Aventuras De Un Niño De La Calle
Enviado por Cayita2011 • 5 de Agosto de 2012 • 720 Palabras (3 Páginas) • 1.227 Visitas
Joaquín y Armando, dos niños de la calle, se encontraron en la plaza. Los dos gamines caminaban en por la plaza central hasta encontrar algo bueno. En el camino se apareció un doctor al que pidieron: ¡ Centavito por favor!, No hemos comido ni un bocadillo señor. Dramatizando su historia triste. El señor saco de su chaqueta y dijo: -repártanse entre los dos. Buen trabajo Joaquín, hacemos tres de estos y podremos almorzar. Ganaron treinta pesos entre sus historias. Tenían mucha hambre y fueron a una casa. Les atendió la sirvienta de la casa, muy grosera y les dio un absoluto: NO. Caminaron llegaron a una casa, de la cual salió una linda niña, dándoles mucha comida. Ellos agradecieron y se marcharon muy felices. Siguieron su rumbo hasta un terreno, en el cual saborearon la comida que la dulce niña les había dado. Al día siguiente fueron a trabajar limpiando y cuidando autos. Cuando les hubieran dado unos pesitos por su trabajo, ambos corrieron a una fonda a servirse un platillo. El mesero de la fonda los trato muy mal y los quiso echar. Ellos desistieron y por esto los hicieron comer en la cocina. Luego de esperar veinte minutos les trajeron la sopa y los gamines saborearon hasta él ultimo bocado. Más tarde hicieron unas pasadas a las personas de un restaurante, mas la meserra les ordeno salir y llamo al señor Rojas (el gerente). El señor Rojas les dio una buena paliza y Joaquín lo engaño y pudieron escapar. Al día siguiente fueron a dormir a un patio donde no llegaba la lluvia, ya que llovía mucho. Al despertar una pequeña niña los observaba con mucha tristeza y por ello los niños pidieron alimentos y trabajo ala niña. Su madre lo acepto. Los gamines se marcharon muy felices por la ayuda recibida, y así iniciaron el trabajo en la fabrica, acomodando las cajas y empacando. A la hora de almuerzo descansaron, ya que no tenían dinero. Al terminar de trabajar el tercer día, estaban muy cansados y pidieron que les dieran los pesos que les debían. Y nunca más volvieron a trabajar. Más tarde Joaquín y Armando tomaron un vaso de cerveza y fumaron un cigarrillo. Al salir del restaurante, a Armando lo atropellaron. Muy asustado Joaquín grito -¡Armando, Armando ¡, el señor bajo del auto y les dio unos pesos y les ordenó que llamaran a una ambulancia.
Y dejo a Joaquín solo en la oscuridad de la noche, llega la ambulancia y llevaron a Joaquín Armando se quedó muy preocupado y caminaba hacia el hospital y en el transcurso del camino encontró a un hombre herido al cual lo ayudo con mucho cuidado llevándolo a su casa. Este hombre era realmente un poco extraño pues ordenó a Joaquín que lo ayudara a robar y a pertenecer a una banda, para vengarse supuestamente de la persona que lo atropello en el accidente. Pero Joaquín dijo que no más lo obligaron a robar yendo a una casa muy bonita, convenciendo a la empleada para que puedan entrar y así poder robar. Joaquín ya quería escaparse pero lo vigilaban
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