ANÀLISIS CUADERNILLO DEL DEBIDO PROCESO CIDH

Análisis de las pruebas del Caso Karina del Pozo.

En el presente caso se extienden varias pruebas, sobre todo desde la fiscalía que viene siendo el representante del Estado, así como de la acusación particular que para efectos del proceso penal sería el hermano de la occisa (Karina del Pozo), Francisco del Pozo, en este sentido tanto las perciales como las testimoniales fueron analizadas a detalle, dejando constancia de los hechos cometidos por parte del Procesado David Piña. Una de las primeras pruebas que fue tomada es la de Francisco del Pozo, quien como se indico funge como acusador particular en el proceso, además de ser hermano de la víctima, Karina del Pozo, se toma el testimonio del ya mencionado sujeto, sin embargo, se indica que aun sin haber constatado lo sucedido acusa a David Piña, Gustavo Salazar y José Sevilla, como autores de la violación, así como de la muerte de su hermana. Otra de las pruebas que se practica es la sustentación de la investigación realizada por parte del subteniente de Policía Julián Salguero, quien solamente cumple con vincular al vehículo de Gustavo Salazar en el lugar de los hechos, para proceder a ejecutar las pericias pertinentes. En esa línea investigativa cabe destacar que también se practicaron algunas diligencias, puesto que el Cabo Hernán Álvarez realizo el levantamiento del cadáver, el Teniente Luís Flores la inspección ocular, Y el teniente Edwin Vizcaíno el reconocimiento del lugar de los hechos, es necesaria esta aclaración debido a que de allí parten las investigaciones, además de que dichas prácticas se constituirán después como pruebas de materialidad, el mismo teniente Vizcaíno sería el encargado de llevar a cabo la reconstrucción de los hechos, en la que determina que al llegar al lugar que por supuesto estaba apartado de la Ciudad, llegan en el carro de Gustavo Salazar, después de ingerir alcohol proceden a forcejear con Karina del Pozo puesto que querían abusar de ella, quien al oponerse es golpeada con una piedra en la cabeza y estrangulada, lo cual causo el deceso de la víctima.

En esta primera etapa se realizaron dichas indagaciones, que en su mayoría serían aceptadas, puesto que algunos objetos estaban en el lugar de los hechos, mas aun pruebas como definir la trayectoria de la piedra que realizo el Capitán Christian Ponce carecerían de eficacia probatoria, se argumento que el impacto de la piedra sobre el cráneo de la occisa causaría la muerte, pero jamás se verifico su trayectoria, se reconocen mas evidencias por parte del Teniente Henry Vaca y la Cabo Darlin Cañar, con lo cual se logra encontrar tarjetas micro sd en la billetera de Gustavo Salazar, mismas que lo vincularían con Karina del Pozo, sobre la base de estos indicios intervienen mas profesionales que en variados procedimientos pudieron extraer información de estas tarjetas, el Sargento Paul Robayo encuentra fotos en las que aparecía Karina del Pozo con lo cual se la vincula a Gustavo Salazar, dueño del dispositivo, se hace una triangulación de llamadas en la cual interviene nuevamente el Sargento Robayo, quien asocia al hecho a los dos implicados, menos a David Piña, cabe recalcar que en el análisis de las llamadas el teléfono de Piña no fue objeto de pericia debido a que no se considero necesario intervenir su celular. Con estos antecedentes, el Cabo Octavia Aimacaña solicita la detención de cuatro personas, Cecilia Rivera, Nicolas León, Gustavo Salazar, David Piña y José Sevilla, para continuar con el proceso, teniendo ya algunos elementos que los podrían relacionar con los hechos. Se ordena que se rastree satelitalmente al auto de Gustavo Salazar, por parte de la Lic. Mónica Salazar, vinculando de esta manera al vehículo con el acto, puesto que se da a conocer la trayectoria del automotor, coincidiendo con el lugar de los hechos, algo que se sustenta también en el testimonio del Subteniente Xavier Silva quien aduce que, en el allanamiento a la casa de la madre de Gustavo Salazar, se encuentran documentos que prueban que el vehículo es de su propiedad.

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