Vida de los actores desde, durante y luego del exilio
Enviado por Nahuel Torres • 10 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 6.173 Palabras (25 Páginas) • 191 Visitas
Portada
Introducción 2
Tema 3
Problema 3
Justificación 3
La cultura y la sociedad _ 4
Preguntas de Investigación 5
Justificación de las fuentes que se van a utilizar 5
Marco Teórico 6
Proceso de Reorganización Nacional 6
Exilio 6
Operativo Claridad 7
Listas Negras 8
Desarrollo 10
Conclusión 15
Bibliografía 16
Marco Teórico 16
Desarrollo 17
Anexo Pagina A
Anexo 1: Nacha Guevara Pagina B
Anexo 2: Norman Briski Pagina I
Introducción
“... los dolores del exilio, ese dolor que uno lleva -permanentemente- de la expulsión, el hecho de que uno se tuvo que ir por la fuerza es totalmente distinto a emigrar por decisión propia. Es una especie de dolor de todos los días. Es decir, no pasa un solo día en donde en algún momento a uno le venga esto: esta especie de dolor de estar en esta situación forzada y estar privado de estar en su lugar, en su medio, y cortado de participar en esta sociedad... además de la familia, los amigos. Es una amputación. Y, bueno, reconstruir la vida afuera”. Enrique Oteiza.-
Para algunas culturas, el exilio es casi peor que la muerte; para otras, es una forma de eludir la muerte. Este último exilio, el que se vive por fuerza mayor, es el que han experimentado muchos argentinos que se vieron obligados a radicarse en el extranjero, sin comprender lo que significaba insertarse en otra cultura, otra tradición, costumbres ajenas y un idioma que no posee las mismas significaciones.
Al llegar al destino, a estos sentimientos iniciales, se agregan experiencias diversas que fueron progresivamente tiñendo al exilio de un significado negativo y obligado. En efecto, mediante la persecución o a través de un decreto, el exiliado ha sido arrancado de su país, en el que se había desarrollado en interacción con su núcleo familiar y social, con su medio ambiente, con la ciudad y el paisaje. Pero el exilio no representa solamente una pérdida de lo vivido, sino que progresivamente va significando una pérdida de lo que se es, es decir, de la propia individualidad puesto que, desde el nacimiento, el ser humano va adquiriendo sus conocimientos, sus valores, su modo habitual de ser y de reaccionar desarrollándose de acuerdo a su propia realidad, tomando conciencia de ella, integrándose o modificándola para crecer, fijando sus metas, sus objetivos
El exilio, además de provocar la pérdida de la propia identidad, niega la posibilidad de elegir, de fijar objetivos a futuro, de definir un proyecto de vida y actuar en consecuencia. No tiene plazos definidos. No se acaba cuando se alcanzan ciertas metas. No se modifica mediante un proceso de análisis ni toma de posiciones ulterior. Su fin no depende de un acto de voluntad. La única alternativa para terminar con la condición de exiliado, implica un riesgo vital. Por esto, juntó a los significados negativos y obligados, el exilio adquiere además, el carácter de inexorable y, por tanto, es profundamente desestructurador. Porque en el exilio no sólo se pierde la cotidianeidad, la identidad, el íntimo sentimiento de libertad, sino que se impide desarrollar lo más valioso de cada ser humano, su concepción de vida.
...