Urbanizacion Y Modernizacion

Análisis Capítulo I: Urbanización y Modernización

Las ciudades, tal y como las conocemos hoy en día, han sido resultado de un conjunto de transformaciones, cambios y evoluciones, que suceden con el fin de responder a las necesidades humanas de una época determinada. Como menciona el autor de este texto: “Las formas de las ciudades, cristalizan y reflejan las lógicas de las sociedades que acogen”. Por ejemplo, las ciudades medievales, se encerraban dentro de murallas para protegerse de ataques e invasiones de pueblos enemigos, y su trama urbana se caracterizó por la organización alrededor de la plaza del mercado, atalayas y campanarios.

En estas ciudades nacientes, una de sus características más intrínsecas es la división técnica, social y espacial, que llevaría a cabo la necesidad de intercambio de todo tipo de bienes. De este modo, se comienza a apreciar la potencia que se da en la reagrupación de grandes cantidades de personas en un mismo lugar. Y esta conglomeración de personas y servicios es posible gracias al desarrollo de los medios de transporte, y a la invención y aplicación de otros inventos, como la imprenta, el telégrafo, el hormigón armado, etc.

Así llegamos a las ciudades modernas, cuyo principio fundamental es el cambio. Gracias a tres procesos combinados (Individualización, racionalización y diferenciación social), las sociedades modernas pudieron acoger más individuos, cada vez más diferentes, con mayores posibilidades de elección.

El momento determinante en la concepción de las ciudades modernas fue la Revolución Industrial. Este acontecimiento histórico provocó que el hombre, que hasta entonces había ocupado el lugar central de la sociedad, fuera destituido por el pensamiento técnico e industrial. El rápido crecimiento demográfico en las ciudades, producto del éxodo de regiones rurales a urbanas, dio como resultado una “expansión espacial acelerada”, y por consiguiente, una mayor diferenciación entre clases sociales, destacándose la acentuación de la pobreza en estas agrupaciones urbanas. Como todo en esta época estaba marcado por la industria, de este mismo modo se organizaron las ciudades, “adaptándolas a las exigencias de la producción, del consumo y de los intercambios mercantiles”.

En conclusión, este capítulo nos ensena que las ciudades, desde sus inicios, no se han mantenido uniformes, sino que van sufriendo transformaciones, de acuerdo al contexto histórico, el cual al mismo tiempo va a determinar la mentalidad de la sociedad de una ciudad determinada.

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