Análisis del proceso creador de la obra a lo largo del film “El sol del membrillo”

Análisis del proceso creador de la obra a lo largo del film “El sol del membrillo” y su relación al texto “De las cinco fases del trabajo creador y de sus inscripciones en la obra”.

Diana Daza.

        El trabajo creador según Anzieu consta de cinco fases: el sobrecogimiento, la toma de conciencia de las representaciones inconscientes, la institución de un código y la creación de un método de trabajo, la composición de la obra y la presentación al espectador. Víctor Erice, a través de su film “El sol del membrillo”, busca mostrar de manera cronológica el proceso creador del artista Antonio López, elaborando de esta forma una línea documental a partir de la captación de los hechos reales y de las circunstancias que lo rodean, generando una relación directa entre el trabajo de creación del artista y la producción de la obra.

        Antonio López comienza su trabajo en la tercera de las fases del trabajo creador, la creación de un código. La preparación de la tela, la estructura del taller “in situ”, la plomada son procesos generadores de la obra, regidos por un  método específico propio del autor, fabricando una creación original sobre su propio idiolecto, lo cual además de distinguirlo en el accionar inherente del artista, se ve más expuesto en las conversaciones que tiene, ya que cada vez que se refiere a su obra, habla de su propia perspectiva.

        Lo académico del autor se relaciona con sus ideas sobre como es el trabajo con modelo y como este valor agregado del artista viene de una idea preconcebida en el inconciente, siendo relatada por el artista desde el sueño junto a recuerdos de su infancia, hecho que conecta la segunda y tercera fase del texto, el autor toma conciencia del estado psíquico inconciente, en este caso el membrillero, con el cual constituye un nuevo código a partir de un idiolecto ya representado por el. “El sobrecogimiento creador” se distingue cuando Antonio observa el árbol en una primera instancia y asumimos decide pintarlo, ese sobrecogimiento no nace a partir de la pura admiración por lo bello, se entrecruzan la primera y la segunda fase. El pintor siente una relación, él mismo plantó el membrillero que se nos muestra en el film, pero esa admiración tiene su propia historia, viene del inconsciente, de los recuerdos. 

        La cuarta fase gran tiene un protagonismo a lo largo de toda la película, la composición de la obra, es el proceso que dedica más tiempo, lo que más vemos, como dibuja, como pinta, la acción misma de la representación, de componer. Conocemos la existencia de un plan, un género y un tipo de construcción ya instaurada.

        El film nos muestra la confección, redacción y composición de la obra, Sin embargo nunca conocemos el resultado final,
vemos el acto mismo de la pintura y el dibujo, la mancha y el color.
        Por último la quinta fase se reconoce en la escena con la curadora china, pero no en su totalidad, esto porque la obra nunca se presenta terminada. Pero como vimos sí se expone a un espectador, en este caso, la curadora, el artista afronta los juicios y gracias a su ya integrado idiolecto es capaz de defenderla.

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