Venezuela.

El texto explica que en Venezuela las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero resultantes de la explotación petrolera, consumo de combustibles fósiles, industria del hierro, del aluminio, consumos de energía eléctrica industrial y residencial, entre otros, han originado preocupación.

Desde 1999, se han dictado normas Covenin en materia de refrigeradores, refrigeradores-congeladores, aires acondicionados e igualmente se han promocionado campañas de concienciación. Esto no ha sido suficiente por la ampliación de la demanda.

Con esta ley se busca establecer los parámetros para lograr un modelo económico regido por niveles de consumos bajos y eficientes; para lograr esto hay que comenzar a incentivarlo en primer lugar con el ahorro a fin de evitar los consumos innecesarios y despilfarradores; en segundo lugar, fomentando la eficiencia.

Esta ley se ejecutará a través de una estructura administrativa que cuenta con un ministerio que dirija las políticas, un instituto autónomo que las ejecute y un consejo consultivo que reúna los despachos ministeriales involucrados en el ahorro y eficiencia energética, y los otros niveles políticos territoriales que son los estados y municipios.

Las empresas deben cumplir con una serie de prescripciones específicas cuando se dediquen a la producción de artefactos eléctricos, ensamblaje de vehículos, instituciones educativas modeladoras de conductas sobre el ahorro energético y eficiencia energética. Se promueve el empleo de energías alternativas provenientes de diversas fuentes.

Asimismo, la norma establece la tipificación de infracciones administrativas y sanciones penales.

Con esta ley se busca crear conciencia en el pueblo venezolano sobre el uso racional de este recurso, además se abordará la necesidad de que el Estado sea eficiente, técnicamente, en su suministro.

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