado a las cruzadas. Texto del Papa Urbano II.

¿Qué recompensas se ofrecían a quienes se sumaran a la cruzada?

R= Que sean ahora los caballeros de Cristo quienes no eran hasta ahora más que bandidos, los que luchen contra los bárbaros quienes peleaban contra sus hermanos y sus parientes van a ganar recompensas eternas quienes se hacían mercenarios por unos miserables dineros. Trabajarán por un doble honor quienes se fatigaban en detrimento de sus cuerpos y de sus almas, allí serán dichosos y ricos, allí serán sus amigos del señor.

¿A quiénes llamó “bárbaros” el papa Urbano II?

R= Todos los que hasta ahora se dedicaban a guerras privadas y abusivas con gran daño de los fieles, quienes peleaban contra sus hermanos y sus parientes. La palabra “bárbaro” es originalmente griega, A los griegos cualquier lengua extranjera les parecía solamente una serie de sonidos sin sentido alguno, algo así como “bar-bar-bar”; por esta razón llamaron despectivamente “bárbaro” a todos los extranjeros. En realidad, esta expresión significa “el que no habla griego”.

Señala 2 repercusiones que las Cruzadas trajeron tanto para Europa como para Medio Oriente (Jerusalén y Bizancio).

La llegada de los cruzados a Medio Oriente tuvo varias consecuencias. Una de las más trascendentes fue el crecimiento del comercio entre el ISLAM y Europa a través del Mediterráneo, que trajo a Occidente elementos orientales, a la dinastía ayyubí se deben algunos usos caballerescos, como la heráldica. Las Cruzadas propiciaron un intercambio mutuo de ideas, aunque la influencia de la cultura oriental en Occidente tuvo mayor importancia. Sin duda los mayores beneficiarios de las expediciones a Tierra Santa fueron las ciudades italianas de Génova, Pisa y Venecia, ya que mientras transportaban a los cruzados obtuvieron concesiones comerciales muy importantes en los puertos de Tiro, Sidón o Trípoli. La presencia de los cruzados tuvo consecuencias básicas para los cristianos de Oriente, ya que los musulmanes los acusaron de colaborar con los enemigos del Islam en la creación de Estados latinos en Siria, lo que produjo un deterioro en las relaciones entre musulmanes y cristianos.

En Bizancio había una actitud hostil contra los latinos, lo que produjo un profundo distanciamiento entre éstos y los bizantinos. La ruptura temporal de la unidad de Bizancio a raíz de la instauración del Imperio Latino de Oriente favoreció el empuje turco, que culminó con la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453. Otra consecuencia de las Cruzadas fue que provocaron un endurecimiento del Islam sunní, con lo que se restauró la ortodoxia y se creó un movimiento renovador de la guerra santa y finalmente los otomanos acabaron con el Imperio Bizantino y con los últimos reductos que conservaban los occidentales como reliquia de las Cruzadas: Rodas (1522) y Chipre (1570).

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