Amor y la idealización femenina
Enviado por aviotto • 5 de Junio de 2014 • 4.673 Palabras (19 Páginas) • 632 Visitas
Enfocada desde diversos ángulos y por numerosos autores, la temática amorosa se encuentra
presente en toda la literatura italiana. Un recorrido por su historia, que abarcará desde los orígenes
de la lengua hasta la finalización de la Edad Media, nos permitirá ubicar histórica y culturalmente el
contexto del presente trabajo. Así, de este vasto período, el análisis se centrará en la última porción
a partir de las primeras manifestaciones de la Escuela Siciliana del siglo XIII, por presentar esta
época un predominio de sus elementos amorosos. En este marco buscamos analizar el tratamiento
del amor y la idealización femenina que subyace en cada uno de los diferentes movimientos
artísticos y culturales y en las diversas escuelas.
Son tres las grandes figuras que la literatura italiana aporta a la cultura medieval europea.
Dos son poetas: Dante, que encierra en su gigantesca obra toda una época que está finalizando, y
Petrarca, que inaugura la sensibilidad poética moderna. Boccaccio, por su parte, culmina uno de los
géneros más apreciados en la Edad Media, la narración breve. Estos tres autores, además de integrar
el repertorio de los grandes pilares de la literatura italiana (y asimismo de la literatura universal), se
destacan por la riqueza y profundidad de sus obras, por la universalidad de sus temas, y la
inmanencia de sus personajes, especialmente aquellos a los que rinden culto y dedican sus versos y
su prosa. Suelen indagar en temas de índole humana, entre los cuales encontramos al amor en todas
sus formas: como amor angelizado en Dante, amor idealizado en Petrarca, y amor sensual en
Boccaccio.
Con esta metodología de carácter expositivo, intentaremos dar forma a nuestro análisis y
organizarlo a partir de la combinación de ejemplos y desarrollo, guiándonos por la línea temporal
antes propuesta.
DESARROLLO:
Habiendo decaído el Imperio Romano de Occidente, la tradición latina fue mantenida viva
por algunos escritores como Cassiodoro, Boecio y Símaco. Las artes liberales prosperaron en
Ravena bajo el reinado de Teodorico el Grande (rey de los ostrogodos) y los reyes se rodearon de
maestros de retórica y de gramática. Algunas escuelas se asentaron en Italia y observaron a eruditos
tales como Magnus Felix Ennodius (un poeta pagano), Arator, Venancio Fortunato, Felix el
Gramático, Pedro de Pisa, Paulino de Aquileia y muchos otros.
Los italianos que estaban interesados en teología migraron hacia París, mientras que
aquellos que permanecieron, estaban atraídos normalmente por el estudio del Derecho Romano.
Esto fomentó la posterior fundación de universidades medievales en Bolonia, Padua, Vicenza,
Nápoles, Salerno, Módena y Parma, las cuales a su vez ayudaron a promover la expansión de la
cultura y prepararon el terreno en el cual la nueva literatura vernácula se desarrollaría. La tradición
clásica no desapareció, y el cariño por el recuerdo de Roma, la preocupación por la política, y una
preferencia de la práctica por encima de la teoría, se combinaron para influenciar el desarrollo de la
literatura italiana.
Al contrario que otros países, Italia no tenía antiguas leyendas, ni poemas épicos o sátiras
sobre las que fundamentar una literatura propia, por ello, los primeros temas de su literatura
procedieron del extranjero: Guido delle Colonne de Mesina, uno de los poetas vernáculos de la
Escuela Siciliana, si bien imitaba a los poetas provenzales y entendía el francés, escribió su libro
Historia destructionis Trojae en latín, convirtiendo así el romance de los trovadores en la temática
de una historia seria. El latín no desapareció en Italia, el uso de la lengua vernácula en la literatura
italiana fue inicialmente escaso y estuvo precedido por dos periodos de literatura italiana en lengua
extranjera, sobre todo en francés. La poesía épica, por su parte, tuvo la incidencia tanto del francés
como del italiano, se trataba de palabras híbridas que presentaban un tratamiento de los sonidos de
acuerdo con las reglas de ambas, con raíz francesa y finales italianos, pronunciándose de acuerdo a
las reglas latinas. Es así como el francés dió paso gradualmente al italiano nativo, y si bien la
hibridación resurgía a veces, ya no volvió a predominar.
El año 1230 marca el inicio de la Escuela Siciliana y con ella, el inicio de una literatura que
presenta rasgos ya más uniformes. Su importancia radica más en el tratamiento del lenguaje que en
su temática, dado que utilizó una lengua poética propia: el Siciliano Ilustre, enriquecido por
elementos italianos y, sobretodo, por las dos lenguas áureas del momento: latín y provenzal. En
cuanto a su temática, la poesía siciliana se diferencia de su equivalente francés principalmente por
el tratamiento que se le da a la mujer, más platónico que erótico, característica que será desarrollada
posteriormente por el Dolce Stil Nuovo a finales del S.XIII en Bolonia y Florencia. El repertorio
tradicional de temas caballerescos se adapta a la fonética local, creándose así nuevos vocablos en
italiano. Estos nuevos vocablos serían adoptados por Dante y sus contemporáneos, y se mantendrían
más tarde en futuros escritores italianos. Entre los principales exponentes de la Escuela Siciliana se
encuentran Pier della Vigna de Capua, Guido y Odo delle Colonne, Jacopo d'Aquino, Ruggieri
Pugliese, Giacomo da Lentini, Arrigo Testa y Stefano Protonotaro, entre otros. Se considera a
Giacomo da Lentini el inventor del soneto, estrofa poética que posteriormente sería perfeccionada
por Dante y Petrarca.
Federico II Hohenstaufen, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, fundó la
Universidad de Nápoles, protegiendo ampliamente a los eruditos, poetas y artistas que llegaban a su
corte desde las distintas regiones; este grupo de artistas cortesanos recibieron el nombre de Poetas
de la Magna Curia. Sin embargo, dada la censura impuesta por este gobernante, la cual implicaba la
imposibilidad de tratar temas políticos en los textos literarios, las poesía del norte de Italia se
dispuso a elaborar nuevas ideas para su repertorio temático: se crea una lírica amorosa propia a
pesar de que los
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