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Apocalípticos E Integrado Humberto Eco


Enviado por   •  27 de Enero de 2012  •  2.037 Palabras (9 Páginas)  •  948 Visitas

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Apocalípticos e Integrado Humberto Eco

En esta obra de apocalípticos e integrado de Humberto Eco, se puede analizar el estudio sobre las actitudes o culturas humanas desde un punto de vista muy variado, haciendo énfasis en sus originales definiciones tanto en lo relativo como en su controversia, como son apocalípticos e integrado. Las culturas populares juegan un papel fundamental en el desarrollo de esta obra, puesto que su enfoque es la caracterización de cada una de ellas y los medios de comunicación, estudiando sus posturas ante la cultura de masas. De manera específica, se puede decir que cuando el autor hace referencia al término de apocalípticos da a conocer que dentro de las mismas culturas humanas existe una decadencia de las mismas formándose como fenómeno una anticultura. Su calificativo se debe a que exponen el fenómeno con tonos apocalípticos y se resisten a reconocer cualquier nuevo elemento como valioso, ya que esto implicaría un cambio que a la larga puede llegar a la aniquilación total de los patrones culturales ya establecidos. Condenando toda cosa que puede existir o presentarse como nueva tecnología y más aún cuando se hace utilidad de la misma, negando cualquier tipo de informaciones en cantidades abundantes que pudiera ser una amenaza y que a su vez se convierta o forme una anticultura más fuerte. Por su parte, cuando habla de los Integrados, se refiere a los que creen de manera positiva vivimos una maravillosa generalización en el marco cultural, defendiendo así, este fenómeno firmemente sin darle lugar a alguna duda o desconfianza que pueda existir. Están convencidos de las bondades de las nuevas tecnologías, y las difunden como parte fundamental de un futuro más libre y prometedor. Asimismo, el autor considera que entre ambas postura existe opiniones erradas, y propone un enfoque diferente a este conflicto formado entre ambas ideas. De allí pues, asegura que los integrados tienen un descuido grave cuando sostienen que la producción cultural es buena en sí y por lo tanto no debe ser criticada; por la otra, los “apocalípticos” fallan al considerar la cultura de masas como irrelevante sólo porque es industrial, sin ver las aportaciones valiosas que muchas veces puede generar. Cada una descuida la importancia que tiene en sí la cultura en la vida y en el desarrollo humano y los medios con los cuales se cuentan para una mejor enseñanza de la misma, sin importar lo antiguo o lo nuevo.

Ante esta situación, el autor de la obra expresa que, hoy por el contrario, con muchos más conocimientos que saber y recordar, vemos como imprescindibles los escritos como instrumentos de sabiduría. A lo largo de la historia, todo cambio en los movimientos culturales es rechazado (el tan humano miedo al cambio) como la escritura, la imprenta… y hoy los medios audiovisuales e internet, y es que no se puede valorar, por ejemplo, la función de la imprenta en base a la civilización basada en la comunicación oral y visual. Según la situación planteada, es importante resaltar que quizás una de las polémicas formadas es el temor de suplantar las raíces reales y verídicas de la cultura humana por innovaciones tecnológicas que pueden desaparecer poco a poco cada creencia y cada ideología sobre nuestras raíces debido a las atracciones que brindan las innovaciones, cambiando así no solo la manera de pensar y ser de una sociedad, sino que también ellas actúan como factores no favorable en la consciencia y esfuerzo del ser humano. El apocalíptico, en el fondo, consuela al lector, porque le deja entrever, sobre el trasfondo de la catástrofe, la existencia de una comunidad de hombres genios capaces de elevarse, aunque sólo sea mediante el rechazo, por encima de la banalidad media. Por otra parte, el autor señala que la comunicación de masas dicen que carece de importancia, ya que lo importante en sí mismo es la saturación de informaciones, el bombardeo continuo que carece de ideología ya que son una ideología por sí solos, la ideología de la narcotización. En base al modelo del hombre renacentista, esto es ilógico y por ello hay que adecuar y considerar los hechos en base al contexto histórico de cada momento y es que hoy, ese hombre del renacimiento ya no existe. Si bien la relación parece peregrina, reflejando el hecho de que siempre ha sido típico de la cultura de masas hacer brillar intensamente ante la vista de los lectores, a los que se pide una disciplinada «medianía», la posibilidad de que dadas las condiciones existentes, y precisamente merced a ellas pueda florecer un día, de la crisálida de cada uno de los que intervienen en ella. Los Apocalípticos sostienen que los medios masivos se dirigen a un público heterogéneo y se especifican según medidas de gusto, así destruyen las características culturales propias de cada grupo étnico. Tienden a secundar el gusto existente sin promover renovaciones de la sensibilidad, también tienden a provocar emociones vivas y no mediatas, es decir, en lugar de simbolizar una emoción, de representarla, la provocan, la dan ya confeccionada. Estos medios, al estar inmersos en un circuito comercial, están sometidos a la ley de oferta y demanda, por eso dan al público únicamente lo que desea, o peor aún, siguiendo las leyes de una economía fundada en el consumo. También, tienden a imponer símbolos y mitos de fácil universalidad, creando tipos reconocibles de inmediato y con ello reducen al mínimo la individualidad y la concreción de nuestras experiencias y nuestras imágenes. Desde el punto de vista de Eco, el error de los Integrados estriba en creer que la multiplicación de los productos industriales es de por sí buena, según una bondad tomada del mercado libre y no que debe ser sometida a critica. Los Apocalípticos fallan en pensar que la cultura de masas es radicalmente mala precisamente porque es un hecho industrial, y que hoy es posible proporcionar cultura que se sustraiga al condicionamiento industrial.

Los problemas están mal planteados desde el momento en que se formulan El problema, por el contrario, es: desde el momento en que la presente situación de una sociedad industrial convierte en interminable aquel tipo de relación comunicativa conocida como conjunto de los medios de masa. Desde un punto de vista crítico y analítico

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