Xochimilco
Enviado por diego7562 • 21 de Septiembre de 2011 • 2.449 Palabras (10 Páginas) • 623 Visitas
La crisis mundial en EuropaCon el objetivo de salir de la crisis económica global que estalló en 2008, la Comisión Europea presentó un plan de estímulo a nivel europeo para el cual debían invertirse 200 mil millones de euros. Este plan incluía distintas medidas de estímulo económico lanzados por cada país de la zona entre 2008 y 2009 para impulsar la demanda y la producción.[1] [2] Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) dejó de lado su política restrictiva y bajó sucesivamente la tasa de interés de la eurozona hasta llegar al 1%, récord en su historia.[3] Eso, junto con los planes de estímulo, favoreció la recuperación de un crecimiento positivo de la producción, aunque los resultados económicos de la Unión Europea siguieron siendo débiles terminado el año 2009.[4]
Superávit y déficits de las cuentas de algunos gobiernos europeos entre 2002 y 2009.[editar] Endeudamiento públicoSin embargo, estas intervenciones gubernamentales tuvieron el efecto de agravar los déficits presupuestarios, ya elevados antes de la crisis, y por tanto el nivel de endeudamiento de los estados. De otra parte, los ingresos fiscales disminuyeron a causa de la larga recesión económica, elevando aun más el nivel de los déficits y de la deuda.[5] Así, desde mediados de 2009, comenzó a propagarse el temor de que el nivel de endeudamiento de varios países europeos, en particular de las economías consideradas más débiles, podría amenazar la estabilidad financiera de la Unión Europea.
[editar] Crisis en GreciaArtículo principal: Crisis financiera en Grecia de 2010-2011
A finales del 2009 emergió el temor de que Grecia se declarase en cesación de pagos.
En octubre de 2009, el Partido Socialista griego ganó las elecciones legislativas y George Papandreou llegó al poder.[6] Más tarde, anunció que la situación económica del país era catastrófica y que el déficit presupuestario para aquel año sería del 12,5% en lugar del 3,7% que había anunciado el gobierno precedente.[7] También reveló que se había disimulado el verdadero tamaño de sus deudas ante la Comisión Europea desde hacía una década.[8] En noviembre y diciembre, se hicieron públicas previsiones estimando el déficit griego en un 12,7% y el endeudamiento en el 113,4% para el año 2009, niveles muy por encima del límite del 3% y 60% que fija el Pacto de estabilidad y crecimiento para los miembros de la Unión Europea.[9] [10] [11]
El 8 de diciembre, la agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings bajó la calificación de la deuda soberana a largo plazo de Grecia de A- a BBB+,[12] [13] y el 16 de diciembre Standard & Poor's hizo lo mismo.[14] [15] Esto indicó a los inversores que invertir en ese país era más arriesgado, y vino a confirmar los temores de los mercados. El 22 de diciembre la tercera gran agencia de calificación de riesgo, Moody's, rebajó la nota para Grecia de A1 a A2.[16] [17] [18]
Mientras tanto, en este mes de diciembre el gobierno griego anunció que no pediría ayuda externa para reembolsar sus deudas, y tuvo que anunciar un plan de reducción del déficit para el año 2010 a fin contentar a los mercados financieros y a la Comisión Europea.[19] Sin embargo ese anuncio no fue suficiente, y en los días siguientes comenzaron los ataques especulativos en los mercados financieros y los rumores de que el gobierno iba a declarar la cesación de pagos. La Comisión Europea misma pidió al gobierno más medidas, juzgando que la situación del país amenazaba la estabilidad de los otros países europeos.[20]
Uno de los obstáculos para el gobierno griego en aquel periodo fue que las medidas de austeridad que estaba obligado a cumplir para recibir su rescate económico y recuperar la confianza internacional generaron protestas que encabezaron los sindicatos, además de enfrentamientos violentos. De ahí la dificultad para presentar un plan de ajuste radical y la consiguiente desconfianza de los mercados sobre la capacidad del país de iniciar una reducción sostenible de la carga de la deuda pública.[21] [22]
En las semanas siguientes, la Comisión Europea y la canciller de Alemania Angela Merkel pidieron al gobierno griego que pusiera mayor empeño por reducir el déficit público y la deuda acumulada.[23] [24] A raíz de esta situación emergieron tanto en Berlín como en Bruselas los miedos acerca de que la crisis griega tuviera repercusión en el euro. Así, Angela Merkel insistió varias veces en que cada miembro de la Unión Europea tiene la responsabilidad de mantener las finanzas públicas en orden, condición de estabilidad de la propia unión y de la eurozona.
Como respuesta, el gobierno griego desveló a principios de enero de 2010 un drástico plan de reducción del gasto público y prometió limitar el déficit en un 3% para 2012.[25] No obstante la desconfianza continuó, y mientras las tasas de préstamo para Grecia subían regularmente,[26] [27] la Comisión Europea reclamó más detalles de las medidas.[28] El 2 de febrero, el gobierno revisó el plan de austeridad, endureciéndolo con nuevas medidas como el bloqueo de los sueldos a los funcionarios, la subida de los impuestos y el aumento de la edad de jubilación, a pesar de que hubo nuevas huelgas generales.[29]
[editar] Un desafío a la unión monetariaDurante esta "crisis griega", la Unión Europea (UE) se encontraba en un dilema. No había cláusula en el tratado inicial que regula la Unión que permita a sus países rescatar financieramente a los otros. El rescate colectivo de un país por los otros miembros está prohibido porque tiene un efecto contraproducente: eso no incitaría a los gobiernos a reducir sus déficits. Así, durante semanas, Alemania se negó a ayudar directamente a Grecia, alegando que los otros miembros de la zona euro no estaban dispuestos a pagar por los errores griegos, además de sufrir las protestas populares y una denuncia particular contra el gobierno.
Por otro lado, una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, por tanto, una relación de dependencia respecto de él, no contentaba a todos los miembros de la Eurozona, porque recurrir al FMI hubiera podido dañar la credibilidad del euro; conllevaba admitir que la moneda única tenía problemas que debían gestionarse desde el extranjero. Así, a pesar de que el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, señaló varias veces que estaría dispuesto a prestar dinero, Grecia y la UE se negaron a aceptar esta intervención.
Déficits y endeudamientos de algunos países europeos en 2009 en porcentaje del PIB.Mientras la situación ganaba urgencia surgieron rumores sobre otros países y amenazó el riesgo de contagio: Portugal (deuda del 77% de su PIB),[30] [31]
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