Unidad Curricular: Formación Sociopolítica. Congreso de Angostura
Enviado por Ignacio Marquez • 15 de Mayo de 2019 • Reseña • 615 Palabras (3 Páginas) • 204 Visitas
Ciudad Piar, 25/05/2019
Aldea Universitaria “Lino Maradey Donato”.
Trayecto Inicial 2019-I.
Unidad Curricular: Formación Sociopolítica.
Congreso de Angostura
El 15 de febrero de 1819, el Libertador Simón Bolívar convocó en Angostura del Orinoco (actualmente Ciudad Bolívar, capital del estado Bolívar) el segundo Congreso Constituyente de Venezuela, durante el cual ofreció un discurso que sentó las bases para la consolidación de la Gran Colombia y de las naciones que la conformaron. Ante los 26 diputados electos en plena guerra de independencia por las provincias de Caracas, Cumaná, Trujillo, Margarita, Guayana, Barinas y Barcelona, Bolívar instó a discutir y debatir la Ley Fundamental de la Gran Colombia que, entre otras cosas, debía poseer un sistema político basado en la justicia social, la regulación de los poderes y la libre determinación de los pueblos.
El aspecto social fue una de las prioridades de este discurso, por lo que Bolívar planteó la eliminación de la esclavitud y el fomento de la educación como base de la formación de un nuevo ciudadano con altos valores morales. La importancia de este discurso radicó en que se estableció el soporte sobre el que se formaría la nueva nación, así como también se habló de la necesidad de la creación de nuevas instituciones, que respondieran a las necesidades de los pueblos y de la promulgación de un Poder Moral para velar por la probidad de los funcionarios encargados del resto de los poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
No se comprendería la historia de las naciones que conformaron la Gran Colombia sin el Congreso de Angostura, ya que este representó el inicio y el punto de arranque en la historia republicana de estas naciones, cuyas estructuras institucionales tienen sus orígenes en las palabras emitidas por el Libertador durante ese momento histórico. Sus 5 frases fundamentales fueron:
1. “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.
2. “¿No dice el Espíritu de las Leyes que éstas deben ser propias para el pueblo que se hacen?, ¿qué es una gran casualidad que las de una nación puedan convenir a otra?, ¿que las leyes deben ser relativas a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno, a su situación, a su extensión, al género de vida de los pueblos; referirse al grado de libertad que la Constitución puede sufrir, a la religión de los habitantes, a sus inclinaciones, a sus riquezas, a su número, a su comercio, a sus costumbres, a sus modales?. ¡He aquí el Código que debíamos consultar, y no el de Washington!”.
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