Aproximaciones/ Relatos De Héctor Canales
Enviado por • 7 de Agosto de 2013 • 1.913 Palabras (8 Páginas) • 301 Visitas
APROXIMACIONES / RELATOS DE HÉCTOR CANALES
Leer en los relatos de Héctor Canales nuestras propias constantes literarias resulta del todo gratificante, toda vez que es posible reconocer y reconocernos en la voz de otro que también somos. El territorio del texto, ciertamente, revela la superficie del espejo en el que bien podemos sumergirnos por completo hasta perder la identidad y/o adquirir otra. No es otro el sentido convocador de la literatura, independientemente de los rasgos particulares, los asuntos, la forma, etc., las palabras son de tal naturaleza que abordarlas entraña tomar todos los préstamos necesarios y posibles para trazar una vía mediante la que se posibilite esa tierra de nadie en la que se da el diálogo con la voz colectiva que es la materia de la memoria, el sueño, el deseo, la imaginación.
Nos hemos permitido acercarnos a la escritura de Canales, escritor hecho, bien hecho, a fin de ligarnos con el extraordinario predio del relato- que algunos llaman cuento corto- e inscribir nuestras consideraciones en la tradición de la crónica por simple que esta resulte. De esta aproximación proviene el siguiente listado:
Figuras
La imagen de una tercera persona es tema de esta narración. Pensar en ciertas fisuras de acceso a la felicidad permite anticiparse al tema del tiempo. Octavio Paz dice que perdemos la inocencia el día que adquirimos conciencia del tiempo. Al parecer no es otra la nostalgia del escritor y en la búsqueda de sentido adviene el texto en el que la soledad muestra sus prendas.
Actor
Perfecta metáfora del abuso de poder. Las posibilidades de la voz del muñeco de ventrílocuo mantienen en vilo el texto, promoviendo la vigorosa figura del silencio ante los efectos de la manipulación cotidiana a que se ven expuestos los personajes. Otorgar ese nivel de realidad a la fantasía de un muñeco prueba la validez de las palabras.
Cualquier día
Detrás del texto está el deseo. Cambiar la mirada de vez en cuando augura una buena salud mental, pareciera decir la narración, aunque ese cambio signifique conceder consistencia física a los seres imaginarios, las más de las veces dueños de nuestra espiritualidad deseante.
No esperes a Isabel
El asunto del suicidio palidece ante la soledad del escritor, atento al entorno. La pregunta final no deja de ser una contrariedad ante la escritura. Vaciar la memoria en un terreno baldío no siempre es venturoso, aunque la victoria del texto es precisamente su fertilidad, su potencia creadora, su promesa.
El juego de Sonia
Relato interesante. La promesa del personaje femenino, de liberarse, zafarse de la rutina, hace del texto una pieza interesante. El final es accesorio, si se piensa en la expectativa especular de ambos personajes: el hastío, típica de nuestras ciudades y nuestro tiempo. El hecho de que el texto ES el Café donde oscilan los personajes dota al relato de una tibieza memorable, visitada por Benedetti, Cortázar y otros tantos autores del continente. Un relato largo que torna mesurado el final.
Ha pasado el tiempo
El paso del tiempo es justamente la prolongación del texto. Pensar en Lucía acorta el tiempo, lo que provoca la dilatada nostalgia del personaje, perdido sin remedio en el matrimonio implacable, irónico, que provoca volver sobre lo que pudo haber sido y no fue. Por otra parte, un relato de crudo realismo en el que la subjetividad pareciera un refugio indispensable, ante el error necesario.
El hechizo
La evocación onírica en la narración tiene la virtud de enunciar los afectos arraigados en la infancia. La ensoñación –una especie de Leda contemporánea que se niega a trascender su propia fantasía- ambienta los recuerdos irrenunciables de la infancia, de la que no logramos despedirnos jamás. Relato largo cuyo final es sorprendentemente sensual. Se dice que los sueños de vuelo expresan el deseo carnal sin reservas. Inquietante. Habría una
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