Una historia, muchas voces
Enviado por Lautaro Aguilera • 1 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 609 Palabras (3 Páginas) • 122 Visitas
Una historia, muchas voces: reflexiones sobre el día del respeto a la diversidad cultural
El 12 de Octubre de 1492 Colón pisó tierra. Luego de un mes y medio de navegar hacia el Este por aguas completamente desconocidas para él y su tripulación, bajó rápidamente hacia las costas de alguna isla del mar Caribe y ordenó a sus hombres que sean testigos de cómo él tomaba posesión de esas tierras en nombre de la Corona española.
En 1917 el entonces Presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen recordó oficialmente y por primera vez en nuestro país, la fecha del “descubrimiento de América” con el nombre de “Día de la Raza”. Casi un siglo después, en 2010, un decreto N° 1584/10 emitido por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estableció un cambio en la denominación de la efeméride.
En efecto, la llegada de los europeos resultó un acontecimiento muy importante, hoy recordado en todos los países del continente. Sin embargo, si nos dedicáramos simplemente a estudiar las fechas de un viaje, un encuentro o una declaración, estaríamos olvidando un pequeño detalle: ¡la historia!
Con los viajes de Colón y las cientos de expediciones posteriores se inician la invasión y ocupación de un territorio que ya estaba habitado de Norte a Sur por una gran cantidad grupos diferentes. Sin contar las grandes civilizaciones mesoamericana y andina, en el actual territorio latinoamericano la lista de pueblos autóctonos era inmensa. La exploración, conquista y colonización del continente fueron movimientos desgarradores para estas sociedades que con el tiempo se vieron incorporadas a un moderno sistema mundial que les impuso sus propias pautas económicas, sociales, políticas y culturales. Es necesario, entonces, reconocer que somos herederos de una irrupción violenta en estas tierras.
El encuentro entre Europa y lo que llegó a ser América fue realmente un choque entre dos mundos, ha sido visto como el “acto civilizador” más importante, así también como el mayor genocidio de todos los tiempos. Entre ambas posturas se dibuja una infinidad de opiniones que son de lo más dispares, y la razón de ello es que cada vez que intentamos acercarnos a un fragmento de nuestro pasado se plantea un problema esencial: ¿Cómo debemos interpretar algo tan asombroso, tan nuestro y tan distinto como “la historia”?
En palabras de Waldo Ansaldi: “No se trata de condenar al pasado con valores del presente, sino de saldar el pasado e imaginar el futuro, luchando por definir un nuevo modelo de sociedad y de relaciones sociales. Quinientos años después de comenzada esta historia, América (…) es una realidad en la que no caben la utopía de un continente solo integrado por los descendientes de sus pueblos autóctonos pre-coloniales, ni tampoco el persistir en la ignorancia de construir nuestras sociedades prescindiendo del reconocimiento y del aporte de las culturas del colonialismo, de sus brutalidades, sus miserias, sus contradicciones. Así, no somos ni los unos (originarios) ni los otros (conquistadores), sino un nosotros amasado, modelado con ingredientes de ambos.”
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